Siveria, obra firmada por Francisco Javier Suárez Lema, llega al Teatro Español – Del 11 al 28 de febrero – para narrar los acontecimientos a los días previos a la detención de la activista LGTBI rusa Yelena Klimova. Una historia basada en hechos reales que cuenta con la dirección de Adolfo Fernández quien, además, comparte reparto con Sonia Almarcha y Marc Parejo.

 

 

¡Que el grito del activismo LGTBI no cese!

 

Por Redacción

Foto portada Sergio Parra

El 31 de enero de 2014 se inició un proceso contra Yelena Klimova, activista y fundadora de un grupo de apoyo en la red social Vkontakte en el cual se publican cartas de adolescentes LGTBI de varias regiones de Rusia. Klimova fue acusada de generar “propaganda homosexual” y condenada a pagar una multa de 50.000 rublos. Años más tarde, el 23 de julio de 2019, fue asesinada en San Petersburgo la conocida activista Yelena Grigórieva, que se había dedicado los últimos años a la defensa de los derechos del colectivo LGTBI ruso. Grigórieva, de 41 años, había denunciado que llevaba un tiempo recibiendo amenazas de grupos homófobos y ultranacionalistas. La policía halló su cuerpo, cosido a puñaladas, en plena calle, escondido tras unos matorrales. Esta obra quiere ser un homenaje a todas las Yelenas, trazando una semblanza sobre los fanatismos y la traición, con Virginia Woolf y la música de Jeff Buckley como fuentes de inspiración. Basándose en hechos reales, la obra recrea, de modo libre y con las hechuras del género del suspense clásico, los días previos a la detención y el interrogatorio de la activista rusa Yelena Klimova.

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Sonia Almarcha y Marc Parejo en una escena de ‘Siveria’. Foto Sergio Parra

 

Siveria cuenta la historia Elena y Kristof, dos activistas que comparten piso en una ciudad de la Rusia de Putin. Desde su apartamento, esquivan las leyes gubernamentales que prohíben la propaganda homosexual, editando una página web que da apoyo a jóvenes LGTBI rechazados por sus propias familias. Todo parece funcionar hasta el día en que la policía secreta, que ha estrechado el cerco, se lleva detenida a Elena y le somete a un interrogatorio en el que un implacable inspector pondrá a prueba su lealtad a la causa por la que ella siempre ha luchado.

“Decía el filósofo Michel Foucault que el colectivo homosexual no solo tiene que defenderse a sí mismo o afirmarse como una identidad, sino devenir en una verdadera fuerza creativa. Creando cultura, no solo una subcultura. No basada en un esencialismo, sino en una cultura abierta que pueda comprehender cualquiera, admitir o ser reconocida por cualquiera que forme parte de una sociedad amplia”, explica el autor del texto, Francisco Javier Suárez Lema. “Siveria se inscribe en ese tipo de producción. Los dos protagonistas son lesbiana y homosexual y en la pieza hay denuncia o activismo, ineludibles, pero también una narrativa con la que cualquiera se podría identificar, pues Siveria apela a esa cultura en la que caben universales como la traición, el miedo, la soledad, el poder, el feminismo o las relaciones entre padres e hijos”.

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Sonia Almarcha y Adolfo Fernández. Foto Sergio Parra

La obra toma como inspiración un hecho real ocurrido al amparo de una legislación que dista de parecerse a la de nuestro país, pues traslada la acción a la Rusia de Putin. “El eje de conflicto en esta pieza se sustancia en la resistencia. Sin resistencia no habría relaciones de poder. Aquí, una mujer lesbiana es sometida a un interrogatorio sumarísimo; juzgada de antemano por su ideología, por su género o incluso por su orientación sexual. Han sido los esfuerzos, a menudo titánicos, de las comunidades LGTBI, junto con la investigación académica, los que nos han permitido sentenciar que no existen orientaciones sexuales correctas o incorrectas. El problema no reside ya en la autoaceptación e identificación, sino que se halla en la homofobia social en la que una persona homosexual puede vivir. La cultura necesita esforzarse por seguir construyendo esas otras narrativas, esas otras formas de entender la sociedad, sin olvidarnos de los avatares de nuestra historia o de lo que ocurre en otros lugares de nuestro entorno”, continúa su director. “Siveria es una muesca más en ese esfuerzo, en ese marco, desde la autoría, desde lo artístico. Siveria germinó con ese pensamiento, el de convertirse y convertirla en artefacto crítico, en musculosa proclama vindicante, sin dejar de pensarse, en todo su proceso de construcción, también como texto literario luminoso, edificante, conmovedor y con vocación de colectivo”.

Siveria es una producción de K Producciones. El diseño de espacio escénico está firmado por Emilio Valenzuela, la iluminación es obra de Edu Berja, la música original y audiovisuales es obra de Naiel Ibarrola, y el diseño de sonido lo firma Lander Macho.