«El humor es la mejor manera de humillar a la muerte»

 

Por Jorge Gª Palomo (@jorgegpalomo) y Sergio Díaz

 

Sí, lo hemos dicho en múltiples ocasiones: la industria cultural aporta el 3,2% del Producto Interior Bruto de España. Es un pilar fundamental, contingente y necesario. Y, en medio de esa explosión creativa, se encuentra la comedia. Un género (¡la ‘commedia’!) que, como apunta Ignatius Farray, puede salvar vidas. Un arte que congrega cada fin de semana a cientos de miles de espectadores por todo el país. Perdón, un arte que congregaba… Porque el sector también está sufriendo los efectos del Covid19 con fiereza. ¿Qué nos deparará el futuro? ¿Conseguiremos que, como la famosa fórmula, esta tragedia con el paso del tiempo nos devuelva la comedia? Seguro. Porque el humor es un arma de construcción masiva. Y nunca falla. Es patrimonio nacional. Pero toca esperar.

 

En Godot hemos querido hablar con 6 artistas que se dedican a este noble arte de hacer comedia para que nos cuenten cómo están viviendo estos momentos: David Domínguez, Carles Castillo, Fernando Moraño, Esther Gimeno, Marta González de Vega y Dianela Padrón.

 

David Domínguez, uno de los cómicos de referencia del panorama actual en la zona de Levante, nos cuenta que “en el mundo del artisteo ya se sabe: un día comes caviar y al otro mierda. Por lo tanto, como es mi caso, estamos acostumbrados a ir y venir”. Uno de los grandes, de los más grandes del gremio, es Carles Castillo, veterano integrante de la mítica compañía L’OM IMPREBÍS y un maestro para muchos de las nuevas generaciones de cómicos y cómicas, nos cuenta sus impresiones. “De momento estoy menos bien de lo que quisiera, adaptándome a esta situación que nos ha llegado de golpe, pero uno de golpe no se puede adaptar… He tenido que modificar todo mi calendario de actuaciones y a nivel económico habrá que esperar un poco para hacer balance del desastre”.

 

Sin duda, la economía es la principal preocupación ahora mismo -después de la salud, por supuesto- para estos artistas que defienden su profesión ‘a porta gayola’, ellos y ellas solos en escena, con un micro y su talento como herramienta de trabajo. Y no es fácil vislumbrar cuándo podrán volver a hacerlo, con lo que ello supone. El cómico Fernando Moraño, que trabaja de guionista en uno de los programas más populares de la televisión actualmente –La Resistencia, con David Broncano-, nos hace un pormenorizado retrato -a su peculiar manera- de su situación. “Nosotros, en Monologamia, somos tres personas. Una productora de comedia sin un gran capital detrás no da beneficios. Si un niño pijo no saca buenas notas, le montas una empresa de espectáculos, le haces ‘instagramer’ o le montas un bar para que se entretenga, salvo que toque un poco mal la guitarra: entonces, le montas Taburete. Lo nuestro es una especie de evangelio anónimo difícil de entender: digamos que la ausencia de industria evita el monopolio; es lo que nos mueve. En este tiempo ya hemos tenido que cancelar todo lo que teníamos y cuando todo vuelva a la normalidad, la gente no va a estar muy católica económicamente y eso, como cualquier cosa, va a afectar a las programaciones”. Y preguntándole por una cifra real de lo que le supone no poder trabajar nos dice que “las pérdidas en nuestro caso, sumando nuestras fechas individuales como cómicos más el cierre de sala de nuestros espectáculos de taquilla y las producciones de cómicos internacionales… ya son más de 4.000 euros. Y sabemos que el arranque será duro. Nosotros estaremos debilitados, pero podemos soportar el golpe, sobre todo por mi salario como guionista. Hay compañeros que no tendrán la misma suerte y habrá que estar cerca de ellos”.

