Fotos: David Sagasta

 

Dani y Roberta es una tragedia-romántico-dolorosa-casi imposible acerca de la necesidad de amar y de sentirse amado.

Dani y Roberta son una mujer y un hombre. Una mujer y un hombre que no saben querer y que querrían saber. Dani y Roberta están asustados. Dani y Roberta se caen mal.Dani y Roberta se besan y se tocan y se chillan y se acarician y se ríen y lloran. Y comen aceitunas y hablan de bichos, de padres, de hijos, de bodas, de dolor, de soledad, de muñecas, de drogas, de sueños… Dani y Roberta podrían ser yo. Puedo ser yo. Soy yo. Y también eres tú. Y somos nosotros dos. O nosotras. Dani y Roberta o el amor como único superviviente. Dani y Roberta, una danza apache.

 

Dos seres abandonados, como si de dos juguetes rotos se tratase, se encuentran en un bar vacío de la periferia buscando sumergirse en su propia soledad. Se miran, parece ser que nace un interés mutuo, pero diferentes ruidos internos en cada una de sus almas impiden constantemente que interactúen fácilmente. La actitud de ambos es defensiva, cuál animal herido, sin embargo, hay algo en ellos que les hace ‘conectar’ y permite que empiece el juego.

Dani, un camionero que no puede mantener su trabajo, vive con su madre. Es un niño que pide a gritos que le amen, aunque su conducta dice todo lo contrario. Roberta, es una madre soltera, vive con sus padres que crían a su hijo. Traumatizada con su entorno familiar y con la sociedad en general, busca aislarse en la noche debajo del bar de su casa.

 

GODOT-Dani-y-Roberta-15EL PROYECTO

Victoria Camps (actriz conocida por trabajar en El secreto de Puente Viejo y en otros proyectos audiovisuales como La Rosa és morta o Com si fos ahir) es la impulsora, productora y además traductora del texto, que nos ofrece esta versión de Dani y Roberta tras enamorarse del texto original de John Patrick Shanley, autor estadounidense ganador de un Oscar al mejor guion original por la película Hechizo de Luna. La propia Victoria Camps será quien dé vida a Roberta.

Su compañero en escena, Dani, será Juan Dávila, un actor, cómico e improvisador con una larga y exitosa carrera a sus espaldas. Ha grabado monólogos para Paramount Comedy, es miembro fundador de la compañía de Improvisación Improclan, ha participado en series televisivas como El Incidente, Sabuesos o Acacias 38 y de un tiempo a esta parte está reventando la taquilla de teatros como el Teatro Arlequín Gran Vía y próximamente el Teatro Capitol con su espectáculo La capital del pecado 2.0.

La encargada de dar forma al proyecto Cristina Rojas, actriz, dramaturga y directora conocida por ser la autora de obras como Felicidad (espectáculo que fue finalista de los Premios Max 2018 en la categoría de Mejor Autoría Revelación) o La perra (o la necesidad de ser amado). Cristina Rojas, además, estrenará en el Centro Dramático Nacional en esta temporada 22/23 su nueva obra Algunos días. Con el estilo que la caracteriza, Cristina Rojas dirige esta obra de una forma hiperrealista, siempre mostrando la verdad que se esconde en cada proyecto escénico que aborda.

Y es que Dani y Roberta es una obra intensa y el equipo que forman Victoria, Juan y Cristina la han abordado con toda la crudeza y realismo que el texto original de Shanley requiere.

Con este montaje se proponen concienciar, provocar virajes de rumbo y sensibilizar al público con mensajes claros y muy directos. La reivindicación de derechos o la erradicación del estigma en torno a la salud mental y/o a personas que son excluidas de la sociedad por no encajar en la norma son el objetivo principal de esta versión. Además, también pretenden destacar el papel de la mujer en la sociedad cuando las condiciones de vida no son favorables, ya que son ellas las que tienen que cargar con la mayor responsabilidad familiar y enfrentarse al doble de adversidades.

El estreno absoluto de Dani y Roberta tendrá lugar el 13 de enero a las 21h15 en el Teatro Quique San Francisco de Madrid.

 

PALABRAS DE LA PRODUCTORA, TRADUCTORA Y ACTRIZ VICTORIA CAMPS

«Conocía el texto de John Patrick Shanley por una escena que representé en la escuela Nancy Tuñón, de un ejercicio que hicimos todos en clase. Cuando me mudé a Madrid, me acordé de esa escena de Dani y Roberta, me puse a buscar el texto en internet y solo estaba en inglés. Lo leí y no paré de llorar viendo las cosas que se decían el uno al otro, esas palabras tan duras… ¡y me enamoré! Así que empecé a traducirlo sin saber si lo iba a hacer, no sabía si los derechos de autor estaban disponibles o no, pero me apetecía traducirlo.

Después de tenerlo traducido, busqué quién tenía los derechos y llamé a la agencia. Pude conseguir los derechos y eran tan grandes las ganas que tenía de llevar esta obra a cabo que opté por producirla yo misma. Esta es la versión que hemos hecho esperando que el público empatice con estos dos seres perdidos».

 

Toda la cartelera de obras de teatro de Madrid aquí