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LLega Tito Andrónico a Teatros del Canal

Por fin podemos ver en Madrid – en Teatros del Canal del 27 al 31 de enero – esta propuesta de Teatro del Noctámbulo. Nando López y Antonio C. Guijosa, adaptador y director, respectivamente, nos desvelan las claves subterráneas de este festín de mutilaciones y canibalismo creado por Shakespeare que cuestiona los límites de la lealtad y el honor.

 

Las violentas consecuencias del buen ciudadano

 

 

Por José Antonio Alba

Foto portada Diego Casillas

 

Descubrí a Shakespeare cuando era un adolescente que estudiaba teatro. Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth, Cuento de invierno… portales hacia lo épico, la pasión, los conflictos morales e, incluso, lo sobrenatural ¡Quería vivir dentro de una de esas historias! Confieso que, incluso, llegué a acosar en plan “fan carpetero” a unos estudiantes de la RESAD que representaban Sueño de una noche de verano en mi pueblo… pero esto queda para otro momento.

Un día cayó en mis manos una historia inesperada: Tito Andrónico ¿Aquello lo firmaba el mismo autor? ¿Eso se podía mostrar en escena? Había una rabia, una maldad, una injusticia y una violencia tan crudas que me sobrepasaron y me tuvieron obsesionado un tiempo, cuestionándome los límites y consecuencias de la lealtad y la obediencia.

Ahora Teatro del Noctámbulo llega a Madrid, a Teatros del Canal, dándonos la oportunidad de conocer una versión que pudo verse hace dos años en el Festival de Mérida y que, desde entonces, goza de una extensa y exitosa gira nacional. Una adaptación firmada por Nando López, bajo la dirección de Antonio C. Guijosa, que hemos querido conocer charlando con ambos.

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José Vicente Moirón en un momento de Tito Andrónico. Foto Diego Casillas

La oscura poética de la violencia

El reto de poner en pie un espectáculo como Tito Andrónico, según nos cuentan Nando y Antonio, es encontrar el equilibrio entre su brutalidad, ¿cómo se produce? ¿cómo es posible que nos devore de esa manera?, y la lealtad, ¿seguirla ciegamente o cuestionarla? “¡Ahí hay un temazo! – señala Antonio con entusiasmo – Esas decisiones tienen consecuencias, primero a nivel político, pero también en lo personal”.

Una propuesta inusual para los tiempos que corren, con diez actores en su elenco, entre los que encontramos a José Vicente Moirón y a Carmen Mayordomo. Una versión que respeta el original sin pretender ser “más Shakespeare que el propio Shakespeare”, pero que cuida de preservar su belleza poética, clave para comprender su mensaje: “Esa poesía oscura está llena de monstruos – Nos cuenta Nando – Nos pone frente a un espejo muy complicado, el de nuestra propia maldad. No habla solo del propio individuo, sino de la sociedad”.

“Hemos mantenido esa fidelidad a la obra, pero buscando una estética próxima a los espectadores del Siglo XXI, pensando que ojalá interese al público más joven porque se pueden sorprender”. Explica Nando sobre la épica y la contundencia que, mezcladas con el uso del humor negro, hablan de tú a tú a un público acostumbrado a series del estilo de Juego de Tronos “¡Un juego de niños al lado de Tito Andrónico!”, dice entre risas su adaptador.

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Foto de Diego Casillas

La dimensión de la mujer dentro del espectáculo

El peso e importancia de las mujeres en las historias de Shakespeare siempre ha sido decisivo y en Tito Andrónico vuelve a suceder, quizá la truculencia y la oleada de agresividad las deje algo desdibujadas, pero Teatro del Noctámbulo ha querido darles la dimensión y profundidad que merecen. “Las mujeres de esta obra deambulan en terrenos mucho más oscuros que los hombres – señala Antonio – Hay una visión de la mujer mucho más contemporánea”. Para enfatizarlo, Nando ha creado nuevos parlamentos y ha perfilado con precisión las circunstancias que determinan su destino: “Con respecto a un mundo donde se sufre la violencia machista desde muchos lugares – Dice el dramaturgo – se sufre esa terrible lacra del honor que ha perseguido a la mujer durante siglos”.

Por ejemplo, con Tamora, la “mala” de la función, se han querido matizar los motivos de sus acciones y señalar sus contradicciones como madre y reina: “Ahondando en su decisión de comenzar la violencia – Explica Antonio – ¿Ser justa con sus hijos vivos o leal a su hijo muerto?”.

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Lucía Fuengallego interpretando a Lavinia en un momento de la función. Foto de Diego Casillas

Un conflicto clásico cargado de actualidad

Yendo más allá de su impactante envoltorio, el interés de este texto radica en la cercanía al momento sociopolítico que vivimos y su reflexión sobre la lealtad: “Cada vez vivimos en un mundo más polarizado: ‘estás con nosotros o contra nosotros’, y eso genera mucha violencia” Reflexiona el director del espectáculo. “¿Quién es un buen ciudadano? ¿El que cumple a rajatabla las normas o el que se rebela cuando estas normas son injustas? Ese dilema no es nada cómodo”.

El “deber” del ciudadano y estos tiempos de Covid llevan a Nando a otra reflexión: “Decían que íbamos a salir mejores y realmente está desnudando las carencias de nuestra sociedad, el individualismo, el hedonismo más desatado. Hay algo que está sucediéndonos que tiene que ver con los personajes de Tito Andrónico donde, cada uno, busca su satisfacción, su mera venganza. Esa violencia puede ser una cadena infinita porque todos tienen una argumentación para justificarse y no conocen el límite. Lo que te plantea es qué harías tú en esa situación”. Tanto Antonio como Nando señalan la cultura como posible bote salvavidas: “Nos permite dominar el instinto y recuperar nuestra humanidad; y el teatro no deja de ser parte esencial de esa cultura”.

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