Por Sergio Díaz

 

Una primavera más llega Surge, la Muestra de creación escénica alternativa madrileña organizada por la Comunidad de Madrid. Por este motivo le hemos preguntado a Alberto García, Natalia Ortega, Nacho Bonacho y Ángel Málaga, que junto a Jonatán Fernández, son las personas que se encargan de sacar adelante este gran evento para que nos hagan un balance de los seis años que se lleva celebrando, de lo que aporta, de lo que falta y del futuro del mismo. 

 

 

-Natalia Ortega. Coordinación general

 

¿Cómo surgió la iniciativa de crear Surge? ¿Cómo recuerdas esos momentos iniciales en los que se estaba cociendo la idea?

Hace 6 años, a Alberto García y a mí nos proponen desde la Comunidad de Madrid, idear, inventar, crear, un evento que implique al mayor número de salas alternativas. Después de hacer un histórico y ver de dónde veníamos y a dónde habíamos llegado, creímos que la mejor opción era esta la de una Muestra que implicase al mayor número de creadores posibles. En ningún caso nos planteamos hacer un Festival al uso, precisamente queríamos huir de la Dirección Artística única, respetando por supuesto a los Festivales que la tienen. En nuestro caso fue por una cuestión ética. Nuestra historia, la de Alberto y mía, está sin duda vinculada a los espacios alternativos y a las entidades gremiales ligadas a estos, fuimos Presidentes de la Coordinadora Madrileña de Salas y de la Red Nacional de Teatros Alternativos; por lo tanto tenemos la necesidad de trabajar por y para lo gremial.

Ahí está la exigencia propia de llamarlo Muestra y no Festival. Queríamos, queremos, poner en evidencia lo que ya sucede de manera natural a lo largo de la temporada en la Comunidad de Madrid. Poner el foco durante cuatro semanas en la creación contemporánea. Pensamos que si teníamos posibilidad de manejar dinero público, ¡qué responsabilidad!, era nuestra obligación hacer que llegara al mayor número posible de creadores. La primera edición, fue la menos pensada, por la premura, por los tiempos de la administración, por los de las propias salas, de los creadores. Fue en la que nos tiramos a la piscina. Tuvimos muchísimos detractores, dentro de nuestros propios compañeros y compañeras, dentro de la prensa… bueno, fuimos capaces de capear y de lidiar con ello. A partir del segundo año las mecánicas de participación se van modificando escuchando las aportaciones tanto de los espacios como de los creadores. Esto se hace cada año, una vez finalizada la Muestra. Todo aquel o aquella que haya participado en Surge, tiene voz para aportar ideas.

Hay algunas que se pueden poner en práctica y otras que por cuestiones administrativas, no se pueden.

 

¿Pensabas que Surge se convertiría en lo que es hoy?

Nunca me he parado a pensar en esto. Lo que hicimos, lo que hacemos, es trabajar. Trabajar para la profesión. Es verdad que la Muestra ha ido avanzando y es cierto que se ha convertido en una cita esperada por los creadores.

Surge significa apostar por un nuevo modelo de gestión de los recursos públicos, en tanto que apoya el tejido de una actividad que ya está sucediendo.

 

¿El festival ha cumplido las expectativas que os marcasteis al idearlo?

Las ha sobrepasado. De hecho el número de propuestas ha ido en aumento considerablemente desde la primera edición a esta. Cuando iniciamos esta aventura no teníamos idea de hacia dónde iría; sabíamos que iba a generar polémica, eso lo teníamos claro desde el principio, porque todo lo nuevo asusta. Aunque tampoco hemos inventado nada, hemos trasladado a lo local algo que ya hicimos, y se sigue haciendo, en lo nacional. Adaptamos la fórmula que se utiliza en el Circuito de la Red de Teatros Alternativos.

Como ya he dicho, Alberto y yo, formamos parte de su junta directiva durante varios años, y ahí tuvimos la oportunidad de continuar un trabajo ya iniciado por juntas anteriores. Terminamos de perfilar un modelo de Muestra que se sigue usando hoy. Básicamente nos copiamos a nosotros mismos. ¿Si a nivel nacional funciona por qué no lo iba a hacer en lo local? Qué mejor planteamiento que ese. Un gran número de directoras y directores artísticos haciendo una selección conjunta.

