Por Ka Penichet/@KaPenichet

 

«Los mitos no son más que intentos por explicar las inquietudes del ser humano»

 

Hace siete años, dos actores, una chica Bilbao y otro de Sevilla con acento vasco, vinieron a Troya a luchar con la firme intención de iniciar un viaje para encontrarse y poner su voz en alguna pieza teatral. Las vidas de Itxaso Larrinaga y Mariano Estudillo no se cruzaron hasta cinco años después, en un taller de verano organizado por Grumelot. Fruto del trabajo con esta compañía,  el verano pasado presentaron al clasicOFF, el festival experimental de Teatro Clásico organizado por Nave 73, Se busca, una pieza inspirada en La Odisea de Homero. Esta función regresa a la misma sala los miércoles de enero. Para hablar de las similitudes del viaje que realiza Ulises con el viaje personal de los actores me reúno con ellos, que me ofrecen un encuentro fresco, sincero y  valiente con dos personas que, aunque jóvenes, tienen muy claro hacía dónde remar para llegar a su Ítaca personal.

 

Se busca, ¿es una versión libre de La Odisea de Homero?

Itxaso Larrinaga: Es una creación basada en el viaje de Ulises. El eje, sí que es el mito de Ulises, pero el reto real fue cómo encontrar las diferentes versiones que hay de esa historia oficial.

Mariano Estudillo: Más que montar La Odisea, lo que hemos hecho es coger lo que nos interesa de ese texto. No es un remake, o una una adaptación. Si dijera que es una versión libre, yo me sentiría un poco traidor. Para mí está inspirado en pasajes de La Odisea, y posiblemente, me esté echando piedras a mi propio tejado porque vende mucho más decir lo contrario pero no quiero mentir a la gente.

¿Por qué la elección de trabajar con este texto para presentarlo al clasicOFF de Nave 73?

I. L.: Realmente la intención primera fue trabajar El golfo de las sirenas de Calderón de la Barca porque ya conocía esa obra de hace tiempo. Me pareció muy interesante porque de repente Ulises no era el típico que conocíamos sino que Calderón le daba la vuelta al mito oficial y en este viaje son los compañeros de viaje de Ulises los que lo salvan. Hay una reflexión de la necesidad de los compañeros de viaje para completar tu odisea. Por otro lado, me sentí cercana al texto porque yo viviendo en Madrid me he dado cuenta que nadie es de aquí, que todos nos hemos ido de nuestras casas para perseguir el sueño. Investigando sobre el mito siempre acaba saliendo el síndrome de Ulises que es esa sensación de no pertenecer a ningún sitio.  De una forma u otra esto nos ocurre a casi todos los que estamos en Madrid, incluso a los madrileños, simplemente mudarte o cambiarte de colegio…tener que empezar una nueva vida en otro sitio me parecía un tema universal.

Y padecer este síndrome, sin que sea un rechazo a vuestro lugar de origen, ¿os ha ido despojando de esta cosa patriótica o se mantiene intacto el sentimiento?

M. E.: Haciendo esta obra me he dado cuenta que yo probablemente padezca ese síndrome. Toda mi familia es andaluza y  con dos años me trasladé a Durango. En Bilbao soy el andaluz, en Sevilla soy el vasco… Haciendo un poco memoria me doy cuenta de que siempre he estado un poco apartado, no de forma negativa, pero siempre ha estado el resto y Mariano. Y eso es algo que se amplifica en la obra. Respecto a lo patriótico yo desde que vivo en Madrid hace siete años,  me da igual  de donde vengamos. Al final este es mi octavo año aquí y ya no me siento ni andaluz, ni vasco, ahora me siento un poco madrileño pero como nadie es de Madrid no sé qué es ser madrileño. Yo soy Ulises, soy un tío que se fue hace siete años para hacer lo que le gustaba pero no es todo tan guay. 

¿Cuánto peso autobiográfico tiene la obra?

I. L.: Es una trampa realmente…

M. E.: Pues un 99,9% . Al final hemos cogido a Ulises y Penélope para compararlos con Itxaso y conmigo pero realmente lo que estamos comparando es una historia que se escribió hace más de 2000 años con gente que tiene 27, 24 años… Me gusta que el teatro sea biográfico, siempre y cuando, el público pueda sentirse identificado. Nosotros contamos ahí nuestra mierda pero no he hecho eso porque quiera hablar de eso. Hay de todo pero a la vez no hay nada.

¿Qué impresiones le causa a la gente este trabajo?

M. E.: En las funciones que llevamos, estamos consiguiendo que la gente que conoce el texto muy bien, le guste y encuentre un montón de referencias y la gente que no conoce La odisea sale con interés por conocer el texto.

