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Laura Garmo en la piel de Camille Claudel

«Mis textos siempre tratan de reivindicar algo, de dar voz a las que yo llamo las y los invisibles»

 

Es la autora, directora e intérprete de Perra royendo hueso, una obra sobre la figura de Camille Claudel que podremos ver en noviembre en El Umbral De Primavera. Laura Garmo se mete en la piel de la genial escultora para contarnos lo que pudo sentir mientras estuvo encerrada en el Hospital psiquiátrico de Montdevergues, lugar en el que pasó recluida 30 años de su vida.

 

Perra royendo hueso, de Laura Garmo

 

Por Sergio Díaz

 

¿En que momento llega Camille Claudel a tu vida?

La descubro en el libro Historias de mujeres de Rosa Montero en el que relata la vida de varias mujeres, muchas de ellas ligadas al arte, con vidas poco comunes y al leer la historia de Camille quedé horrorizada y a la vez prendada.

 

¿Y a partir de ahí tienes claro que quieres hacer una obra sobre ella?

Cada tres días veo algo y pienso: «haría una obra de esto», pero intento no darle importancia y dejarlo pasar. Cuando las cosas van creando poso, empiezo a hacerles caso. Y me pasó que, tiempo después, relacioné un trabajo que hice en un curso de interpretación con la historia de Camille y pensé que de ahí podía salir algo y empecé a investigar.

 

¿Cómo ha sido el proceso de investigación?

El proceso ha sido fascinante, empecé leyendo la correspondencia que hay publicada sobre Camille Claudel e investigaciones sobre su vida y sus obras, también la ficción que hay sobre ella: películas, libros… Y después fui a visitar el Hospital psiquiátrico de Montdevergues donde estuvo encerrada, cerca de Avignon, en el que conservan un pequeño museo sobre ella y en el que pude leer, por ejemplo, sus informes médicos. Visité el pequeño memorial que hay sobre ella desde 2005 en el cementerio y pude ver todavía esas tumbas sin nombre procedentes del manicomio, de los años 80, los últimos en los que se siguió permitiendo el abandono de personas en psiquiátricos. Y la fosa común donde iban a parar los restos cuando la zona destinada al hospital se llenaba. La recuperación de su memoria es relativamente actual, por ejemplo en 2017 abren el museo que lleva su nombre y que alberga muchas de sus obras.

 

¿Qué capítulos de su vida recoges en la obra?

La obra la sitúo en 1920, lleva 7 años encerrada, le quedan 23 años más pero todavía no lo sabe, no lo sabrá nunca… y en su encierro ella habla sola, imagina todo aquello que le gustaría decir, poniendo delante a Rodin, a su familia, al doctor del psiquiátrico y a través de esas conversaciones conocemos su vida, sus sentimientos, sus frustraciones, sus anhelos, su necesidad de crear…

 

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Laura Garmo dando vida a Camille Claudel. ©Kike Martos

 

¿Desde dónde has trabajado para meterte en la piel de Camille?

Al principio sentía que no podía hablar desde ella y pensé en contar su historia sin decir claramente quién era, me generaba mucha responsabilidad hacer de alguien que ha existido pero según la fui conociendo más, sobre todo a través de su correspondencia, me di cuenta que no éramos tan diferentes y de hecho en la obra hay frases literales de Camille que se mezclan con las mías y ya, a veces, hasta me cuesta distinguir cuales son de cual, eso me dio confianza para sentir que nada de lo que digo está muy alejado de lo que ella podría pensar.

 

¿Cómo has elaborado la puesta en escena?

Las obras de Camille, en materiales estáticos, están cargadas de movimiento y esto se refleja en Perra royendo hueso, un tiempo y lugar fijos que se mueven con una energía que circula impulsada por la necesidad de expresión a pesar del encierro y de crear belleza incluso en el horror. El punto de partida es ese y a través de los elementos básicos que puede haber en una habitación de un sitio así: una cama, una mesa y una silla, juego con todas sus posibilidades en escena. Y a partir de ahí, creamos el sonido y la iluminación, también fundamentales en Perra Royendo Hueso.

En cuanto al trabajo como intérprete, al dirigir la obra y también estar dentro, primero creé los movimientos escénicos y luego fui transitando la partitura como actriz. La ayuda como ojos externos de Coral Ros y Nacho León me ha ayudado mucho.

