Este estreno, que podremos ver el 10 de diciembre en el Teatro del Bosque de Móstoles, será el primer encuentro con el público madrileño, antes de presentar su anterior trabajo No Time To Rage en los Teatros del Canal la próxima primavera.

 

El coreógrafo Eduardo Vallejo presenta The Holy Trinity

 

Por Redacción

Foto portada: Alba Muriel

 

El joven coreógrafo asturiano Eduardo Vallejo Pinto vuelve a habitar el escenario del Teatro del Bosque en Móstoles presentando su nuevo espectáculo The Holy Trinity en una cita única el próximo 10 de diciembre. Con esta pieza, Eduardo Vallejo continúa la andadura de la joven compañía de danza Ogmia, con citas ya programadas para el próximo año en los Teatros del Canal (marzo 2021) y TANZtheater, Hannover  (agosto 2021).

The Holy Trinity es una exploración visceral del concepto de mujer y de cómo, desde su origen, ha sido una de las palabras más maleables y vilipendiadas de la historia. El ser mujer ha estado condicionado por factores externos como la sociedad, la política o la religión, que han influido en la construcción mental colectiva y personal del papel del género femenino. El coreógrafo Eduardo Vallejo Pinto empuja al espectador a experimentar un trabajo físico e introspectivo que sacude nuestro sistema de creencias sobre los arquetipos femeninos.

Esta obra nace tras un complejo proceso de investigación que indaga tanto en las experiencias vitales los propios bailarines, hechos históricos y referencias contemporáneas halladas en los videojuegos y en el cine. The Holy Trinity acompaña al espectador en un viaje inagotable que expone la carga histórica y social que hemos heredado y de la que sólo hay una manera de deshacerse: cortar las raíces podridas de este legado.

 

Una metodología propia: la huella dactilar del bailarín

En esta obra, Eduardo Vallejo continúa desarrollando su propia metodología coreográfica cuya premisa es que el movimiento de cada individuo es tan único e intransferible como su propia huella dactilar.

Eduardo ha enfocado la construcción de su método bajo la certeza de que el movimiento contiene tanta información del individuo como su huella dactilar, de ahí que podamos reconocer a una persona solo observando como camina o mediante sus gestos. Para profundizar en esta idea Eduardo analiza meticulosamente todos los aspectos que influyen en la persona y como esto afecta en su forma de moverse.

La innovadora propuesta de Vallejo Pinto ha sido distinguida por la Compañía Nacional de Danza (CND) al concederle un puesto en su programa de Residencias Artísticas para desarrollar su obra No Time To Rage, estrenada en 2019 en el Teatro del Bosque y que volverá a disfrutarse en los Teatros del Canal el próximo marzo.

 

 

Sobre Eduardo Vallejo Pinto

Bailarín y coreógrafo con residencia actual en Madrid, ha desarrollado su formación artística en danza clásica y contemporánea en distintas instituciones de Europa y Oriente Medio. Su carrera profesional se ha desenvuelto en diversos ámbitos de la danza en países como España, Italia, Alemania, Polonia, Suecia, Suiza, Rumanía e Israel.

Como intérprete ha participado en proyectos diversos a lo largo de estos años, tanto como freelance en proyectos puntuales, como miembro fijo de compañía. En cuanto a su incursión como coreógrafo sus trabajos están basados en una metodología personal denominada movimiento dactilar, en la que el individuo es único; una aproximación más intuitiva que empatiza y analiza al bailarín desde un lugar más primario a través de sus propios movimientos, que son un reflejo de su propio constructo.

Su participación en trabajos con Oysho Studio, CraneoMedia y Sony Music como coreógrafo para distintos proyectos audiovisuales, junto a la experiencia en producción durante varios años trabajando para Tezoro Productions y Wolrd Dance Movement alrededor de Europa, sumado a proyectos como asistente de dirección y producción han llevado a fundar su propia productora Batbox Productions, que le ha servido como plataforma para la creación de piezas propias y contar así con un equipo de trabajo y colaboradores, para el desarrollo de proyectos propios.

Tell the Dust, su ópera prima, contó con residencia de Coreógrafos en Comunidad 2017 y se estrenó en Madrid con gran acogida del público. Desde entonces se ha concentrado en la creación de forma casi ininterrumpida. Su siguiente pieza Indulgence fue seleccionada para el Programa de Residencias Artísticas del Centro Danza Canal 2019 y participó en varios certámenes.

Su segunda obra No Time to Rage pieza de gran formato que contó con el apoyo como creador novel por la Comunidad de Madrid e INAEM y fue seleccionado para el Programa de Residencias de la Compañía Nacional de Danza (CND), se estrenó a fines de 2019 en Teatro del bosque y comenzará gira en marzo de 2021 en la Sala Verde de Teatros del Canal.

En 2020 estrenó una pieza corta en abril en Danza Doppelgänger y fue seleccionado para el Programa Think Big 2020 para Jóvenes Coreógrafos de Danza Contemporánea, programa de residencia conjunta de la Staatsballett Hannover (Marco Goecke) y el festival TANZtheater INTERNATIONAL. Este año el programa ha sido trasladado al 2021, donde estrenará una pieza en agosto en dicho festival.