Por Sergio Díaz

 

Es una de las dramaturgas y directoras más interesantes del panorama teatral contemporáneo y estrena nueva obra tras cosechar grandes éxitos con su anterior pieza, Moscú (3.442 kilómetros), con la que llegaron incluso a la emblemática Timbre 4 de Buenos Aires. Su nuevo espectáculo se llama Tres canciones de amor y en él nos habla del amor como fuerza creadora y destructora, una pulsión humana que modifica para siempre el destino de nuestras vidas. Elena Corral, Laura Lorenzo, Lúa Testa, Eugenio Gómez, Sergio Torres, Carlos Jiménez- Alfaro son los intérpretes de esta obra de La Trapecista Autómata que podrá verse del 10 al 26 de enero en la Sala Cuarta Pared.

Hablamos con Patricia para que nos cuente qué es esto del amor en esta entrevista en la que cada pregunta está acompañada por una canción sobre el amor y el desamor que puede, o no, tener algo que ver con las respuestas…

 

Una pregunta fácil para empezar… ¿Qué es el amor?

Supongo que esta pregunta me la he ganado a pulso… He de decir que no tengo ni idea. Como dice la cita de Emily Dickinson que acompaña esta obra, “que el amor existe es todo lo que sabemos sobre el amor”, todo lo demás son solo suposiciones. Creo que el amor es una experiencia muy personal y que no deberíamos juzgar la forma de amar de nadie bajo nuestros supuestos personales. Lo que sí creo firmemente es que se puede aprender a amar mejor, que tenemos que hacer un esfuerzo por desprendernos de todos los imperativos que nos han dicho “el amor es esto” y encontrar nuestras propias fórmulas. Y que el amor debería ser algo que se hace y no algo que se padece, esto también lo creo.

 

Canción: ¿Qué es el amor?, de Kannon

 

¿Cómo nace en ti la idea de escribir este texto?

Nace como un intento de acercamiento a la idea de amor, como un intento de comprender qué es lo que nos condiciona a la hora de relacionarnos con el otro, por qué, muchas veces, vemos el amor como enfrentamiento en vez de verlo como encuentro. E investigando, inevitablemente, me di de bruces con la construcción de género, porque llegamos al amor muy condicionados por la idea de quiénes somos o de quiénes se supone que debemos ser, y de ahí surgen muchos problemas, a veces pequeños y otras, muy grandes y terribles.

 

Canción: Promesas que no valen nada, Los Piratas

 

La estructura de la obra es muy original, un tríptico donde las dos primeras partes son en formato de canción… ¿cómo decidiste hacerlo así?

La idea de tríptico me permitía hacer una obra en tres partes aparentemente independientes, pero que se complementan y cobran sentido desde una visión global (o eso espero). Además, la estructura está planteada como un ejercicio dialéctico en el que la tesis se corresponde con la parte de los hombres como realidad impuesta, la antítesis como la parte de las mujeres que se opone a esa realidad y, la síntesis, como punto en el que ambos se encuentran, dando lugar a una realidad nueva mediada por el amor. En cuanto al formato canción… yo estaba un poco desesperada buscando una estructura interna para cada parte que sujetara el discurso, no daba con nada que me pareciera adecuado y, de repente, lo tenía delante, en el título de la obra, en las canciones y su estructura. Sobre esa base formal empecé a armar el esqueleto de la obra e incorporando en ella los temas que quería poner en escena. Fue un alivio porque para mí, es muy importante que mis obras tengan una estructura fuerte que, quizás no se perciba, pero que está ahí, sujetándolo todo.

 

Canción: 7 de septiembre, Mecano

 

¿Cómo has elegido las canciones que van integrando la obra?

Las canciones tienen que ver con lo que se dice y sirven para subrayar, para completar o para contradecir. Son parte de la dramaturgia, menos algunas que están por el placer de que estén, sin más, porque molan.

 

Canción: Somebdoy told me, The Killers

 

Los nombres de los personajes en las primeras partes, tanto de ellos como de ellas, no están elegidos al azar… ¿Por qué los elegiste?

