Un grupo de amigos de la infancia se siente anclado a un presentismo que niega cualquier pasado e imposibilita cualquier futuro. Aun así, el tiempo avanza indomable inundando sus vidas de ansiedad, incertidumbre y supervivencia. Algo habrá que hacer y deciden poner todo eso sobre la mesa para comérselo, tragárselo, antes de que ese plato vacío les trague a ellos. Con esta intención, inventan un rito como único antídoto, y es a este rito al que nos invitan como público. Pues las verdaderas hazañas sólo ocurren, cuando son registradas en la memoria colectiva.