En septiembre, Lucía Trentini regresa a la programación de los Teatros Luchana con Música de fiambrería, su ópera prima estrenada en 2014 en Montevideo y que desde entonces no ha dejado de girar. 

 

La soledad distraída a través de las ondas

 

Por Ka Penichet

 

A Lucía Trentini tuve el inmenso placer de descubrirla cuando visitó Madrid con la compañía de teatro uruguaya La Morena para representar primero en Matadero, No daré hijos, daré versos (2015) y, unos años más tarde, en la sala pequeña del Teatro Español, Rabiosa Melancolía (2017). Ambos montajes se quedaron grabados en mi retina. Pasó un tiempo y le perdí la pista hasta que el azaroso destino me la volvió a poner delante en el Bastardo Hostel (mayo 2020) donde se representaba Criaturas domésticas, una pieza site-specific. Desde entonces, la he visto cantar en bares de Lavapiés, de ayudante de dirección en Querido Capricho, representada en la sala pequeña del Teatro María Guerrero, dirigiendo e interpretando El corazón, una pieza de microteatro y, a comienzos de este verano, en Teatros Luchana interpretando, su ópera prima, Música de fiambrería, un policial verde. Esta pieza, escrita e interpretada por ella, fue estrenada en 2014 en Montevideo. Era inevitable no perdérsela porque, además, fue galardonada con el Premio Nacional de teatro Florencio Sánchez, nominada como mejor espectáculo musical y había girado ya por Chile (Festival Santiago Off), así como por Colombia, Portugal y España.

Si algo viene demostrando Lucía Trentini desde que la conozco es la infinita capacidad que tiene para salir de su zona de confort, abandonando su país para instalarse en Madrid cuando allí ya tenía una carrera reconocida. Además de pertenecer a la prestigiosa compañía La Morena, pasó por la legendaria banda La Tabaré que ha fusionado el rock uruguayo y el blues, con la canción popular y el teatro. Empezar de cero en artes escénicas en una ciudad como Madrid no es tarea fácil, pero parece que poco a poco se está haciendo un hueco en la cartelera. Es una persona que no pone ninguna resistencia a los cambios y esta versatilidad también queda patente en la obra que nos ocupa, representando un unipersonal en el que transita de un personaje a otro de una manera camaleónica.

 

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La actriz Lucía Trentini en ‘Música de fiambrería. Un policial verde’.

 

Música de fiambrería es un programa radiofónico nocturno, conducido por Gonzo, responsable de que las vidas de Alma y Alicia Rafaela se crucen a través de sus ondas. Dos mujeres antagónicas, la primera perteneciente a la alta sociedad con un carácter superficial, la segunda, una mujer rural que vive de los recuerdos de una relación pasada. Sin embargo, ambas comparten los mismos problemas al sentirse marcadas por el vacío. El desamor y la soledad impera en sus vidas. ‘La Trentini’ es capaz de crear una atmósfera sórdida a la vez que cautivadora para desarrollar este thriller policial con toques de comedia negra. Y si me permites la sugerencia, evitaría leer su sinopsis para preservar el efecto sorpresa de la trama.

Su director, Diego Arbelo, sabe sacar partido a una escenografía sin grandes pretensiones, pero cuidada. Los espectadores asistimos como ‘oyentes’ a este ‘programa radiofónico’, aderezado de piezas musicales, con influencias que van del folklore al blues, que sirven de hilo conductor para narrar las miserias de estas dos mujeres y nos quedamos con ganas de que nos sigan contando un poquito de estos solitarios personajes magníficamente interpretados por Lucía. La obra me deja con la misma sensación que cuando escuchaba las llamadas telefónicas del programa Hablar por Hablar, cuya locutora era Gemma Nierga, con ganas de saber qué fue de esas personas que compartían sus vidas con una desconocida como yo en mis noches de insomnio.  Hoy, hay muchas de ellas que no he olvidado. Y es que lo maravilloso la función es que el programa de radio concede a los personajes un lugar de privilegio para las confidencias reveladas en el anonimato de la noche y, al mismo tiempo, nos permite al público soñar despiertos.

La música original compuesta por Lucía Trentini y Juan Martín López dotan a la pieza de un vuelo poético que, con la ayuda de la iluminación firmada, por Lucía Acuña, consiguen una propuesta redonda y brillante.

Quedan dos programas más de Música de fiambrería a los que puedes asistir como oyente en los Teatros Luchana los próximos 4 y 11 de septiembre, te animo a que te acerques a entrar en el universo misterioso, decadente y esperpéntico de su presentadora.