 

Camille Claudel pasó 30 años en un sanatorio mental, que se dice pronto. ¿El título de la obra es una referencia a ese largo periodo y a lo que debió sufrir?

Perra hambrienta es el título de una de las obras escultóricas de Camille Claudel, que en un principio la dio a conocer como Perro royendo un hueso, aunque era evidente que se trataba de una hembra y más tarde la cambiaría de nombre. De esos títulos surge el título de esta obra Perra royendo hueso. En la obra hago referencia a esto y a la identificación de Camille con esa escultura, con esa perra hambrienta de justicia que no para de roer un viejo hueso… quizás el hueso, duro de roer, del patriarcado…

 

Se le diagnosticó delirios de grandeza al entrar en el sanatorio mental. Pero es que ella era una mujer extraordinaria. ¿Por qué nadie quiso ayudarla de otra manera que no fuera encerrándola?

Ella tenía problemas mentales, yo no voy a negar eso… pero a día de hoy, ¿quién no los tiene? Lo que quiero decir es que sí, tenía problemas mentales, pero lo que su familia quiso fue quitársela de en medio recluyéndola en un sanatorio y aprovecharon el momento en que su padre murió que era el único que la defendía y solo su hermano, en contadas ocasiones, la fue a visitar. Y no solo eso, la madre la aisló totalmente, no dejó que recibiera visitas ni que llegaran sus cartas. Quiso quitarse lo que para ella era un problema, de raíz… Yo creo que sí tuvo que haber gente que le habría gustado ayudarla pero no encontraron la forma…

Durante el Renacimiento, en los siglos XV y XVI, existía la creencia de que las personas con problemas mentales estaban poseídas por el demonio. Muchas personas, en su mayoría mujeres, fueron acusadas de brujería y quemadas en la hoguera. A partir del siglo XVIII empiezan a multiplicarse los manicomios para encerrar a cualquier persona que era considerada una carga y la reclusión de mujeres por parte de sus familiares comienza a ser frecuente hasta que en los años 70-80 del siglo XX empiezan a aprobarse leyes que lo prohíben. Muchas mujeres, como Camille, fueron recluidas en manicomios, otra forma de caza de brujas.

 

En tu obra también habláis de la locura. Usamos la palabra loco, y sobre todo loca, con mucha alegría. Camille demostró en su correspondencia que, a pesar de sus problemas, era una mujer perfectamente válida, ¿no?

A día de hoy seguimos oyendo cómo se quita de un plumazo a gente, sobre todo mujeres, llamándolas locas… Te llaman loca y te invalidan como persona, es una forma de someter y los hombres lo han utilizado y lo siguen utilizando. Camille era una artista con preocupaciones de artistas, ¿cogerán mis obras en exposiciones? ¿Me adelantarán dinero para esta nueva escultura? ¿Llegaré a fin de mes? Y en su correspondencia se ve mucho de esto. La relación con Rodin le afectó mucho emocionalmente y la sombra del maestro la acompañó siempre. Ella como artista tenía que demostrar el doble, primero por ser mujer y segundo por haber sido amante de Rodin lo que le quitaba credibilidad como artista, como si solo se diera a conocer gracias a que él estaba detrás.

No voy a entrar a valorar hasta qué punto Camille tenía problemas mentales o no, pero creo que tener problemas mentales no te invalida para vivir en la sociedad y mucho menos para dedicarte al arte.

 

Por lo que has investigado, ¿Los centros psiquiátricos realmente son instituciones centradas en ayudar a los pacientes ingresados?

A día de hoy todo esto es muy diferente, sin embargo, por trabajos que he visto que tratan este tema, creo que todavía hay en estos centros muchas voces que necesitan ser escuchadas. Hace poco conocí el caso de Britney Spears. Alguien que puede trabajar a ese nivel y sin embargo no se le permite tomar decisiones básicas en su vida porque su padre tiene su potestad. Creo que, a día de hoy, se siguen cometiendo muchas injusticias en este tema.