Porque creo que responden a estereotipos muy claros. Los estereotipos son interesantes como signos, porque aportan mucha información con muy poco y te permiten jugar con lo que significan. Yo he tenido el descaro de conjurar en esta obra a John Wayne, James Dean, Montgomery Clift, Norma Jane Baker, Doris Day y Katharine Hepburn, y con ellos, lo que representan o representaron como prototipos de lo que debía ser un hombre o una mujer. El cine también forma parte de nuestra educación emocional, al igual que las canciones y la literatura, y nos condicionan mucho, crean mitos que pueden ser peligrosos. Yo crecí pensando que algún día viviría una historia como la de los protas de Dirty Dancing sin pararme a pensar en si era un buen ejemplo de relación, o que el amor era un videoclip pop con mucha melena al viento que ondeaba a cámara lenta y mucho desgarro, mucho dolor… Creces viendo y pensando que el amor es lucha, conflicto y que si no hay ese enfrentamiento es que no es amor. Creo que tenemos que aprender a desprendernos de esas ideas, de esos estereotipos y que, para poder bombardearlos, hay que ponerlos en la diana.

 

Canción: Autopista, Loquillo y Los Trogloditas

 

¿Cómo ha sido el proceso de ensamblaje de la obra con los intérpretes? ¿Os habéis ceñido a trabajar sobre tu texto o ha habido un proceso de investigación en vuestras propias vidas para poder plasmar mejor reflexiones sobre el amor?

El trabajo principal se ha centrado en el texto pero hemos tenido que parar los ensayos muchas veces para hablar, para reflexionar, también para discutir diferentes puntos de vista sobre el tema, porque no siempre estábamos de acuerdo. El texto se ha ido modificando con el trabajo de puesta en pie, a veces han sido cambios muy leves pero que daban un vuelco al sentido de lo que se estaba diciendo. Justo ahora estamos trabajando la tercera parte, que es mucho más biográfica, por decirlo de alguna manera, y estamos mezclando el texto escrito con las confesiones amorosas de los actores y actrices y con canciones que han marcado de alguna manera su vida amorosa. Está siendo interesante y muy intenso, porque el tema da para mucho y porque se están lanzando preguntas que a veces no nos hacemos y, de repente, se produce una especie de sacudida, por ejemplo cuando tienen que hablar sobre comportamientos que se esperaban de ellos solo por el hecho de ser hombres o de ser mujeres. No hay una respuesta rápida, tienen que reflexionar antes de responder porque quizás no se lo han planteado nunca o han pasado por encima. Creo que esto nos pasa a todos, quizás menos a las mujeres porque sí que tenemos que posicionarnos y reposicionarnos continuamente ante cosas que se esperan de nosotras por el simple hecho de ser mujeres.

 

Canción: Friday I’m in love, The Cure

 

Al escribir y dirigir tus propias obras será más fácil trasmitirles el mensaje que hay en el texto, captarán la esencia mejor ¿no?

Es más fácil porque tienes a la fuente delante, no hay que hacer suposiciones sobre qué ha querido decir la autora con esta frase porque me lo pueden preguntar directamente y porque, se supone, yo lo tengo claro. También está el peligro, por mi parte, de querer explicar hasta lo más insignificante y no dejar que haya un descubrimiento que venga de la mano de los actores. A veces me tienen que parar para que les deje ese espacio, y es estupendo, porque te descubren cosas que tú no estabas viendo, porque entra lo subjetivo, la visión personal de cada uno que hay que respetar y de la que hay que alimentarse. Lo mejor de la bicefalia dramaturga/directora es que el texto está siempre vivo, siempre dispuesto a cambiar para adaptarse a las necesidades que vayan surgiendo, tanto de interpretación como de puesta en escena.

 

Canción: Ne me quitte pas, Jacques Brel

 

Para ti ¿qué es ser un hombre? o ¿cómo te gustaría que fueran las nuevas masculinidades?

No tengo ni idea de qué es ser un hombre porque creo que existen infinitas maneras de ser hombre, igual que de ser mujer o de escapar de esta opción binaria. Lo que creo es que hay un mandato que marca los parámetros sobre qué debe ser un hombre y que castiga todo lo que se salga de esos parámetros, y que ese mandato se ha cuestionado poco frente al mandato de la feminidad, que está en cuestión desde hace mucho tiempo. Casi todos los libros que he leído sobre masculinidades (y han sido unos cuantos) giran en torno a muy pocos conceptos, porque la idea de lo masculino es muy compacta, muy rígida y, por lo tanto, fácil de quebrar porque no se ha flexibilizado lo suficiente como para poder adaptarse a los cambios, y esa rigidez ocasiona sufrimiento, por no llegar a la idea de hombre o por tener que cargar con la idea de hombre, y ese sufrimiento no siempre se gestiona bien. También creo que hay hombres que están encantados de ser los reyes del mambo y que, simplemente, se dedican a disponer de lo que creen que les pertenece.