 

'Se busca', de Tabula Rasa, se estrena en Nave 73 en Madrid
Itxaso Larrinaga y Mariano Estudillo

 

¿Cómo se lleva a cabo el proceso de creación de la dramaturgia?

I. L.: El proceso se inició en un laboratorio de investigación en Durango. Cuando no teníamos casi nada, esa gente nos ayudó muchísimo. Luego se fue componiendo en la sala de ensayo a través de la investigación en el espacio mediante un trabajo de investigación colectiva. Sí que es verdad que partíamos de un tema, tres textos, dos de Calderón y uno de Homero. Sobre todo lo que había es un cajón de sastre de lo que es Ulises y de lo que es el viaje. A partir de ahí estuvimos intentando crear dispositivos, maneras de plantear escénicamente estos temas.

M. E.: Nosotros ahora estamos trabajando con Íñigo y con Carlota (Grumelot) y tenemos muy claro que Íñigo es la cabeza pensante pero estamos creando de manera colectiva. Nosotros le damos todo el material que podemos y luego él lo ordena. Aquí ha sido un poco así. No me cansaré de decir que esto que se busca es mi proyecto de fin de carrera de Grumelot porque he sido alumno de ellos y sentía que les debía como una manera de agradecerles todo lo que he aprendido con ellos. Hasta que tengamos nuestra propia voz, le estamos robando a los mejores.

I. L.: Hemos de decir también que este proceso no hubiera sido posible sin el trabajo de Markel Ganboa, a  cargo de la producción, María Crespo, que ha colaborado en la escritura de algunos textos, y de Berta Navas que además de firmar el espacio escénico es nuestra técnico de iluminación.

No considero que sea robar, más bien son referencias que evocan el trabajo de ellos…

M. E.: Llamémoslo pedir prestado (risas).

La Odisea está estructurada en veinticuatro cantos y Se busca en siete…

M. E.: Nuestra estructura responde a siete capítulos que son las notas musicales. Cada una responde a una frecuencia porque encontré un texto que relacionaba las notas musicales a una frecuencia concreta que orientada al chakra tierra, sirve, por ejemplo, para perder los  nervios. Es una cosa como muy ‘friki’ pero a nosotros nos ayudaba a empaquetar los temas y las áreas de acción. Cuando descubrimos esto, vi que ya teníamos lo más difícil, que es ponerle un marco. Esa fue la inspiración que nos faltaba. Al final todo el montaje está estructurado en la música y la música son vibraciones. De hecho al empezar el montaje la primera pregunta que nos hicimos fue qué cantan estas mujeres (sirenas) para que al escucharlas te vuelvas loco.

Y la selección de cantos, he visto por encima nombres como Bertín Osborne, Crepúsculo

I. L.: Es una revisión de todos los mitos que nos componen como sociedad para ponerlos sobre la mesa y cuestionarlos. Y al mismo tiempo intentar rastrear todos los mitos que nos vertebran, no diré como sociedad, pero sí como individuos que hacemos eco en mucha gente. Desde el mito del héroe, de quién es un héroe o qué tienes que tener para que te consideren un héroe, o los héroes que consideramos héroes con mayúscula ¿lo son? Igual que los referentes van cambiando, ahora nuestros referentes tristemente son Sálvame, Crepúsculo, Bertín Osborne…

En la función, además de música en directo hay mucha improvisación musical. ¿Qué podéis resaltar de esto?

M. E.: Primero yo tendría que preguntarte a ti qué entendemos por música y qué entendemos por sonido. Para mí es todo lo mismo. Una de las personas que descubrí en Grumelot fue a John Cage que después de estudiar a Mozart, Beethoven, después de tocar todo lo que se puede tocar, empezó a investigar otros tipos de música, otros tipos de sonido… la novena de Beethoven es música pero el sonido del tráfico a las 3 de mañana en NY también es música. Aquí hay música siempre, siempre es en directo y las canciones no siempre son iguales porque jugamos con la energía que tengamos ese día durante la función.

Si Mariano es el responsable de la música en directo, la responsable de los audiovisuales eres tú, Itxaso. ¿Qué podráimos destacar de tu trabajo?

I. L.: Uno de los desafíos que teníamos era hacerlo todo nosotros en escena. Hay cámaras que proyectan en directo, al mismo tiempo se está proyectando la pantalla del ordenador en la que se escribe a modo de diario… Nuestra compañera, Berta Navas, no graba memorias con las luces, lo hace en directo. Al principio del proyecto había una intención de que todo lo que sucediera en escena lo hiciéramos nosotros en directo. Ya que estamos desmontando los mitos, desmontemos también lo que es el mito de la obra de teatro donde las cosas mágicas suceden solas.