Pero hablando del hospital de Montdevergues, donde estuvo Camille encerrada, nada tiene que ver con cómo funciona actualmente, ahora la gente sale y entra con libertad y con un chico español con el que pudimos hablar nos contó que él estaba ahí por voluntad propia, porque ahí le podían cuidar y estaba más tranquilo. Sin embargo, el tema de la locura todavía es un tabú en la sociedad, para eso nos empastillan, para que no se nos note.

 

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Laura Garmo en ‘Perra royendo hueso’. ©Kike Martos

 

Lo has mencionado tú antes y está claro que no se puede obviar la figura de Auguste Rodin en esta conversación. ¿Hasta qué punto Rodin destruyó la vida de Camille?

Rodin no destruyó su vida directamente y en algunos momentos después de acabar la relación hay cartas que demuestran que él trató de ayudarla pero ella se sintió muy decepcionada con él. Rodin le hizo promesas que no cumplió y nunca reconoció hasta qué punto Camille ayudaba en sus obras y no la defendió cuando decían que era él quien hacía sus esculturas. Creo que optó por una posición cómoda, el silencio. Rodin muere cuando Camille lleva 4 años encerrada y no parece que hiciera nada para ayudarla, quizás de alguna manera también se quitó un problema de encima.

 

¿Fue su relación un ejemplo de lo que es una relación tóxica?

Seguramente. Ellos se querían mucho, pero él nunca abandonó a la mujer con la que estaba, ella se convirtió en la amante con todo lo que eso implica, emocional y socialmente… al parecer ella se quedó embarazada de él y él le dijo que no iba a reconocer a su hijo y eso a ella también le marcó mucho.

 

Siempre se ha dicho, o se decía, que en la obra de Camille se veía la mano de Rodin, que tendría que ser él quien diera la forma final…

Creo que se influyeron mutuamente. Nadie duda de la genialidad de Rodin pero cuando Camille comienza como su alumna y poco tiempo después como ayudante en su taller tiene lugar su mejor producción artística, al parecer sus obras adquieren más realismo, mejora en los detalles. Camille le ayudaba mucho haciendo las manos y pies de sus esculturas, por ejemplo. Y al revés, está claro que Rodin fue el maestro de Camille y que influyó en su trabajo, pero la mayor parte de la producción de Camille es posterior a la época en que trabaja en el taller de Rodin. Ella montó su propio taller con una compañera y luego continuó trabajando sola.

 

La edad madura es uno de los trabajos más conocidos de Camille Claudel. ¿Fue esa preciosa escultura la triste plasmación de lo que fue su vida?

De lo que fue su relación con Rodin sí. En ella, la figura masculina sería Rodin dejándose atrapar por una mujer- sombra que se lo lleva, que representa a Rose Beuret (su mujer) y Camille de rodillas implorando que no se vaya, justo en el momento en que sus manos acaban de dejar de tocarse.

 

Está claro que hay que seguir reivindicando el trabajo de tantas y tantas mujeres olvidadas. ¿Cómo de lejos estamos, como sociedad, de la plena igualdad entre hombres y mujeres?

En 1905 Maria Lomer de Vits elaboró un listado de las escultoras que trabajaban en Paris. Quedaron registradas 231 artistas contemporáneas que producían y exponían de manera regular. De estas, solo Camille logró llegar hasta las galería del Musee Dorsay. El objetivo de De Vits era apoyar a mujeres artistas en su lucha por obtener un reconocimiento y defender la campaña que tenía por lema ‘El arte no tiene sexo’. Más de 100 años después de esto parece que la cosa no ha cambiado tanto y seguimos reclamando nuestro lugar en el arte y el de todas las que nos precedieron. En el 2016 el Museo del Prado acoge la primera exposición dedicada en exclusiva a una mujer en su historia, la pintora Clara Peeters.

Es evidente que nos faltan referentes y recuperar la memoria de estas figuras es importante. Así como dar voz a las artistas actuales.

 

Sé que la historia ha sido así y es un comportamiento que se sigue repitiendo, ¿pero por qué los hombres siempre han silenciado y marginado a las mujeres? ¿Es por falta de empatía? ¿Por mantener una posición predominante? ¿Por miedo a perder los privilegios? ¿Cuál crees que es la raíz de eso?

¿Me estás preguntando sobre el inicio del patriarcado?