 

Canción: Cuando brille el sol, La Guardia

 

Patricia Benedicto: "En los tiempos que corren quererse puede ser muy revolucionario" en Madrid

 

¿El machismo es cuestión de educación, de falta de información, de comodidad, de egoísmo?

Probablemente sea una mezcla explosiva de todo ello. Cuando has nacido en el lado adecuado es más difícil que te plantees que hay algo que está mal en tu lado, ocurre igual en cualquier situación de desigualdad de cualquier tipo, dependiendo del lado que te haya tocado te rebelarás o no, lo cuestionarás o no. Sin duda la educación es fundamental. Hace poco tuve una experiencia muy reveladora, porque a veces tenemos la creencia de que el mundo funciona como nuestro entorno más directo y no es así para nada. Yo tengo amigos con hijos adolescentes que nos llevan siglos de ventaja en cuanto a construcción de género porque han crecido con menos etiquetas y lo viven todo de una manera natural y casi sin prejuicios. Y puedes pensar que ahora todo es así, que las nuevas generaciones están a otra cosa, pero no, para nada. En unos talleres que estuvimos haciendo en institutos sobre diversidad, una profesora nos contó, con los ojos muy abiertos, que sus alumnos, chavales de 17 años, soltaban tan panchos que si un hombre pegaba a una mujer por algo sería y que si la mataba, algo habría hecho ella, y te entra mucho miedo. Y luego hablas con ellos y no te encuentras con monstruos, sino con chavales que no son capaces de expresar lo que sienten, que no saben canalizar la rabia si no es a golpes y que están muy presionados por el grupo que vigila para que ninguno se salga del redil. Creo que es importante que, todos en general y los hombres en particular, aprendamos a relacionarnos y expresarnos emocionalmente y aquí es donde debería entrar la educación.

 

Canción: Bajo el suelo, Boikot

 

¿Y las nuevas feminidades cómo son o cómo te gustaría que fueran? Si es que acaso las feminidades tuvieran que cambiar…

Como en el caso de los hombres, creo que hay muchas maneras de ser mujer. Es cierto que la idea de mujer se ha cuestionado mucho más, de forma individual y conjunta, y que, por lo tanto, se ha hecho más permeable, y que ese mandato del que hablaba antes no es tan rígido, aunque sigue ahí, claro. Luego están los y las que quieren devolvernos a una idea concreta de lo que significa ser mujer, que quieren legislar y comerciar (aún más) con nuestros cuerpos y colocarnos en esa posición tan poco atractiva de sufridoras y sacrificadas, aunque creo que encontrarán una resistencia cada vez mayor.

 

Canción: Comiéndote a besos, Rozalén

 

¿Un cuerpo enamorado tiene algo de cuerpo enfermo?

No sé si tanto como enfermo pero sí alterado. Yo creo que deberían darnos vacaciones cuando nos enamoramos y cuando nos desenamoramos, concederle a ese estado alterado la importancia que tiene, regalarle tiempo.

 

Canción: Necesito droga y amor, Extremoduro

 

¿Es el anhelo de tener pareja una imposición social?

Tiene mucho de imposición social, sin duda, pero creo que también hay una necesidad sincera de vivir acompañados, porque la soledad puede ser algo brutal. Lo que sí que tratan de imponernos es la forma en la que tenemos que estar juntos dentro de unos parámetros que sean beneficiosos para el Estado, para el consumo y para el control. Contra esta, o cualquier otra imposición, es contra lo que deberíamos pelear. Y contra la soledad, porque también nos la están imponiendo.

 

Canción: Con mis propias manos, Chavela Vargas

 

¿El amor y la vida moderna son incompatibles? ¿Son sanas las relaciones que establecemos hoy en día?

Eso parece. Pero es que la vida moderna es incompatible con un montón de cosas, con la humanidad, por ejemplo. Creo que el hiperconsumo ha alcanzado también al amor, y que se consumen cuerpos como se consumen series, si esta no te gusta, deslizas el dedo y a por otra. Nos asusta el compromiso porque lo confundimos con atadura, cuando estar comprometido con alguien o con algo puede ser hermoso. Nos pasa con otras cosas, que también nos cuesta un poco comprometernos. También es normal porque puede ser que estemos un poco desencantados, por eso hay que hacer un esfuerzo y amarse mucho y lo mejor posible.

