Nuestra resignación es su victoria

 

Por Sergio Díaz

Fotos: Irene G. Lara y Sandra Nieto

 

Tras Nada que perder llega a Cuarta Pared Instrucciones para caminar sobre el alambre, la segunda parte de la Trilogía Negra que retrata de una manera cruda y realista algunos de los males que asolan a nuestra sociedad contemporánea. Teatro de investigación urgente y necesario.

 

Al igual que Nada que perder, Instrucciones para caminar sobre el alambre ha sido escrita a cuatro manos: Quique Bazo, Yeray Bazo, Juanma Romero y Javier G. Yagüe. Al igual que en Nada que perder, Yagüe es el director de esta nueva propuesta y es también el ideólogo de esta Trilogía Negra que trata de indagar y cuestionar la realidad en la que vivimos. Al igual que en Nada que perder, Marina Herranz y Javier Pérez-Acebrón repiten como intérpretes (Rosa Manteiga, Guillermo Sanjuan y Aitor Satrústegui se incorporan ahora al elenco). Al igual que en Nada que perder, todo lleva el sello de Cuarta Pared. ¿Repetirán el mismo éxito conseguido con la primera parte?

 

Viaje por las emociones

Puedo decir que he visto todas las producciones de la Compañía Cuarta Pared. Y puedo decir también que está siendo un viaje fascinante. En cada una de sus creaciones indagan en una parte del teatro que conecta con una parte muy específica de la vida y de las emociones. Teatro de investigación sobre aquellos temas que más nos importan. No sé si en mi caso sus proyectos se han creado en el momento vital adecuado (quizás Nada que perder me hubiera venido mejor haberla visualizado en mi rabiosa etapa juvenil, cuando pensaba que de verdad no tenía nada que perder y soñaba con que mis cócteles molotov hicieran arder sus pilas de sobres con dinero en B), pero el caso es que las cosas llegan cuando llegan. Y esta segunda parte de la Trilogía Negra sí que entronca con un momento vital perfecto. Para mí y para muchas personas de las que están a mi alrededor, los que parecemos vivir en recesión constante, los que nunca salimos de la crisis económica. Si Nada que perder era un retrato de los tejemanejes de la clase política, en esta segunda parte se habla de aquellos que sostenemos el sistema con nuestro miedo. De nosotros, la clase trabajadora.

 

Retrato de la precariedad

Porque el trabajo es una de las grandes preocupaciones de los seres humanos. Siempre lo ha sido, pero ahora las circunstancias son tan especiales que las inquietudes laborales nos ocupan más de lo normal. Porque no hay trabajo para todos, porque el trabajo que hay está mal pagado, porque la competitividad brutal entre unos y otros nos genera estrés, porque hemos perdido la solidaridad, porque existen cosas como el ‘mobbing’, porque las grandes empresas nos destruyen y devoran sin piedad, porque esto es un sálvese quien pueda. Y se suelen salvar aquellos que tienen menos escrúpulos, los que son capaces de abandonar sus principios, los que avanzan sin mirar atrás, sin que nada les importe, sin tender una mano a aquellos que más lo necesitan… Porque nuestra resignación hace que el sistema crezca y gane.

Pues todo pinta que sí. Todo parece indicar que los Bazo, Romero y Yagüe repetirán éxito con este nuevo montaje porque a los espectadores nos sigue interesando que nos muestren la realidad como lo hacen ellos, no de una forma acusadora o culpable, sino de una forma inteligente para saquemos nuestras propias conclusiones -si queremos hacerlo- y que seamos capaces de despertar, porque aún estamos a tiempo… ¿verdad?