 

En una línea parecida está Marta González de Vega, cómica, actriz y guionista que lleva mucho tiempo representando, con gran éxito, su espectáculo De Caperucita a Loba en solo seis tíos en el Teatro Fígaro de Madrid. “En mi caso, se paralizan por completo mis ingresos al cancelarse las funciones. Yo tengo la suerte de tener una doble profesión y que la de guionista no se vea afectada por la situación porque puedo seguir ejerciéndola como hasta ahora. Mis compañeros productores, directores, intérpretes, los que viven en exclusiva de su actividad teatral, se ven totalmente indefensos ante la situación”. Al final, la multitarea, que se hace casi obligatoria en un porcentaje altísimo de trabajadores y trabajadoras del sector de la Cultura, ayuda a paliar un poco el golpe. Quizá cuando todo esto pase habrá que preguntarse por qué tenemos que estar ‘multiatareados’, multiplicados y ‘multiasalariados’ en las Artes Escénicas para conseguir un ‘multisueldo’ que simplemente nos permita seguir viviendo al día… pero eso es otro tema que viene de largo. Sigamos. Dianela Padrón, cómica de origen venezolano que se ha pateado los mejores escenarios de comedia de este país y fundadora de Monologamia, nos cuenta que “aún no he querido echar cuentas para evitar la depresión. Creo que el retorno va ser muy duro, porque está afectando económicamente a todos los ciudadanos, pero seguro que esta situación nos dejará buen material de comedia para próximos escenarios”. Hay que verlo de forma positiva también, como hace Dianela.

 

En estos casos que estamos abordando, el de las personas que se dedican a hacer comedia o ‘stand up’, hablamos de gente que son autónomos o que han creado pequeñas empresas -como nos contaba Moraño- para gestionar sus actividades. Y ellos también necesitan ayudas para poder paliar la pérdida de ingresos… mientras siguen -seguimos- pagando impuestos. Dianela Padrón lo tiene claro: “Vamos a necesitar mucho apoyo. Los artistas de la comedia estamos muy poco protegidos, no tenemos ni epígrafe propio al darnos de alta. Hay comediantes que van a tener que abandonar la profesión cuando salgamos de esto. Nuestra economía en general será frágil; por lo tanto, va ser muy difícil que la gente pueda gastar dinero en ir al teatro o en los clubes de comedia. Además, se acerca el verano, donde los espectáculos pegan un gran bajón de espectadores. Esto es una catástrofe para nuestro sector”.

 

Fernando Moraño también se muestra contundente a este respecto. “Las medidas que se están tomando son totalmente insuficientes. Hace falta dinero para pagar un techo en muchos casos. Lo justo es que nadie cobrase un duro de nada durante la cuarentena. Pero hasta donde podemos averiguar no hemos visto a las eléctricas bajar los precios en esta coyuntura. El comportamiento del IBEX 35 durante el Covid-19 ha sido repugnante, el sector privado nos ha dejado a la deriva y está intentando pescar en río revuelto. También te digo que en este sector, durante años, hemos vivido en un limbo legal de amateurismo y desdén y espero que esto ayude a espabilar, que nadie te ayuda si no aprietas. Y si no tienes ni convenio ni sindicato… no existes”. Para Esther Gimeno lo que hace falta es “inversión en este sector, porque está demostrado que es algo que retorna a la sociedad. Y que se nos ponga en valor como generadores de puestos de trabajo y de marca España”. Carles Castillo argumenta que “necesitamos que desde las instituciones se pongan serios y comprendan que la cultura en general no es un lujo, sino una necesidad”.

 

El monologuista David Domínguez nos da una visión más pragmática sobre este tema de las ayudas: “Yo soy mucho de pensar que cada uno tiene que buscarse la vida. El Gobierno tiene que estar para hacer una sociedad mejor en los ámbitos generales: sanidad, educación, ayudas a los más necesitados… Creo que si supeditas tus ingresos a que el gobierno de turno te ayude, algo no estás haciendo bien. Lo importante es que no le falten a la población los recursos básicos para sobrevivir dignamente. Así, con el dinero que sobra, comprarán la entrada de mi espectáculo”. Algo muy interesante lo que comenta David sobre las ayudas y que puede entenderse perfectamente, pero que puede generar mucho debate. Y eso es lo bueno, debatir para poder entender y comprender muchas situaciones y realidades que nos son ajenas.

