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Yllana: «Hemos hecho reír a personas de 48 países»

Entrevistamos a David Ottone, una de las cabezas pensantes de la compañía referente en España del humor sin palabras, que invade Madrid este verano

 

Por Álvaro Vicente / @AlvaroMajer

 

Cerca de cumplir los 30 años como compañía, Yllana vive su mejor momento. Además de ganar el Max a Mejor Espectáculo Musical con The Opera Locos, que vuelve este verano a los Teatros del Canal, llegan a La Latina con un greatest hits (Lo mejor de Yllana) y en el teatro que gestionan, el Alfil, retoman el espectáculo familiar Zoo. Entre tanto, se internacionalizan cada vez más y en lo que queda de año conquistarán Francia con The Primitals en Avignon y la producción gala de The Opera Locos que ellos mismos dirigen con artistas de allí. De todo esto y más hablamos con uno de sus miembros fundadores, el inventor de formatos David Ottone.

 

Empecemos por Lo mejor de Yllana. Este espectáculo retoma lo que hicisteis con motivo del 25º aniversario de la compañía, que se llamó Yllana 25. Ahora, con casi 30 que cumpliréis en 2021, yo me pregunto: ¿cómo se elige lo mejor de Yllana, porque debe ser dificilísimo?

Es complicado, la verdad, y se han quedado números de algunos espectáculos que no hemos podido meter, por ejemplo de Gagfather, porque por la naturaleza del espectáculo no se pueden sacar números sueltos. Pero lo que hemos seleccionado representa muy bien el espíritu de la compañía, es muy fiel a la energía que propone Yllana.

 

Yllana: "Hemos hecho reír a personas de 48 países" en Madrid
Lo mejor de Yllana

 

Sé que te pido lo imposible, pero cuáles serían para ti los dos o tres sketches cumbres en estos casi 30 años.

Imposible. Cada momento ha tenido su cumbre. Por ejemplo, ¡Muu!, nuestro primer espectáculo, fue importantísimo para nosotros, tan importante como el último por otra parte, pero era el año 91 y este montaje nos abrió las puertas de Europa y del mundo, ganamos un premio en el Festival Internacional de Toulousse, lo llevamos a Singapur, a Canadá… es fundamental y tenía que estar en Lo mejor de Yllana. También está Glub, glub, que es otra época de Yllana, cuando estábamos más en el clown físico y no éramos todavía tan cañeros como luego resultamos ser. De ahí hay dos números míticos, el del tiburón, que es muy divertido, y el final del espectáculo con los cuatro pájaros que representa el jolgorio típico de Yllana. Y luego 666, claro, que es nuestro espectáculo bandera, el que marca la diferencia absolutamente. A partir de 666 Yllana se transforma, pasamos de ser un grupo de cómicos clown, no te digo de humor blanco, porque ya apuntábamos ese espíritu cañero, pero de pronto con 666 coges un tema como la pena de muerte y lo transformas en una gran comedia, una gran sátira de la sociedad, de la muerte, de la violencia en el ser humano. Esto nos transforma como creadores, nos hace ser conscientes de que tenemos herramientas para poder profundizar en temas complejos de la psique humana y reírnos con ello. Nos empoderó, porque dices: dios mío, somos capaces de hacer esto y a un nivel alto de reflexión, metiendo el dedo en la llaga realmente. Después van llegando otros espectáculos muy importantes como Brokers, en esa misma línea, hasta llegar a Gagfather. Y seguiremos en esa línea cuando estrenemos lo nuevo el año que viene.

 

666 ha envejecido bien, ¿no?

Ha envejecido fenomenal. Hace 3 años hicimos la versión mexicana, que nos compraron los derechos y la montamos allí con actores mexicanos, y recuerdo que en el estreno, que estaba la gente potente allí de la cultura mexicana, estaban todos alucinados y sorprendidos, y cuando les dijimos que la obra tenía casi 20 años no se lo podían creer, porque realmente parece hecho para la sociedad de hoy. 666 es uno de esos espectáculos eternos, que cada vez suena más actual, es un clásico en el sentido de que se ha hecho universal y no pasa el tiempo por él, porque lo que retrata y expone en el escenario es una realidad igualmente eterna y universal.