 

¿Qué ofrece Surge a las compañías?

Es una manera, en muchas ocasiones, de poner en pie un proyecto con una aportación económica de entrada. Ofrece visibilidad. Ofrece estrenar en un marco concreto. Ofrece que durante un mes lo que ya sucede de manera natural en estos espacios esté presente. Sea más evidente, se visibilice grupalmente. La aportación económica de la Comunidad de Madrid se centra en potenciar los estrenos de trabajos de autoría madrileña buscando despertar el interés de los ciudadanos como futuros espectadores asiduos al trabajo de estos espacios con una contundente campaña de comunicación y promoción.

 

¿Qué criterios utilizáis para escoger las obras que forman parte del festival en cada edición?

No hay un criterio artístico de entrada. Hay unas mecánicas de participación que se pactan cada año al finalizar la Muestra anterior que sientan unas bases. Hay que cumplir unos requisitos iniciales para pasar la primera ‘criba’. Esa es la única en la que participamos en exclusiva el equipo de la muestra. Descartamos a las compañías y creadores que no cumplen ese primer filtro.

 

¿Cómo se decide qué obra va a cada sala? ¿Son las propias salas las que lo eligen o lo decidís vosotras?

Ni nosotros, ni directamente las salas. Los primeros que dicen a qué espacios quieren ir son las propias compañías. Es posible que de entrada no prime la excelencia, lo que no significa que no se alcance. Lo que sí buscamos es generar tejido, vínculos entre el contenedor, el continente y la administración.

 

¿Lo más difícil de vuestra labor es configurar la programación?

No, la programación prácticamente se hace sola. Eso es lo bueno que se trabaja desde lo colectivo, en equipo. Se escucha a todas y todos los implicados en el proceso, entendiendo como proceso, el acto de moldear un evento que implique al mayor número de agentes culturales

 

La vida ha cambiado en estos 6 años y Surge es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad. ¿Habéis notado una evolución en los temas que las compañías os presentan?

Por supuesto. Desde hace unos años prima lo social. Hay muchas propuestas centradas en el papel de la mujer en la sociedad. En las olvidadas. También este año.

 

¿Echas en falta que se presenten más propuestas de alguna disciplina artística? o ¿que se que aborden en las creaciones algunos temas que no aparecen?

La verdad es que no. Ten en cuenta que hay entre 35 y 40 estrenos, más las Actividades Transversas. Es difícil que no se traten casi todos los temas.

 

Habéis creado un festival del que estar orgullosas, pero ¿qué margen de mejora le ves a Surge? ¿Cuál sería tu Surge ideal?

Un Surge con una aportación económica mayor. Un Surge que siga trabajando desde lo colectivo, desde lo común. Un Surge que siga apostando por la creación madrileña. Un surge que, lo coordine quien lo coordine, no abandone el concepto de gremio.

 

¿Cómo ves el tejido teatral madrileño?

En este momento, muy activo. Hay mucha actividad. Muchas ideas, proyectos, propuestas. De toda índole, para todos los gustos y placeres. Eso es lo que más me gusta que cada una podemos elegir lo que queremos ver. En Surge y en cualquier momento del año. Hay creación para todas.

 

 

-Alberto García. Coordinación general

 

¿Cómo surgió la iniciativa de crear Surge? ¿Cómo recuerdas esos momentos iniciales en los que se estaba cociendo la idea?

