Bajo la dirección musical de Pablo Heras-Casado nos llega Siegfried, la tercera parte de la memorable ópera de Richard Wagner Der ring des Nibelungen, con una producción ideada por el director de escena canadiense Robert Carsen para la Oper Köln de Colonia que podrá verse en el Teatro Real del 13 de febrero al 14 de marzo.

 

Un tremendo desafío escénico

 

Por Miguel Pérez Valiente

Foto de portada Javier del Real

 

En el momento de escribir estas líneas no hay certeza de hasta qué punto las nuevas restricciones de movilidad vigentes en Madrid como consecuencia de la pandemia del coronavirus afectarán a la tercera entrega (segunda jornada) de la Tetralogía del anillo del nibelungo, la ópera Sigfrido.

El Teatro Real de Madrid ha sido uno de los pocos coliseos europeos que, pese a todos los obstáculos, ha seguido programando con normalidad su temporada musical. Combinando medidas de seguridad y control con calidad musical y variedad artística ha sido más que nunca uno de los emblemas culturales del país en mitad de una europa de teatros cerrados a cal y canto.

Sin embargo, las nuevas restricciones de movilidad nocturna y la extensión del famoso título wagneriano (aproximadamente cinco horas de duración) representarán un tremendo desafío para la dirección del teatro si las susodichas restricciones se extienden a lo largo de todo el mes de febrero.

 

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La soprano Ricarda Merbeth y el tenor Andreas Schager. Foto de Javier del Real

 

La producción de la Tetralogía que se presenta en Madrid en cuatro temporadas sucesivas fue creada en el año 2000 por el prestigioso director de escena Robert Carsen para la Ópera de Colonia. La dirección musical de los cuatro montajes está a cargo de Pablo Heras-Casado y es precisamente su trabajo lo más interesante de esta propuesta.

 

En Sigfrido Carsen volverá retomará tenuemente el tema de la amenaza ecológica que estuvo tan presente en El oro del Rin. Ecos de aquellas preocupaciones medioambientales como los árboles talados del bosque en que se crió Sigfrido, estercoleros y otros elementos como la chatarra evocarán, si quiera sutilmente, el impacto negativo que el hombre ejerce sobre la naturaleza, pero en esta ocasión Carsen no pasará más allá de la pura mención sin afanarse en forzar en una lectura ecológica del libreto.

La escenografía es obra de Patrick Kinmonth, autor también del vestuario y la iluminación la firma Manfred Voss.

En el papel protagonista el heldentenor austriaco Andreas Schager, que no solo ha cantado todos los papeles principales de Wagner para su cuerda, sino que es posiblemente el mejor Siegfried de nuestra época.