 

Canción: Te odio, Los seis días

¿Solo el amor puede salvarnos?

Sin ninguna duda. Y no me refiero al amor romántico, o no solo, me refiero al amor al prójimo, así, en términos bíblicos. En los tiempos que corren quererse puede ser muy revolucionario.

 

Canción: Duerme conmigo, Marea

 

¿Hay que dejar que suceda el amor? ¿Tú has guardado tu corazón por miedo a que te lo rompiesen?

Habría que dejar que sucediera, pero entiendo que después de algunas experiencias digas “hasta aquí, me planto”. Yo he sido bastante reservada con mi corazón pero eso no ha evitado ni que me enamorara ni que me lo rompieran, lo que sí ha evitado es que me lanzara a alguna relación que podría haber sido estupenda y que no viví por miedo.

 

Canción: Hymne A L’amour, Edith Piaf

 

Y como mujer ¿sientes que amar es un riesgo hoy en día? No es que te rompan el corazón, si no que te pueden decir aquello de “si no eres para mí no serás de nadie”…

Cuando te lanzas a amar a alguien siempre hay riesgo, seas hombre o mujer, porque tendemos a entender las relaciones amorosas como relaciones de poder y pertenencia. Pero creo que ser mujer aumenta el riesgo, por supuesto, porque nos están matando.

 

Canción: Nacida para ser de un salvaje, Habeas Corpus

 

Patricia Benedicto: "En los tiempos que corren quererse puede ser muy revolucionario" en Madrid

 

¿Eres Elena en el monólogo final? ¿Has convertido lo personal en teatro?

Sí y no. Hay parte de experiencia personal y parte que no lo es aunque pueda parecerlo. En la obra hay muchos materiales personales (diarios, cartas…) pero que pasan siempre por un proceso de reconversión a algo con aspiraciones artísticas. En este proceso siempre hay una distancia crítica, una mirada más racional que tiene que dialogar con la emoción de esos materiales y que tiene que dejar a un lado aquello que no es interesante desde un punto de vista dramatúrgico. Ahora mismo estoy reflexionando mucho sobre esto, sobre la autoficción, sobre su validez e interés… aún no tengo una respuesta clara, solo sé que me interesa la confesión como forma dramática y, como forma, puede encerrar tanto lo “real” como lo ficticio. Lo que sí puedo afirmar es que lo personal que pueda contener la obra está tratado con distancia, sin dolor y sin trauma, no hay ninguna intención de hacer terapia (que a veces se confunde), lo personal es un motor, no un objetivo.

 

Canción: Te echaré de menos, Los Piratas

 

¿El amor entonces son puñeteras canciones pop?

Si no lo es, lo parece… No solo canciones pop, entran otros géneros, pero creo que casi todos podemos vincular nuestros relatos amorosos a canciones, bien porque nos recuerdan a aquella historia que vivimos o porque tal o cual canción sonó durante nuestro primer beso. Y cuando vuelve a sonar esa canción, nos vamos a ese momento, a ese beso que pasó hace 20 años. Yo recuerdo que al volver a casa después de mi primer beso con un chico, escuché dos veces seguidas un disco de Alejandro Sanz que odiaba pero es que, en ese momento, ese disco ponía letra y música a lo que yo estaba sintiendo. Y después de una ruptura, que solo quería escuchar a Los Panchos… y así muchas.

 

Canción: La Nave del olvido, Los Panchos

 

¿Cómo fue la experiencia de llevar tu anterior montaje Moscú, 3442 km. a la mítica sala de Buenos Aires, Timbre 4?

Fue intensa, no podía ser de otra manera. También muy divertida, claro. Además estuvimos en la sala Boedo, donde empezó todo, donde se estrenó La omisión de la familia Coleman, un espacio muy peculiar y en el que fuimos muy felices. Fueron unas funciones preciosas porque éramos conscientes de estar viviendo algo especial. Estuvimos seis días, hubo gente que repitió y tuvimos buenas críticas, así que creo que gustó. Cuando seamos muy viejos desvelaremos el secreto de cómo meter una escenografía casi completa en diez maletas, un hito en la logística de la gira internacional.

 

Canción: Despacio, María Gabriela Epumer

 

 

TRES CANCIONES DE AMOR

Cuarta Pared

Del 10 al 26 de enero