 

Entiendo que habéis dado con la clave del humor universal, porque Yllana funciona tan bien en España como en cualquier país.

La clave está en que somos parte de una tradición que empieza en Chaplin. En esta compañía tenemos una enorme admiración por Chaplin, un tío que era capaz de plantear situaciones e historias que trascendían las fronteras y los idiomas, y nosotros no hacemos más que eso. Descubrimos muy al principio de nuestra carrera, ya con ¡Muu! y con algún espectáculo anterior donde la compañía ni existía, que esa danza cómica, ese ser capaces de expresar a través de la gesticulación, del cuerpo, era el idioma universal porque puedes hablar de temas que nos interesan como seres humanos a todos y todo el mundo lo siente y lo entiende. Es lo que hacía Tricicle, grandes maestros para nosotros, y antes Marcel Marceau, Lecoq, y mucho antes la comedia del arte, los bufones… artistas que a través de lo físico eran capaces de transmitir ideas y emociones. Nosotros venimos de ahí, somos un eslabón más de esa cadena y esperemos que no dejen de surgir nuevos eslabones, porque es una forma de comunicación maravillosa. Es lo que a nosotros nos ha permitido trabajar en 48 países y que se rían con nosotros personas de 48 países.

 

Yllana: "Hemos hecho reír a personas de 48 países" en Madrid
«The Opera Locos» y «Zoo»

 

Sois cañeros y, por ende, sois críticos y políticos, no sé si pretendidamente o no. Por ejemplo, Brokers surge en 2008, que es cuando estalla la crisis financiera mundial. Cuando preparáis un nuevo espectáculo y pensáis en lo que vais a contar, ¿hay ciertos temas que queréis tocar, o evitar, o sale más espontáneamente?

Suena a tópico, pero cada espectáculo es un mundo y somos conscientes de ello. Lo que sí que no somos es localistas, no intentamos hacer humor con situaciones locales, de Madrid por ejemplo. Hablamos del ser humano, cosas tan universales como la corrupción, la violencia, la ambición de poder, la envidia, que son cosas que relacionas con gente de aquí, pero cuando vamos a Japón o a Finlandia allí las relacionan con cosas que pasan allí. Tampoco vamos de moralistas ni queremos adoctrinar, y de hecho una de las peculiaridades nuestras es que nunca termina de estar claro qué posición adoptamos frente a un tema. Ves 666 y te queda la duda de si estamos a favor o no de la pena de muerte, lo importante es que sea el espectador quien se lo plantee. Eso tiene que ver con algo importante: somos 5 socios que llevamos casi 30 años juntos, además de toda la gente que crea con nosotros, y somos muy diferentes, Yllana no es una mente única que piensa igual, somos diversos puntos de vista y eso se refleja en los espectáculos. Lo único que nos une es que queremos disfrutar haciendo nuestro arte y que nos encanta hacer reír. Y nos encanta hacerlo de una manera en la que, además de reír, logramos contar y emocionar. Ahora mismo estamos en un momento en el que nos apetece más que nunca que se generen emociones con nuestro teatro, que la gente se identifique con unos personajes, que disfrute de la forma en la que usamos los elementos escénicos, la música, la poesía visual, la contundencia de la comedia física. Queremos que, al final, además de reírse la gente se sienta provocada, que viva una catarsis desde el humor, que también se puede. Somos conscientes de que cada vez que elegimos un tema hay una responsabilidad, porque sabemos que queremos dar caña, nos apetece, nos encanta, somos unos provocadores natos.

 

De un tiempo a esta parte el humor está en el punto de mira y se ha generado mucho debate sobre los límites del humor. ¿Cómo lo ves? ¿Hemos retrocedido desde los 90 que empezabais vosotros? ¿Os habéis autocensurado alguna vez?

