El Teatro Fernán Gómez ha querido abrir su temporada, y estrenar su renovado vestíbulo, con una nueva versión de Ternura negra de Denise Despeyroux, que podremos ver del 8 al 18 de octubre, con la que la dramaturga, directora -y ahora también actriz- nos invita a disfrutar de una comedia romántica de fantasmas con pinceladas históricas.

 

Posesiones ‘reales’ por skype

 

Por Redacción

Humor, conexiones por Skype, posesiones y un puntito de romanticismo son los ingredientes de los que se ha servido la dramaturga y directora Denise Despeyroux para crear Ternura negra, espectáculo que abre la nueva temporada del Fernán Gómez. Una historia que ya tuvo su primer recorrido allá por el 2015 y que ahora ha vuelto a recuperar en “una versión distinta, nueva”, en la que la propia Despeyroux se sube al escenario para interpretar uno de los papeles “Es muy interesante visitarlo desde la actriz y me hace comprender mejor mi propia pieza, qué lugares emocionales estaba transitando cuando la escribí”.

“Es casi una obra distinta, tiene otro aire, más comedia”, nos desvela Joan Carles Suau que comparte escenario con Denise y al que hemos podido ver en anteriores propuestas de la directora, entre ellas, la anterior puesta en escena de Ternura negra, una obra que nos cuenta la historia de Andreas (Fernando Cayo), un autor y director de teatro obsesionado con la figura de María Estuardo, que decide instalarse en una tienda de campaña junto al castillo de Tutbury, donde la reina pasó gran parte de su cautiverio, para intentar comunicarse con su fantasma. Desde ahí, el autor dirige por Skype – muy apropiado en los tiempos que vivimos – a Paloma (Denise Despeyroux) y Hugo (Joan Carles Suau), dos actores que ensayan en la buhardilla de ella. Poco a poco todo se complica cuando el autor decide colarse en una habitación del castillo que ha sido clausurada por una gran actividad paranormal e intenta organizar una sesión de espiritismo a través de Skype “pero los planes no salen como pensaba”, nos adelanta su autora.

“Hay varias capas en la obra que se superponen y se alternan y se van devorando” nos cuenta Despeyroux, quien define el espectáculo como una “comedia histórica de terror romántico”. Según nos desvela su autora: “Es una historia de amor, espero que haya momentos para la emoción”, a la vez que juega a los cuentos de terror, “Es más por los sustos que se dan los personajes – nos aclara – el público no va a pasar miedo en la butaca, es algo muy difícil de hacer en teatro”; Denise también señala que posee una profunda investigación sobre la figura de María Estuardo “para quien le interese conocer quién era este personaje trágico y maravilloso”, pero, sobre todo, destaca que “es un divertimento”.

De Denise Despeyroux muchos recordarán espectáculos como La realidad, Carne viva o Un tercer lugar y, según nos contaban en la presentación, tiene pendiente de estreno Canción para volver a casa, obra que la compañía T de Teatre presentó en el Grec y que, a causa de la pandemia, ¡cómo no!, ha tenido que ir retrasando su estreno en Madrid. Además, nos hace un adelanto de otros textos en los que está trabajando «En mente tengo dos obras. Una con Carles Roca de Vania Producciones que pensábamos estrenar en el Festival de Otoño, pero lo vamos a dejar para el año que viene; y otro texto en el que llevo trabajando dos años, e investigando desde el 2014 – nos explica – una obra muy ambiciosa, que mezcla física cuántica con videojuegos y las dos grandes guerras. Es muy compleja, pero estoy muy contenta».