En el año 2014 desde la Dirección General de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid nos llamaron, a Natalia Ortega y a mí, con la idea de generar algún evento que implicase el ecosistema creativo que circundaba a las Salas madrileñas. Natalia y yo habíamos desarrollado nuestra carrera gracias, por y para el fenómeno que han implicado estos espacios dentro de las Artes Escénicas del Estado Español: habíamos trabajado desde los 90 en las Salas, habíamos tenido la ocasión de representarlas en sus Asociaciones gremiales presidiendo durante casi un lustro las Coordinadoras Estatal y Madrileña de Salas Alternativas y, además, habíamos conocido de primera mano el histórico de los otros ejemplos de colaboración que habían desarrollado con la Comunidad de Madrid (los Festivales La Alternativa y, más adelante, Escena Contemporánea). Inmediatamente fuimos conscientes de la responsabilidad que el tema implicaba y, como réplica al llamado, hicimos una reflexión por escrito que compartimos con la institución, en la que le hacíamos una serie de preguntas abiertas para perfilar el tipo de iniciativa que se pretendía forjar. En la batería de respuestas se apuntó un modelo de gestión participativo que implicase el mayor número de espacios posible en el que sus Compañías o creadores tuviesen algo de apoyo, económico, y de visibilidad. Gestamos así una primera edición piloto, con los plazos muy apurados, que funcionó como pistoletazo de salida para el proyecto actual. Fue un primer ejercicio muy amplio, problemático y claramente perfectible que, por otro lado, significo una apuesta de mínimos sobre de la cual se pudo construir el sistema actual.

Recuerdo todo ese año con una mezcla de gran ilusión y profunda decepción, eran momentos de crisis y el gremio estaba especialmente desconfiado con las administraciones después de los duros recortes y, pese a que Natalia y yo siempre habíamos defendido este tipo de proyectos de colaboración de índole horizontal y estábamos (y estamos) convencidos de que era lo correcto para trabajar con fondos públicos, no faltó quien interpretó la iniciativa como una especie de ‘festival low cost’ por parte de la Comunidad de Madrid, cuando fuimos nosotros los que lideramos la propuesta inclusiva y desde la institución se nos apoyó totalmente. Digamos que la vocación participativa no sentó a todo el mundo bien.

Después tuvimos la oportunidad de evaluar junto a las Salas la actividad y de diseñar la II Edición en conjunto y, a partir de ese momento, quedó claro que la voluntad de la Comunidad de Madrid era apoyar el movimiento escénico que representan y, de hecho, para el segundo año tuvimos un aumento presupuestario considerable.

 

¿Pensabas que Surge se convertiría en lo que es hoy?

Sí. La idea era encaminarlo hacia el lugar en el que hoy se encuentra fundamentado en tres ejes:

  1. El concepto de colaboración entre la Comunidad de Madrid y las Salas madrileñas en un diseño de la gestión cultural basado en un principio representativo a través de la concurrencia competitiva, innovador y participativo que consigue poner en valor la compleja y contundente realidad escénica que ofrecen las Salas madrileñas, impulsando la rica oferta de trabajos en distintos formatos y géneros que presentan cada noche en su agenda en reconocimiento al ecléctico y diverso fenómeno único que el movimiento ‘Alternativo’ ha significado durante décadas.
  2. El potenciar a las Compañías y creadores madrileños (afincados en la región o con trayectorias indiscutiblemente vinculadas a su movimiento cultural)
  3. El diseño económico, con un sistema objetivable mediante pagos ‘base’ con ‘pluses’ que fomentan la calidad artística, tanto de las Compañías o creadores como de las Salas que fomenta un mecanismo de transparencia que transmite la sensación de tranquilidad y de confianza.

 

¿El festival ha cumplido las expectativas que os marcasteis al idearlo?

Sí. Aunque se trata de un modelo de gestión que aún puede (acaso debe) crecer, dado que podría multiplicarse exponencialmente.

 

¿Qué ofrece Surge a las compañías?

Un espacio para estrenar con apoyo económico, con la visibilidad que implica estar amparado por la institución habiendo sido elegidas por el conjunto de las Salas madrileñas.

 

¿Qué criterios utilizáis para escoger las obras que forman parte del festival en cada edición?

El sistema es complejo y difícil de resumir pero, básicamente, se trata de orquestar una dirección artística colegiada. Hay dos vías de selección intentando combinar el factor ‘elector-elegible’. Por un lado las Compañías o creadores seleccionan las Salas madrileñas en las que les interesa estar programadas, lo que determina la cantidad de espectáculos que cada espacio va a recibir. Por otro lado las Salas madrileñas emiten una valoración de las Compañías o creadores inscritos recomendando su inclusión en Surge Madrid. Finalmente una vez pasado el primer filtro se cruzan los datos y se obtiene la programación

 

¿Lo más difícil de vuestra labor es configurar la programación?

