Cerca del agua, abrir cerrar dejar salir, aguas abiertas, agua estancada, ya no es algo del otro, es algo propio, interno, abrir, dejar, ser… Una mujer encerrada en un wáter, subida a un retrete, se libera de las cosas que la oprimen, revolviendo en su propia mierda, revolviéndose… se sumerge en un viaje interior, sin rumbo…
Aguas abiertas, afuera hay una gran fiesta… algo se termina… algo se acaba…
La desesperación, los miedos, la locura y la ternura, la acompañan hasta el final… Perdida en la inmensidad de un espacio incierto de agua, emociones y váteres…
Juraría que te vi, juraría que estabas ahí…
Waterclose se instala en el ámbito del teatro de la crueldad, donde las acciones, el texto y las emociones narran por igual el alma de una mujer en crisis, en un ritmo vertiginoso de imágenes, con una estética cruda y sensible. Es una obra que habla de cambiar, de desprenderse, de abrir y dejar correr, de agua nueva, limpia, fresca…
Una mujer en crisis, perdida en la inmensidad de un espacio incierto, un espacio detenido en el tiempo donde la emoción colapsa, abriendo su mundo privado, en aguas abiertas, buscando su propio camino.
Saber nadar en aguas abiertas…
- Autoría
- Angélica Briseño Ortega
- Dirección
- Gabriel Molina González
- Compañía
- La Usina
- Interpretación
- Angélica Briseño Ortega
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Aprendiendo a nadar con Angélica Briseño
Hablamos con la creadora e intérprete de Waterclose, una obra con la que celebran los 15 años de La Usina.
Un viaje interior vivido en una fiesta de sentimientos. El espectador pasa por diferentes fases: desde la euforia a ritmo de una banda sonora impecable y bien elegida hasta el hundimiento emocional más profundo.
Momentos a micrófono donde la inmensa Angélica Briseño se abre en canal y confiesa al espectador la soledad de quien se cree acompañado pero se ve obligado a sonreír constantemente, no vaya a ser que el fantasma de su madre exigente le pille triste. “¡Es una fiesta y hay que estar alegre!”, se recuerda a sí misma encerrada en el baño donde el agua tiene una simbología repleta y variada.
Desde el inicio te atrapa y hasta el final no te deja ir. Energía, actuación y teatro, mucho teatro, del que no te deja indiferente. Mi sensación es doble: sorpresa y gratitud.
Si tenéis la oportunidad, no tardes en ir. Yo volveré a verla.
Un espectáculo movilizante. Una actriz que se entrega a un juego teatral que atraviesa el espacio en todas direcciones. Emociones que fluyen como un torrente y todo acompañado de una puesta en escena impecable. No dejéis de verla!!!