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Una partida de cartas en la vida de tres jugadores, el gran precio final que todos estamos destinados a pagar, el reflejo de la sociedad, de una familia que acoge sus fantasmas más profundos. Miedo, superación, silencio, recuerdos, música, memoria, ausencias y mentiras.
Jara, tras mucho tiempo, invita a sus primos Marta y Juan a pasar un fin de semana en su casa de la Sierra de Madrid, un reencuentro esperado y necesario después de tanta distancia. Buscan olvidar, limar asperezas del pasado y por un día, revivir todo lo que les unió. Pero también aquello que les alejó.
Jara, inevitablemente asentada en una familia en la que se siente una extraña desde la pérdida de sus padres, vive tras una coraza aparentemente inquebrantable. Es independiente y se esfuerza por proteger a sus primos para compensar la falta de figuras protectoras en su propia vida, intentando ocultar todo lo que esas carencias le generan.
Marta, blindada en una frialdad que poco tiene que ver con ella y encerrada en su propio cuerpo, vive en un mundo en el que vale lo que muestra. Su propio eco le convierte en su peor enemiga frente a un espejo.
Juan, el pequeño, siempre ha arrastrado ser el blanco fácil, víctima de los desprecios de Marta y de sus padres por no ser lo que ellos esperan. Se enfrenta a una lucha constante entre tomar las riendas de su vida y no decepcionar a quienes tiene cerca. Entre tanto, únicamente es capaz de envidiar la aprobación que reciben Marta y Jara, pero encontrar su lugar en el mundo le resulta una tarea extremadamente complicada.