 

Y es cierto que no se puede trabajar únicamente pensando en las ayudas que vas a recibir por ello, pero el mundo de la Cultura tiene que superar siempre demasiados obstáculos y no nos lo ponen fácil entre burocracia, permisos, impuestos… y a veces es necesario un pequeño empujón o, al menos, que no lo pongan tan difícil. Como ya hemos hablado en otros artículos, a pesar de esa percepción errónea, capciosa y fuertemente ideologizada, la Cultura no es un sector subvencionado. O mejor dicho, sí que hay subvenciones, pero ni llegan a todo el mundo, ni son tan cuantiosas como se cree ni la gente vive de ellas. Y, sin embargo, otros sectores de la sociedad -por no decir la gran mayoría- sí que las tienen, sí que se les rescata -encima cuando no han hecho las cosas bien- y aquí no pasa nada.

 

Con respecto a este tema, una vez más, Fernando Moraño saca su afilada y certera lengua para explicarnos que en nuestro sector hay menos presencia de dinero público que en el de los dentistas, por ponerte un ejemplo. La cultura no es un bien de primera necesidad porque medimos nuestra vida en ingresos y seguidores, pero la cultura nos transfiere libertad, salud espiritual y conocimiento. Sin esto, los hombres solo son bultos rosados que computan deudas y beneficios, dependiendo de por dónde sople el viento”. Carles Castillo ahonda aún un poco más diciendo que “Lo de las subvenciones lo notarán más los que siempre se las llevan. Para el fútbol sí que no hay recortes… Y el dinero que cuesta cada partido de fútbol o cuando se gana un torneo, los costes de la policía para la celebración, así como la seguridad en los campos todos los fines de semana lo pagamos de nuestro bolsillito. Y ejemplos de esos todos los que quieras… así que creo que la Cultura, las Artes Escénicas, también debería tener su parte importante a la hora de repartir, que siempre vamos a la cola”. Y Marta González de Vega sigue por la misma línea. Creo que la cultura puede infravalorarse cuando se pone en comparación con otros sectores imprescindibles para nuestra supervivencia, pero también creo que esta crisis está poniendo de manifiesto que cubrir nuestras necesidades emocionales es igualmente necesario e imprescindible para poder disfrutar de esa vida que queremos preservar. La música, el arte o el humor no están salvando vidas biológicamente hablando, pero están sosteniendo muchas mentes y corazones para mantenernos fuertes, unidos y luchadores”.

 

Lo que de verdad no tiene debate es que hay que seguir haciendo el humor en estos tiempos. Por eso les necesitamos más que nunca, para poner humor a la contingencia más oscura y trágica. Una dosis de electroshock en forma de sonrisa para ayudar a soportar mejor esta situación. Y es que, como nos dice Esther Gimeno, “aunque sean malos tiempos hay que seguir porque el humor acelera el proceso de superar el drama. Siempre se dice que la comedia es tragedia + tiempo, así que el humor es como una máquina del tiempo”. Dianela Padrón nos deja una frase maravillosa, brutal y trágica al mismo tiempo, de alguien muy cercano por aquí: Citando a Fernando Moraño, hay que seguir porque el humor es la mejor manera de humillar a la muerte”. Y el aludido nos deja su propia reflexión al respecto, “a muchos compañeros no les queda otra. Es una manera de quedarse no varado en el tiempo y el dolor. Lo hacemos porque no pensamos madurar nunca, porque nuestra naturaleza es la de sublimar el pensamiento en risa. La historia está hecha de tragedias. Hasta cuando gana alguien es porque otro ha sido derrotado. El humor está presente por igual en la rebeldía y en la resignación, es una partícula universal que está siempre presente en todo. Una vez que el humor desaparezca de la relación del hombre con su entorno, entonces su extinción estará justificada. Mientras tanto hay que plagar de oasis este desierto”.

 

Cómicos y cómicas, os agradecemos que sigáis ahí, haciendo lo que mejor sabéis hacer en estos tiempos: ponernos una sonrisa para hacer más llevadero el día a día. Esperemos que podáis aguantar hasta que esto pase, porque cuando pase no os dejaremos solos y volveremos a brindar con copa, cerveza o refresco en mano tras cada una de vuestras actuaciones. Brindaremos por la vida, como siempre hacemos cuando alguien nos saca una sonrisa. ¡Salud!

 

Aquí debajo podéis leer las entrevistas completas:

 

-Carles Castillo

-Dianela Padrón

-Fernando Moraño

-Marta González de Vega

-Esther Gimeno

-David Domínguez