Los seguidores de Concha Velasco, que son legión, están de enhorabuena: ¡Vuelve a Madrid! Esta vez con La habitación de María, un monólogo escrito por su hijo Manuel M. Velasco y que cuenta con la dirección de José Carlos Plaza. Un espectáculo que habla del amor, la soledad y la liberación mezclando la dramedia con un thriller de catástrofes.

 

Concha se sube al escenario mientras Madrid arde

 

Por Redacción

La actriz Concha Velasco regresa a los escenarios madrileños para presentar La habitación de María, un monólogo firmado por su hijo Manuel M. Velasco y con el que la actriz se vuelve a poner a las órdenes de José Carlos Plaza. El estreno en la capital será el próximo 21 de octubre en el Teatro Reina Victoria, espacio recientemente incorporado a los teatros gestionados por Pentación, responsable de la producción del espectáculo.

La habitación de María es una obra llena de reencuentros, por un lado es la segunda vez que madre e hijo coinciden trabajando juntos, recordemos que la primera fue con El funeral, espectáculo con el que estuvo de gira hasta marzo de este año; y el reencuentro con José Carlos Plaza, con quien, desde que en 1988 estrenaran Carmen, Carmen, han colaborado en seis ocasiones tocando todo tipo de géneros, desde títulos como La Rosa tatuada, pasando por el musical con Hello Dolly!, un clásico como Hécuba, título con el que participaron en la edición del 2013 del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, hasta una obra como Olivia y Eugenio, entre lo costumbrista y lo social.

Ahora, Concha Velasco, se enfrenta en solitario al escenario encarnando a Isabel Chacón, una célebre escritora ganadora del Premio Planeta, que padece agorafobia, y que vive encerrada en su apartamento de un rascacielos desde hace 43 años. Su figura es todo un misterio para los seguidores de la escritora y en su 80 cumpleaños ella continúa celebrando en soledad, en su casa, en la planta 47. Esa noche se produce un incendio y todos los inquilinos son obligados a evacuar el inmueble. Pero para Isabel esto es imposible, sencillamente porque no puede salir de casa.

A medida que las llamas van llegando a la azotea, exactamente durante los 75 minutos que dura la función, Isabel tendrá que tomar la decisión más importante de su vida afrontando con un inteligente sentido del humor sus miedos, sus fantasmas, y todos los traumas de su vida que le han llevado a esta encrucijada, antes de que sea demasiado tarde.

 

La habitación de María - Concha Velasco
Concha Velasco en ‘La habitación de María’. Foto de Sergio Parra

Nota de Manuel Martínez Velasco 

«La habitación de María es el texto más personal que he escrito nunca. Es una mirada hacia dentro, es ponerse delante del espejo y que éste haga un viaje contigo mismo y te enseñe cómo eras, eres y serás. Mis autores favoritos dicen que hay que escribir sobre lo que sabes, y de lo que más creo que sé es de la obligación autoimpuesta de cumplir con todo lo que los demás esperan de ti; te pase lo que te pase ese día, ese mes o ese año.

Crecí yendo a ensayos de obras maravillosas que protagonizaba mi madre, Concha Velasco, y que dirigía mi admirado José Carlos Plaza. Esta obra está escrita para ella, porque solo ella podría interpretar a Isabel Chacón y solo él podría dirigir este torrente de emociones, pues yo necesitaba alejarme del lienzo para contemplarlo con perspectiva.

Ella es la mejor y él es el mejor. Es el tándem perfecto y con él se cierra un precioso círculo, pues que Plaza dirija un texto mío es un regalo de la vida. Y que mi madre vuelva a recitar mis líneas sobre su reino, las tablas, es otro tesoro que guardaré para siempre. Para ellos significa mucho: obra a obra, proyecto tras proyecto, la vida pasa y ha pasado, y por fin se reencuentran en un escenario. Me siento muy orgulloso de haberlo propiciado con mi humilde libreto.

La habitación de María habla, en clave de dramedia optimista, de la VIDA, en mayúsculas. De amor, de felicidad, de tristeza, de vitalidad, de soledad, de angustia y de liberación. También es un thriller de catástrofes, pues las llamas avanzan incontroladas hacia Isabel, como cuenta atrás vital para que salga de ella misma antes de que todo sea ceniza.

No puedo estarle más agradecido a los genios de Velasco y Plaza por haber confiado en mí, y a Pentación, una vez más, poniendo a nuestra disposición toda su fuerza con su infatigable equipo.
Y también, sobre todo, gracias a ustedes, espectadores, sin los que nosotros no somos nada. Esperamos que este conglomerado de emociones les cale tanto el alma como nos ha calado a nosotros mientras preparábamos con todo cariño La habitación de María