Eros y thanatos, el placer de mi vida

 

Por Álvaro Vicente/@AlvaroMajer

 

Tras su estreno en Valencia y en valenciano, como debe ser, llega al Teatro de la Comedia, en castellano, la adaptación teatral de una novela de caballerías seminal para la cultura levantina y española. Adaptación que firma Paula Llorens y que dirige Eva Zapico, con coproducción del Institut Valencià de Cultura y la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

 

Eva Zapico lleva sobre sus espaldas ya una trayectoria de 20 años como actriz, directora, docente y productora con su propia compañía. Una voz más que autorizada dentro del teatro valenciano que, probablemente, se ha tenido que enfrentar al mayor gigante de su carrera, y no era un molino de viento, por empezar las alusiones al Quijote. En la novela de Cervantes se cita a Tirant lo blanc, el ingenioso hidalgo lo tiene como una de sus lecturas favoritas.

Por encargo del Institut Valencià de Cultura, Eva Zapico asume la dirección de una adaptación teatral de la gran novela de caballerías de la literatura catalana, escrita en el siglo XV por el valenciano Joanot Martorell. En aquella época, la capital de la cultura catalana estaba en Valencia, no en Barcelona, pero eso es otra historia, mejor no entremos ahí.

Contemos, eso sí, que Zapico afronta, junto a la adaptadora Paula Llorens, el reto de llevar a las tablas una parte (el Tirant completo sería como el Mahabarata, tendría que durar muchas horas), la más conocida, la de Constantinopla, la historia de amor y muerte, el relato de los placeres carnales y las pasiones dasaforadas. «Y hemos puesto el foco -nos cuenta Zapico- sobre los personajes femeninos, pero siendo fieles a la novela, porque es algo que en la novela ya está. Martorell en ese sentido es un precursor, porque para ser un texto del siglo XV, los personajes femeninos tienen un peso y un desarrollo psicológico que les otorga una entidad que no era habitual en la época. Trasladamos el foco narrativo a los personajes femeninos sin minimizar los masculinos, pero queríamos que el discurso se compartiera, sobre todo en el caso de Carmesina, y que conectara con la sensibilidad actual, porque esto habla, al fin y al cabo, de los sentimientos más humanos, y todo lo que gira alrededor: sexo, envidia, rivalidad, poder, amor…»