Aunando la música del pianista y compositor Alejandro Pelayo y la literatura pronunciada, la Sala Mirador aborda la relación íntima entre música y poesía con un ciclo que incluirá  Sobre las hojas de hierba, un homenaje a Walt Whitman, dirigido e interpretado por Juan Diego Botto, junto a Nur Levi.

 

La Sala Mirador celebra el bicentenario del nacimiento del padre de la poesía estadounidense, Walt Whitman (1813 – 1892). Un escritor cuya obra ha marcado a otros grandes de la literatura como T. S. Eliot, Borges, Neruda o Lorca. Su obra maestra Hojas de Hierba publicada en 1855, se mantuvo en constante crecimiento durante cuatro décadas con distintas y renovadas ediciones hasta su última publicación en 1897.

Exalta el cuerpo y el mundo material, elogia la naturaleza y el papel del individuo humano en ella. Eso no disminuye el papel de la mente y el espíritu, sino que eleva la forma y la mente humana, considerando ambas algo digno de alabanza poética. Todos los poemas están conectados entre sí y cada uno representa su visión de su filosofía de la vida y de la humanidad.

El libro se caracteriza por su alegría y la alabanza de los sentidos en un momento en el que las manifestaciones en primera persona y la expresión del uno mismo se considerara inmoral. Su obra rompe los cánones de la forma poética y está más cerca de la prosa. Utilizó por primera vez imágenes y símbolos inusuales en la poesía y escribió abiertamente sobre la muerte y la sexualidad incluyendo la prostitución.

Whitman estaba altamente influido por el deísmo, (del latín deus, Dios, es la postura filosófica que afecta el conocimiento de la existencia y la naturaleza de uno o más dioses a través de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas como la revelación directa, la fe o la tradición). Negaba que alguna fe fuese más importante que otra y abrazaba todas las religiones por igual. “Adoptó cada teoría, cada mito, cada Dios y semidiós. Veo que los viejos mitos, biblias y genealogías son ciertos, sin excepción”. Era un religioso escéptico, a pesar de que aceptaba a todas las iglesias, no creía en ninguna. Para él, el alma humana es inmortal y se encuentra en un estado de constante y progresivo desarrollo.

A través de la lectura de sus poemas y la música original compuesta por Alejandro Pelayo nos adentramos en el marco histórico y contexto social del poeta. Walt Whitman fallece en Nueva York en 1892, cuando en la Isla Ellis empieza a admitir inmigrantes.

La música es una mezcla de los aromas que llegan del sur de Estado Unidos, el blues del Misisipi y el sonido del piano de Nueva Orleans, más afrancesado y europeo. Una época de transición del siglo XIX al siglo XX, un tiempo de cambio social y cultural en todos los ámbitos.

El objetivo del espectáculo es que la música acompañe y eleve la belleza de las palabras de Walt Whitman, interpretadas por Juan Diego Botto y Nur Levi.