La actual directora artística del Teatro Circo Price, María Folguera, nos cuenta de primera mano el proyecto en el que se ha involucrado hasta el tuétano con el CDN para llevar a escena por partida doble vida y obra de una escritora fundamental para entender un periodo clave del siglo XX español. Chema Adeva, Tábata Cerezo, Pedro G. de las Heras, Trigo Gómez, Andrea Hermoso, Ione Irazabal, Isabel Madolell, Ramiro Melgar, Julia Monje y Rosa Savoini componen el reparto de Celia en la revolución, novela de Elena Fortún adaptada al teatro por Alba Quintas, una historia que retrata como ninguna otra los años de Guerra Civil Española y que, sin embargo, vio la luz en 1987.

 

Por María Folguera

Fotos: marcosGpunto

 

Sendero Fortún es el título de un proyecto del Centro Dramático Nacional. Es un órgano que tiene dos ventrículos: el primero se llama Celia en la Revolución, y se estrena el 6 de noviembre. El segundo se llama Elena Fortún, y se estrena el 18 de febrero. Dos escrituras, dos creaciones escénicas divididas por un tabique interventricular pero que sirven a la misma función: bombear un oxígeno que necesitamos, el de la obra de Elena Fortún (1886-1952). Sus libros atravesaron las dolorosas décadas de los 30 y los 40 en España, y desde una perspectiva propia- entre los niños, las chicas, las que ocultaban secretos- habló de tensión social y de incomodidad en los roles de género, siempre con humor, ternura y un estilo sencillo y cotidiano.

 

“Lo mejor que podemos hacer es cuidar de las niñas”

Celia en la Revolución, manuscrito a lápiz encontrado a los 80 en una bolsa olvidada, relata el periplo de una adolescente por la España del bando republicano durante la Guerra. Esta es la primera vez que se lleva a escena. Alba Quintas ha realizado la adaptación, y un gran equipo que tengo el honor de dirigir se ha consagrado a invocar en escena tres años y muchos kilómetros, de Segovia a Barcelona, de 1936 a 1939. Celia descubre que los discursos de los adultos que la rodean quedan aplastados por la violencia de la realidad. Que las herramientas de la Razón ya no sirven. Una de las frases más importantes que se dicen durante la función es “Lo mejor que podemos hacer es cuidar de las niñas”. Frente al odio dialéctico y la descarga de muerte, Celia y sus amigas adolescentes sacan adelante cada día, en el cuidado mutuo, el amor honesto.

 

Andrés Trapiello, experto en literatura española sobre la Guerra Civil, señala que Celia en la Revolución es el único libro escrito en esta época en el que un personaje admite haber asesinado, por razones más relacionadas con la necesidad de encajar en el grupo social que con la ideología. Esta no es una obra de fusiles y frentes bélicos. Esta es una obra de primeras borracheras, de discusiones con tu padre y de la defensa de tu jardín mientras Cuatro Caminos arde a lo lejos.

 

El camino de Encarnación Aragoneses

El segundo ventrículo, Elena Fortún, es una pieza de cámara sobre el camino de escritura de Encarnación Aragoneses, la mujer que llegó a fundirse con su seudónimo de autora bestseller. Mi mayor reto como dramaturga y directora de esta obra es el juego actoral entre planos temporales y metaficticios, puesto que en la pequeña sala El Mirlo Blanco tendremos a Elena/Encarna y a las personas y personajes que acompañaron su vida. Seis actores y nos despojamos de recursos para buscar la esencia del juego, del ‘Érase una vez’ que salvó siempre a Elena. Esta obra está dedicada a Nuria Capdevila-Argüelles, Maria Jesús Fraga y Marisol Dorao, investigadoras y arqueólogas literarias que han permitido la recuperación de la gran obra escondida de Fortún. Que encontraron, cual Indiana Jones, un corazón que latía entre papeles polvorientos.

 

Respirando a Elena Fortún en Madrid