Rejuveneciendo a Galdós

 

Recientemente nombrada como directora artística del Teatro Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa, Laila Ripoll, una histórica de nuestro teatro, dramaturga y directora con grandes montajes con su compañía Micomicón, se enfrenta a su primera vez con LaJoven. Y lo hace de la mano de don Benito Pérez Galdós, poeta, periodista excepcional, dramaturgo y novelista de quien se está celebrando ya, desde el 4 de enero que era el día justo de la efemérides, el centenario de su muerte. Ese día tuvo lugar en el Parque de El Retiro una ofrenda floral en el monumento que recuerda al autor de los Episodios Nacionales, capitaneada por el alcalde de Madrid. Es bueno comprobar cómo algunos políticos se afanan en engrandecer a las grandes figuras de nuestra cultura pese a las distancias ideológicas. Porque don Benito, hoy, lo tendría ciertamente difícil, como lo tuvo en su tiempo, siendo como era declaradamente anticlerical, antimonárquico y antitaurino. Y si no feminista, por si es mucho decir, sí era un hombre que demostró una sensibilidad nada habitual en su época hacia las mujeres. Galdós tuvo una vida tan apasionante como sus novelas, siempre rodeado de mujeres e influenciado por ellas, sus hermanas mayores, sus amigas, sus amantes, su madre…, fue un grandísimo creador de personajes femeninos a los que dotó de carne, de carácter y de alma como nadie, hasta el momento, había hecho en la novela en español. Fortunata y Benito es, también, un homenaje a los personajes femeninos de Galdós, y una visita desde el siglo XXI al Madrid galdosiano, que quizá no nos queda tan lejos.

 

La música y el amor

Laila Ripoll se ha rodeado de un grupo de siete jóvenes intérpretes para abordar una ensoñación donde una chica de hoy se encuentra en el metro con el también joven Galdós, que la lleva a conocer la historia de Fortunata y Jacinta. La obra es urbana y musical. Como la que sueña es Nadia, una chica de 17 del Madrid de hoy, en su ficción onírica Fortunata es una choni de barrio -a mucha honra- y Jacinta una pija de manual, y ambas cruzan sus vidas con Juanito, machito de polo y náuticos, estudiante de Derecho, y con Maxi. Esta gente ya no canta tonadillas, sino que rapea; ya no baila pasodobles, sino que perrea; ya no admira a Sarah Bernhart, sino a Rosalía. Se atreven hasta con el trap. Galdós y el trap 😮