La Manada es una escuela de Artes Escénicas, Danza y Audiovisuales nacida en Madrid en el año 2012 con el objetivo de formar actores, actrices, bailarinas y bailarines profesionales e independientes, que ejerzan su trabajo con rigor, sensibilidad y compromiso; y que desarrollen su labor teniendo como guía su criterio personal. Un criterio construido sobre el conocimiento profundo de su arte y el dominio de herramientas concretas.
Para conseguir estos objetivos, La Manada ofrece una formación: integral, concreta y humana. Integral, porque piensan que un actor o un bailarín no tiene solamente que saber ejecutar muy bien una partitura de movimientos o interpretar maravillosamente un texto, sino que también debe conocer el mundo que le rodea y el pasado sobre el que está construido. Por eso en su formación regular introducen asignaturas tanto teóricas como prácticas, para hacer de él un artista creativo que conoce los cimientos de una profesión centenaria, y los maneja a voluntad. Concreta, en tanto que es una formación estructurada en cada curso y materia, donde se persigue una serie de objetivos específicos que tienen que ver con la asunción de herramientas objetivas y que pueden dominarse de manera clara. Dejando así a un lado, la idea de que este oficio depende de elementos como la inspiración o el susurro de las musas. Y humana, en tanto que parten siempre del convencimiento de que un artista es único, y por eso su formación debe orientarse de manera personal. Así cada una de las personas que llega a formarse a La Manada, es respetado en su individualidad y cuidado en sus particularidades.
Esta escuela de Arte Dramático y Danza en Madrid es un entorno inclusivo que acoge a todo el que quiera aprender, independientemente de sus condiciones económicas, sociales o culturales. Aceptar al ser humano en todas sus dimensiones es parte del recorrido de su formación. Conciben al actor o bailarín como un trabajador vocacional y por ello defienden que cualquier persona con inquietudes en este ámbito merece tener acceso a una formación de calidad. Dicen no entender muy bien qué es aquello que llaman talento, pero sí conocen los frutos de la enseñanza y la motivación en el alumno.
“El mundo cambia rápidamente y la educación en general debe acometer el reto de preparar al futuro profesional para un mundo que aún no existe. Debemos anticiparnos a los pequeños movimientos que anuncian otros más grandes, ser flexibles ante los cambios y estar en contacto con la realidad profesional en todo momento. Sin olvidar lo que hay de invariable en el arte y la pedagogía. No es nada fácil. Por eso acabamos de readaptar nuestro proyecto educativo en el Título de Arte Dramático, aumentando un año la formación (ahora pasan a ser cuatro años, como un grado), con más horas semanales (27) y añadiendo asignaturas como Inglés, interpretación ante la cámara, preparación al casting, producción, cine, etc. Creemos que es un gran proyecto, muy ambicioso. Con esto tratamos de responder al reto: adaptarnos a un mundo cada vez más globalizado gracias a la nuevas plataformas de televisión, un mundo audiovisual e internacional que en cierto sentido se ha vuelto más pequeño, pero también más exigente”, comentan desde el centro.
Por otra, la escuela también ofrece la Diplomatura en Danza de tres años de duración en la que forman a bailarinas y bailarines profesionales independientemente de su experiencia previa, su edad o su cuerpo. “Es impresionante ver bailar maravillosamente a cuerpos que se salen de lo normativo, cuerpos altos, bajos, gordos, flacos… Estamos muy orgullosos del proyecto de Danza porque nos parece revolucionario en muchos sentidos. En primer lugar desde el punto de vista pedagógico, con una enseñanza más personalizada, emocional y respetuosa, huyendo, y a veces curando, de las tradiciones más traumáticas de enseñanza. El respeto y el cariño son tan importantes para nosotros como el rigor en el trabajo. La razón es que se ha demostrado que se obtienen mejores resultados. La segunda cosa que me parece revolucionaria es en cuanto a los principios: tu cuerpo no importa. Importan tus ganas de aprender, tu compromiso, tu sensibilidad, tu arte y tu trabajo. Los resultados ya los estamos viendo y son espectaculares”.
Además ofrecen talleres para jóvenes menores de 18 años y para adultos que quieran empezar o especializarse en determinadas áreas de las artes escénicas. Y más cursos que se pueden consultar en su página web.