El teatro busca mejorar la seguridad de los espectadores durante la pandemia del Covid-19

 

El Pavón Teatro Kamikaze, la empresa Tayra y Estudio Príamo investigan la efectividad de la ionización bipolar por plasma frío para reducir la presencia de patógenos en recintos cerrados

 

Las conclusiones del estudio podrían confirmar que se alcanza la concentración de iones necesarias para descontaminar el ambiente al 99%

 

La eficacia de esta tecnología ha sido ya validada por el Ministerio de Defensa, tras el éxito de una prueba realizada por Tayra y su equipo científico en el Hotel B&B de San Sebastián de los Reyes en el mes de mayo

 

 

Por Redacción

 

El Pavón Teatro Kamikaze de Madrid se une a la empresa de climatización y calidad de aire interior Tayra y al Estudio Príamo para la puesta en marcha de un ensayo sobre la ionización bipolar por plasma frío en recintos públicos cerrados, una tecnología que se aplica a través del sistema de impulsión del aire acondicionado. El ensayo que se está realizando en el teatro consiste en una caracterización del aire en distintos puntos del espacio mediante el análisis microbiológico con y sin ionización. Las conclusiones podrían confirmar que una correcta aplicación de esta técnica sería eficaz en la desinfección inocua de espacios ocupados por personas, reduciendo la concentración de patógenos presentes.

 

Antes que en el Kamikaze, esta tecnología emergente para la descontaminación de patógenos en espacios cerrados se probó el pasado mes de mayo en el Hotel B&B de San Sebastián de los Reyes (Madrid), reservado durante la crisis para el descanso del personal sanitario. Los resultados del estudio, realizado por la empresa Tayra y su equipo científico (con expertos de la Universidad Tecnológica de Dublín, la Universidad Pública de Navarra y la Universidad de León), confirman que esta técnica es una solución para la eliminación, de forma eficaz y segura del bacteriófago MS2, un virus sustituto del coronavirus, de idénticas características pero inocuo. En el estudio se demostró una reducción del virus de casi el 99% en el aire y del 80% en superficies. La investigación ha sido evaluada y validada por el laboratorio del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), organismo público de investigación dependiente del Ministerio de Defensa.

 

El estudio en el Pavón Teatro Kamikaze permitirá concluir si los resultados obtenidos en el hotel son extrapolables a otros entornos cerrados de mayor volumen y ocupación, como las salas teatrales. La iniciativa coincide con un momento en el que un número creciente de estudios muestran que el contagio de la COVID-19 también se produce por vía aérea, extremo que ha confirmado recientemente la Organización Mundial de la Salud.

 

La prueba se lleva a cabo con el impulso del Estudio Príamo, especialista en el diseño y la gestión técnica de espacios escénicos, que colabora con Tayra en la implantación de la ionización en el sector cultural con el objetivo de mejorar la seguridad de los espectadores y profesionales de las artes escénicas. La iniciativa está alineada con las directrices del Pacto Verde Europeo, orientadas a la reducción de la contaminación y generación de una economía limpia.

 

 

¿Qué es la ionización bipolar por plasma frío?
La ionización consiste en aplicar un campo eléctrico al aire de modo que se generen iones positivos y negativos, creando un ambiente natural en un espacio artificial que tenga un déficit de iones adecuado. Aparte de su acción descontaminante, los iones atacan la membrana del virus dejando expuesto su ARN a la oxidación, inactivándolo. La instalación es sencilla y sus aplicaciones son numerosas: centros hospitalarios, comercios privados, edificios públicos, sector residencial e industrial, etc. Asimismo, puede aplicarse al transporte: vehículos, trenes o aviones.

 

Tal y como explica Paul Gerard, responsable de la empresa Tayra, pionera en la introducción de esta tecnología en España  «la ionización no es nueva y lleva tiempo usándose con éxito en Estados Unidos como método de purificación del aire. En España, ha sido aplicada por Tayra en una planta de productos lácteos de la empresa Danone en Barcelona. Durante la emergencia sanitaria, hemos desarrollado nuevos estudios sobre la aplicación de la ionización como estrategia virucida y en los últimos meses hemos realizado más de 40 instalaciones en edificios. Son múltiples las iniciativas que desde diferentes ámbitos están surgiendo para lograr un aire descontaminado, pero no todas las soluciones tienen detrás estudios científicos rigurosos en escenarios reales, ni garantizan la inocuidad del método».

 

Gerard, Ingeniero experto en Climatización e investigador de la Universidad Tecnológica de Dublín (Irlanda), explica que se trata de una tecnología «sencilla, barata, inocua y biocompatible con la presencia de personas que, además, se adapta a la instalación de climatización existente y no conlleva una inversión económica importante». Paul Gerard resalta además «lo importante que es aplicar correctamente la tecnología de ionización para garantizar su mayor eficacia en inactivar patógenos. No vale cualquier tecnología ni cualquier montaje, la instalación y edificio han de ser caracterizados y la aplicación de la ionización adaptada a la idiosincrasia de cada tipo de edificio y su sistema de aplicación».

 

La principal ventaja de esta tecnología es que convierte los sistemas del aire acondicionado (vectores probados del coronavirus) en aliados para la descontaminación del aire mediante la instalación de un dispositivo de ionización. «Mientras funciona el aire acondicionado para calentar, enfriar o ventilar los espacios, el aire se convierte en un agente higienizante activo».

 

La investigación que acaba de culminar se suma a estudios científicos previos ya realizados por la empresa. Paul Gerard y su equipo se alojaron en el Hotel B&B de San Sebastián de los Reyes, donde residía personal sanitario, algunos en confinamiento por estar contagiados. Reconvirtieron una de las habitaciones para simular una UCI teniendo en cuenta las limitaciones físicas presentes. La conclusión es que este sistema elimina el virus del aire (al 99%), las superficies (al 80%) e incluso de las mascarillas (al 94%).