No. Se hace sola de acuerdo a las Mecánicas de participación aprobadas cada año.

 

¿Echas en falta que se presenten más propuestas de alguna disciplina artística? o ¿que se que aborden en las creaciones algunos temas que no aparecen?

En cuanto al perfil de las Compañías y creadores puede dividirse en dos. Por un lado están quienes presentan Propuestas de estreno, aquí la variedad de trabajos responde al caleidoscopio de géneros programados habitualmente en las Salas madrileñas y guarda más o menos la misma proporcionalidad: mucho teatro textual al uso, pocos trabajos de creación contemporánea y muy pocos abordados desde el movimiento o la danza. Por el otro lado las Compañías o creadores que presentan Actividades Transversas responden abiertamente a un perfil de artista multidisciplinar, de este modo Surge Madrid desde hace un par de ediciones, empieza a funcionar también, a través de los Laboratorios de creación y las Actividades transversas, como una especie de Evento ‘Site-specific’ por lo que es ya un reclamo habitual para todos los Creadores que desarrollan su trabajo en esta materia.

 

Habéis creado un festival del que estar orgullosas, pero ¿qué margen de mejora le ves a Surge? ¿Cuál sería tu Surge ideal?

El potencial éxito del proyecto está en haber consensuado el diseño de un sofisticado sistema de recomendaciones, votos, reuniones, etcétera, que permita estructurar una dirección artística colegiada para que todos los agentes involucrados participen de la inteligencia colectiva en aras de poner en valor la creación escénica de la región desde la diversidad y la complejidad que en sí misma representa. Está curiosa y peculiar tarea a la que hemos llegado después de años de experiencia en una especie de mezcla entre lo que sería un ‘Festival’ al uso y la ‘Programación de una red de teatros’ hace que el futuro de Surge Madrid sea muy abierto, aunque todo apunta a que, si se logra gestionar un volumen mayor presupuestario, la iniciativa debía evolucionar hacia una línea de Apoyo a la exhibición en temporada en las Salas de pequeño formato de la región vía ayudas o subvenciones en concurrencia competitiva o a un sistema de Red de Teatros similar al que se tiene como establecido con los otros Ayuntamientos.

 

¿Cómo ves el tejido teatral madrileño?

Rico, complejo, diverso… Y muy contradictorio. El gran valor y la gran desventaja de las Artes Escénicas en particular y de la Cultura general en Madrid es la saturación de iniciativas. En la escena, la excepcionalidad de la capitalidad hace que convivan (y por lo tanto compitan sin ningún orden y concierto) 4 circuitos: un circuito público con iniciativas estatales, regionales y municipales (a escala ciudad y a escala barrio), el potente circuito del teatro comercial de boulevar, un importante circuito de teatro profesional privado de mediano formato y el circuito alternativo (off) que solo de basto no tiene parangón dentro de las capitales europeas. El resultado es un autentico sindiós en la agenda madrileña de cada fin de semana. Por exceso (de propuestas) y por defecto (de su organización).

 

Surge Madrid 2019 en Madrid
Carteles de todas las ediciones de Surge Madrid.

 

Nacho Bonacho. Coordinación administrativa

 

¿En qué consiste tu labor dentro de Surge?

 Mi labor en Surge está enfocada a la gestión administrativa, enlace con la Comunidad de Madrid y de logística para las actividades del festival.

 

¿Cuál es la parte más complicada de ese trabajo?

Cuadrar todas las cifras para que estas sean coherentes, justas y absolutamente objetivas. Menos mal que, con el sistema ideado por Natalia y Alberto en su día, esta labor menos compleja.

 

¿Qué crees que aporta Surge a las compañías/salas/escena madrileña?

La verdad es que Surge es el único festival en Madrid que apoya de manera explícita a las compañías madrileñas. En este sentido, para las compañías que suelen realizar su labor en esta ciudad, es muy positivo. Para las salas de nuestro formato, creo que Surge representa un nexo de unión para todas ellas. Muy importante para que puedan surgir nuevas sinergias entre todas. Y yo creo que para la escena madrileña aporta algo de frescura y sobre todo la posibilidad de crear un catálogo anual de nuevas propuestas.