 

Sí, ya sé que es una tontería de pregunta, pero por intentar comprender de dónde viene todo esto…

Es una pregunta muy compleja que yo no puedo responder, pero te diré que el inicio del capitalismo afianzó el patriarcado, y a día de hoy es fundamental en la protección de esos privilegios.

 

¿Cómo de costoso o complicado es levantar un proyecto como este?

Llevo doce años produciendo mis propias obras, al principio por intuición, ahora con más experiencia, pero siempre es arriesgado y requiere mucho esfuerzo e implicación, emocional, de tiempo, económica, en todos los sentidos, lo que gano haciendo teatro, lo pierdo haciendo teatro… y a veces una se siente imbécil… pero no puedo dejar de hacerlo… lo vivo como una necesidad… Pero me encantaría no tener que hacer la producción y dedicarme solo a la creación que es lo que realmente me gusta.

 

Uno de los principales problemas que nos comentan las compañías es encontrar lugares para poder ensayar sus trabajos. ¿Cómo ha sido ese proceso?

Pues sí, porque en los espacios públicos que te ceden para ensayar, en Centros Culturales por ejemplo, son espacios con multiactividades y no puedes dejar el material. Yo he utilizado muchas veces estos espacios pero cuando necesitas ensayar con elementos grandes que no te puedes llevar a casa al terminar el ensayo se complica y en esta obra he tenido que pagarme un local de ensayo.

 

¿Qué quieres provocar en el público con Perra royendo hueso?

Lo primero, acercar al público la figura de Camille Claudel como escultora. Me encantaría que la gente saliera del teatro con ganas de investigar sobre ella y viera sus. Y también generar una reflexión sobre la salud mental y sobre estas situaciones tan comunes en otra época, de manera que el pasado nos ayude a entender nuestro presente.

Cuento una anécdota sobre esto; cuando mostré la obra en el Centro cultural Pilar Miró, una mujer de unos 60 años se me acercó a la salida y me dijo que su madre había sido encerrada en un psiquiátrico por su padre y que al ver la obra de alguna manera sintió que era su madre la que estaba en el escenario y tenía la necesidad de darme un abrazo. Yo no me esperaba una reacción así pero claro, es que esto ha estado pasando hasta hace dos días y probablemente siga pasando en algún lugar del mundo y aquí, con otros nombres… y da mucha pena y mucha rabia. Creo que la rabia ha sido uno de los motores que me han llevado a hacer Perra Royendo Hueso y creo que rabia sería algo que me gustaría provocar en el público.

 

 

¿Qué tipo de teatro te interesa? ¿Vas a seguir reivindicando la voz en el silencio?

Me interesan muchos tipos de teatro y me gusta hacer cosas diferentes. Mi último trabajo ha sido la obra El muerto disimulado de Ângela de Azevedo que he dirigido junto a Nacho León. Dar voz a una autora de Siglo de Oro y poner en pie una obra que no se había representado fue un aliciente importante. Mis textos siempre tratan de reivindicar algo, de dar voz a las que yo llamo las y los invisibles. Solo sé expresarme a través del teatro y es mi forma de aportar para tratar de que algo cambie.

También me fascina todo lo sensorial en el teatro, lo visual y sonoro y trato de equilibrar la parte más discursiva con la más emocional.

 

Háblame de Colectivo Germen, ¿Cómo surge y quiénes formáis parte de él?

Surgió para la creación de mi obra Germen que se estrenó en Surge del año pasado, con Pilar Valdelvira (Iluminación) y Benigno Moreno (Sonido) con el fin, de que el proceso de trabajo sea más rico, sonora y visualmente, y desde los ensayos se empiece a integrar, de forma que, no solo apoye el resultado, sino que aporte y modifique el proceso.

Después de esta experiencia, ya no me quiero separar de ellas y aunque el sonido y la iluminación de Perra royendo hueso son de Antonio Colomo que colaboró en la creación de esta obra en 2019, ahora serán ellas las que me acompañan en esta nueva andadura.

 

¿Laura Garmo ha tenido que trabajar el doble o demostrar el doble por el hecho de ser mujer?

Creo que esa… permanente necesidad de demostrar nuestra capacidad es algo que hemos sufrido muchas mujeres que nos dedicamos a esto y a otras cosas de forma más o menos sutil.

 

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