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El espíritu romántico de Bécquer danza con Giselle

“Hay que reimaginar la danza, abrir los brazos y ponerla al alcance de todo el mundo”

 

El director de la CND, Joaquín de Luz, hace honor a su apellido y, ante la adversidad, aporta fuerza y optimismo. Llega pisando fuerte, con determinación y ganas de lograr que la danza acabe ocupando el lugar que merece dentro de las artes escénicas de nuestro país.

Ahora llega al Teatro de la Zarzuela para presentarnos una Giselle que se inspira en la tradición española y bebe del espíritu romántico de Gustavo Adolfo Bécquer gracias a la dramaturgia de Borja Ortiz de Gondra.

 

Joaquín de Luz, director de la CND, nos habla de Giselle

 

 

Por José Antonio Alba

 

¿Cómo está siendo volver a la actividad después de estos meses de parón forzoso?

Desde que los futbolistas pusieron un pie en la hierba, dije en el ministerio que queríamos estar en el estudio, que somos atletas. Me siento con la responsabilidad de salir con todas las fuerzas, nosotros hemos estado más arropados y hay gente que lo está pasando muy mal en el sector, sobre todo en las compañías privadas.

 

 

Prácticamente te acababas de incorporar a la dirección de la CND cuando te diste de bruces con esta situación.

Yo soy un optimista nato. En toda situación como esta hay oportunidad, lo que pasa que hay que verla y conocer la relevancia de las cosas. Creo que he tenido un proceso bueno, aunque ha sido muy duro durante el confinamiento. Damos por hecho que todo va a estar ahí y creo que hay que vivir y crear como si no lo fuera a estar.

 

Te confieso que me da alegría escucharte con esa carga de positividad y esas ganas de seguir adelante.

Si todos fuéramos pesimistas no podríamos vivir. Está bien tener respeto, por supuesto, no soy ningún loco y no voy a poner en peligro a ninguno de mis bailarines, hemos tenido más de siete rondas de test. Creo que tenemos que convivir con lo que nos toca, en este caso nos toca esta situación y tenemos que hacer lo mejor que podamos con las circunstancias.

 

Haciendo una recapitulación de tu llegada a la CND, ¿Qué destacarías como la base de tu proyecto?

Después de estar 23 años en Nueva York, llegué con la responsabilidad de llevar a la compañía, y a la danza en general, un paso más cerca de lo que debe estar. Llegué con mucha fuerza, me di con el muro de la administración y muchos impedimentos, el sistema es así, pero tengo una idea muy clara de lo que quiero hacer con la compañía, quiero dotarla de una identidad clara, que la calidad suba y que sea mucho más versátil, no quiero que haya estos dos grupos que existían antes de gente que bailaba contemporáneo y gente que bailaba clásico, para eso está una cosa que se llama neoclásico que es maravillosa.

 

El espíritu romántico de Bécquer danza con Giselle en Madrid
Giada Rossi y Alessandro Riga en un instante de ‘Giselle’. Foto de Alba Muriel

 

Ahora llegáis al Teatro de la Zarzuela con Giselle, ¿Qué te ha llevado a elegir este título?

Es muy relevante contar esta historia en estos momentos, tenemos que volver a ofrecer ese romanticismo y emocionar al público, ofrecer cosas para que la gente sane un poco. Una historia en la que el amor lo puede todo, una historia tan apasionante, tan romántica.

 

Esta producción tiene el aliciente de ser una Giselle que cuenta con el espíritu de Bécquer, ¿Qué nos puedes contar sobre esta fusión?

Creo que tiene la esencia de Bécquer, que podría haber escrito perfectamente esta historia. Es la lupa con la que quería mirar esta Giselle. Quería hacerla muy nuestra y qué mejor que con uno de los grandes románticos de nuestra historia, contar la historia de una forma más real si cabe.

 

Has contado con Borja Ortiz de Gondra para el libreto y la dramaturgia, ¿Cómo nació esta colaboración? y ¿Qué le ha aportado al espectáculo?

Borja tenía dudas, nunca había hecho danza, pero le lancé el reto porque me gustaba mucho su trabajo y su forma de pensar, el resultado me ha maravillado. Siempre he tenido problemas con la dramaturgia de Giselle, el segundo acto es cuadrado, siempre funciona, pero hay muchas cosas que se me quedaban sueltas y esta versión lo ata todo muy bien. Me ha obligado a salir de mi zona de confort, de lo que conocía de Giselle, y lanzarme porque si no sales de tu zona de confort no evolucionas.

 

¿Qué es lo que nos vamos a encontrar en esta Giselle?

Nos vamos a encontrar con un lavado de cara de un clásico, tanto visual como dramatúrgicamente hablando, nos va a contar la historia de una manera desgarradora, muy nuestra.

También tenemos un plan de hacer un documental sobre Giselle, sobre la creación. Creo que es un muy importante dar a conocer a la gente el camino que hay hasta que das un paso en un escenario, las lágrimas, la sangre, el sacrificio, creo que cambiará la percepción de lo que hacemos. No solo somos gente a la que le ponen música y baila, hay mucho más detrás.

 

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El elenco de ‘Giselle’. Foto Alba Muriel

 

Además, esta producción es el primer ballet de repertorio clásico audiodescrito.

Me parece muy importante acercar la danza a todo el mundo. Tuve una experiencia maravillosa en los Veranos de la Villa en la que explicamos lo que pasaba en el escenario a unas personas ciegas y me movió bastante. Creo que hay que reimaginar la danza, abrir los brazos y ponerla al alcance de todo el mundo y quitarle esa etiqueta de elitista.

 

¿Crees que la danza es, de las artes escénicas, la que está más infravalorada en nuestro país?

¡Claro! Creo que una situación tan adversa como la que tenemos ahora saca a la luz las carencias y así ha pasado con el sector de la danza. Mi deseo es que las instituciones se involucren, aquí tenía que haber compañías autonómicas, no veo la razón por la que Valencia, Barcelona o Sevilla, por ejemplo, no tengan compañías autonómicas, ¡es que me explota la cabeza! Si lo piensas, es un poco ridículo. En Alemania hay 61 compañías.

 

Y a eso hay que añadirle otra cuestión que sigue sin resolverse, ¿cómo es posible que la CND aún no tenga un teatro propio?

Es lo que llevo reivindicando desde que entré, es indispensable tener un teatro para la danza. Creo que es necesario si queremos que la compañía se sitúe más cerca de la primera división. Imagínate, ahora que nos está tocando tender la mano al sector privado, que es el que ha salido más damnificado en esta situación, si tuviésemos un teatro podríamos hacer millones de cosas, colaboraciones, oratorios coreográficos…

 

¿La CND comienza a ser esa compañía que, como decías cuando te incorporaste a la dirección, hubiera hecho que te quedaras en España?

Por trabajo sí, por apoyo todavía no. Hay mucho camino que recorrer, pero estoy muy contento con el trabajo que se está haciendo, tengo un gran equipo, tanto artístico como administrativo, y estamos en ello. Yo tengo mucha fuerza y sigo para adelante, mi deber es seguir aumentando el nivel de la compañía y seguir reivindicando y dando un poco de guerra, pero con respeto y cuidado.

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