 

¿Cómo ves a las salas con respecto a Surge? ¿Notas que cada año siguen teniendo ganas de formar parte de esta iniciativa?

Estoy plenamente convencido de ello. De hecho, cada año hay más salas interesadas en participar en la muestra.

 

¿Cuánta vida le ves a Surge?

Espero que mucha.

 

-Angel Málaga. Coordinación de comunicación y gestión de contenidos

 

En lo que se refiere a tu labor específica. ¿Crees que los medios de comunicación le damos suficiente cobertura a la muestra?

Sí, creo que los medios le dedicáis un espacio importante, sobre todo vosotros desde Godot, pero en general creo que los medios se hacen eco. Otra cosa es que la ciudad se entere o sepa de su existencia, pero esto no tiene tanto que ver con Surge en particular, sino con las artes escénicas en general.

 

La vida ha cambiado en estos 6 años y Surge es un reflejo de lo que ocurre en la sociedad. ¿Has notado una evolución en los temas que las compañías os presentan?

Ha habido años en los que los temas de actualidad del momento se han visto muy reflejados en las distintas propuestas que se han estrenado como el feminismo, la violencia de género, el drama humanitario de las migraciones, la corrupción política, la identidad, los refugiados… Surge lo conforman muchas salas y muchas compañías y artistas con intereses muy diferentes, pero esto es, precisamente, lo que hace que haya una diversidad de temas y preocupaciones de lo que pasa en diferentes ámbitos de nuestra sociedad.

 

¿Echas en falta que se presenten más propuestas de alguna disciplina artística? o ¿que se que aborden en las creaciones algunos temas que no aparecen? o ¿más riesgo?

Echo en falta mucho la danza, se reciben muy pocas propuestas de esta disciplina y el riesgo en cuanto a otras maneras de hacer en escena menos convencionales, más contemporáneas y propuestas en las que los límites de las disciplinas no estén claros y no sepamos dónde ubicarlo. Este tipo de propuestas me parecen muy excitantes.

Es cierto que las Actividades Transversas vienen siendo este tipo de creaciones más próximas a esa idea de trabajo donde los límites no están claros. A mi me interesan mucho, pero echo de menos que este tipo de propuestas pasen a ser propuestas de estreno en sala.

 

Programación Surge Madrid 2019

 

-Anafha. Historia de una niña refugiada. Teatro de los invisibles

Bruja, Segundo Akelarre. Wicca danza

BY A LADY. la mínima

C O S M O S,- ecología – danza – imagen. Compañía Camille Hanson

Cadena de montaje. Cambaleo Teatro

Dangarunga. Bacalorio Teatro

De punta en blanco. LA CANTERA exploraciones teatrales

-EFÍMERAS (Una plácida vida tranquila). José Manuel Carrasco

El Abrazo. Leyson Ponce

El fuego amigo. Cía. Vuelta de Tuerca

-El hombre y el lienzo. Kendosan Producciones

-GLITTER. Alba González

Guionízame. Tornabucle

Hay un agujero de gusano dentro de ti. Malala Producciones

-Irracional. Sinsorgadas y Producciones

-La balada de Caperucita. Tribueñe

-Las Tres Sisters. Carburo Producciones y Creaciones del Sako

-Loser. Musical Impro

-Mosuo o no Mosuo. Aúpa Teatro

-Narciso, I`ll be your mirror. El Curro DT

-NEOCASTICISMO. La vida del maestro Rodrigo (Teatro Lírico-Ciego). Patricia Peñalver & Andrés Jiménez-Ramírez

-No sé que nombre tiene esto pero LO DESEO. Cía. Gonzalo Simón

-Nunca pasa nada. Acciones Imaginarias

-Nuremberg. La Encina Teatro

-PRECIOSO. Malditos Compañía

-Quien eres. Provisional Danza

-Rizosfera. Gichi-Gichi Do

-Shakespeare. ¿Tal vez si…? Compañía Guindalera

-Sin título. Grumelot y Escuela Nave 73

-Territorio Siboney. BISTURIENMANO

-Tribu. Colectivo Fango

-Tu voz. Vaivén Teatro Asociación Cultural

-Un peral entra por la ventana. Nueve Norte

-Yo. A mí. De mí. Lagrada producciones teatrales