No, no creo que nos hayamos autocensurado nunca. Es verdad, por ejemplo, que hay un tema que queremos tocar y no hemos tocado todavía porque aun necesitamos vivir de lo que hacemos (risas). Lo dejaremos para cuando seamos viejos y estemos para retirarnos y ya nos dé igual todo. No, bromas a parte, lo que hemos ido viendo es que la sociedad se transforma. Por ejemplo, el movimiento #metoo nos ha hecho ser conscientes de que lo que antes era un chiste x, ahora se ha convertido en otra cosa. En Yllana nos hemos sentido siempre muy libres y casi te diría con el deber de provocar, porque nuestro público lo demanda. Siempre que abordamos un nuevo espectáculo pensamos en como dejar en shock al público, porque si no somos suficientemente cañeros y provocadores, si la gente no se pregunta qué coño están haciendo estos, es que no hemos hecho bien nuestro trabajo.

 

¿Esto es igual para esos otros trabajos, digamos, en colaboración con otros artistas?

No, esa es otra línea de Yllana, fundamental. Es compartir nuestra creatividad con otros creadores como Ara Malikian en Pagagnini, con Bulbul en Sensormen, ahora lo que hemos hecho de Queen o The Opera Locos… O The Primitals… Son espectáculos donde utilizamos los conocimientos escénicos adquiridos en estos 30 años y nuestras ganas de generar espectáculos con otras energías, que además nos están reportando muchos éxitos. Acabamos de ganar el Max con The Opera Locos, Primitals va este verano al Festival de Avignon, estamos preparando Pagagnini 2 para estrenar en otoño después de que Pagagnini haya estado 12 años girando por todo el mundo… Pero cuando hablamos de Yllana, de la casa madre, el Yllana de ¡Muu!, de 666, de Brokers, de Gagfather… ese es nuestro espacio de libertad sin ningún tipo de límites ni censuras, ahí es donde disfrutamos como enanos, donde sentimos que nos hemos ganado un espacio, que es lo máximo a lo que puede aspirar un artista, sentirse con el derecho y el deber de tocar las fronteras de lo correcto.

 

Yllana: "Hemos hecho reír a personas de 48 países" en Madrid
«The Primitals», «666» y «La Calderona»

¿Dónde está esa frontera?

En cada espectáculo nos lo tenemos que preguntar y que creo que es algo muy sano y al mismo tiempo divertidísimo, nos reconforta como artistas poder hacerlo y tener esa libertad que nos hemos ganado, porque nos lo producimos nosotros, no le debemos nada a nadie y solo nos debemos a nuestro público.

 

Con todo, Yllana se ha convertido en una factoría de espectáculos, porque además de lo vuestro, de gestionar el teatro Alfil, de producir espectáculos familiares, de trabajar con otros creadores, dirigís artísticamente el dinner show del Florida Retiro desde su apertura, gestionáis tres escuelas municipales de teatro y tenéis una empresa de ticketing. ¿Me dejo algo?

Además de que vamos a montar la producción francesa de The Opera Locos que estará mínimo 4 meses en el Teatro de la Comedia de París, yo te tengo que hablar de mi proyecto más personal, de La Calderona, un espectáculo de hip hop y teatro clásico con un dj en escena que sigue sorprendiendo y con el que vamos a ir ahora a Corea, al festival de Daegu, y seguramente irá luego a México, todo gracias al apoyo del Festival de Almagro. El hecho de que haya festivales internacionales que vean nuestras propuestas como interesantes y quieran que su público las vea, es un orgullo muy grande. En general, es un orgullo inmenso pertenecer a esta compañía, la verdad. Johnny Marr, el guitarrista de los Smiths, cuando dejó el grupo se tatuó en el brazo “Ex-Smith”. Yo creo que nosotros, Yllana, nunca nos separaremos, pero te puedo asegurar que llevo tatuado a Yllana en el corazón.

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