En la pieza, el uso de las redes sociales cobra una especial relevancia, ¿qué importancia le dais vosotros al uso de las mismas?

I. L.: Para mí las redes sociales crean mitos y crean como imágenes e ideas de cosas que luego a lo mejor no son exactamente así. Nos hacemos ideas de cómo son el resto de personas a través de esos reflejos que nos quedan, que son un poco como las obras de Calderón. Los canales a través de los que nos llega la información con la que nosotros nos creamos a nosotros mismos son teléfonos escacharrados y nunca puedes saber cómo es realmente la persona.

 

'Se busca', de Tabula Rasa, se estrena en Nave 73 en Madrid

 

Decís que no estamos muy lejos de los héroes clásicos, ¿qué puntos de conexión encontráis con los actuales?

I. L.: Los mitos no dejan de ser intentos de explicaciones de las inquietudes del ser humano y, al final, se recurren a arquetipos, porque Ulises, Aquiles, Héctor… no dejan de ser arquetipos en los que no vemos reflejados a través de los cuales podemos explicar el mundo mediante categorías. ¿Por qué solo puedes ser uno de estos arquetipos? ¿Quién es esta gente de verdad? Al final, no dejan de ser personas que están luchando, que lo están pasando mal y que están haciendo un viaje a través del cual aprenden. No deja de ser un poco lo que hacemos todos en nuestra vida.

M. E.: La Odisea es el Instagram de esta gente donde Homero nos ha contado lo que él nos ha querido contar y luego lo que nos ha llegado a lo largo de más de 2000 años de edición, como decía Itxaso, con los textos de Calderón. ¿Qué tienen en común con nosotros? Pues que seguro que les daba miedo las mismas cosas que a nosotros, que seguro que Aquiles dudó un poco… no lo sabemos.

¿Qué buscaba cada uno hace siete años antes de partir a Madrid?

M. E.: Yo vine a Troya (Madrid) porque yo quería un contrato que pusiera: Mariano Estudillo, actor de teatro, tv y cine. Eso era lo único que yo quería, demostrarme a mí mismo que yo podía estar ahí.

I. L.: Hay una cosa de darse cuenta de qué se busca realmente. A veces pensamos que lo que queremos es esto, pero una vez lo consigues te das cuenta que hay otra cosa después, otra, otra… y no sé si algún día acabará, el viaje nunca acaba y de hecho si acabase, qué aburrimiento sería llegar a a Ítaca. Como dice Cavafis, lo importante es el viaje y no llegar a Ítaca. Es más importante lo que te llevas, con lo mal y lo bien que uno lo pasa, más que el hecho de conseguirlo.

En el momento actual, ¿cuál es la búsqueda personal de cada uno?

M. E.: Ahora mi búsqueda ha cambiado, lo único que busco son excusas para no volver a mi casa. ¿Qué precio estoy pagando por estar aquí? Pues cada vez me noto más zumbado, llevo tres años viviendo solo, cada vez me da más igual todo… siento que no le debo nada a nadie más que a mí mismo. Me da un poco igual caer bien o caer mal.

I. L.: En mi caso yo vine a estudiar. Con 18 años ya entré en la RESAD y creo que estoy en proceso de conseguir lo que busco pero todavía no lo he hecho. Soy muy feliz, porque hago lo que me gusta, soy parte de la compañía de Producciones Kepler y  profesora de teatro. Nadie está estudiando teatro porque no quiera. Para mí un mal guía en el viaje, te jode la vida. Yo tengo compañeros de carrera que, por alguien que no les supo transmitir la pasión de esta profesión, se han vuelto a sus casas. Y ellos no querían que eso sucediera. Yo he descubierto que lo que más me interesa es generar mis propios proyectos o nuestros proyectos o trabajar en proyectos de gente que admiro. Me parece que tenemos una responsabilidad muy grande como generadores de referentes culturales y son esos espejos en los que la gente se va a mirar.

¿Quiénes podrían haber sido Itxaso y Mariano de no haber venido a Troya?

M. E.: No me veo en otra situación que no sea esta. Si no me hubiera venido a Madrid seguiría haciendo lo mismo, creando y contando historias pero a otro nivel. Si la vida no me diera la oportunidad de crear, seguramente me habría volado la tapa de los sesos hace tiempo.

I. L.: Creo que yo también buscaría la forma de contar mis propias historias, pero si no pudiera hacer nada relacionado con este mundo sería profesora, no se exactamente de qué, tal vez de literatura o de filosofía… algo que haga pensar. Poder ayudar a gente a aprender y a cultivar su propio criterio me parece una aportación muy necesaria a nuestra sociedad. De una manera u otra estaría colaborando a cambiar este mundo aunque sea poco a poco.

Troya, año 2300… ¿por qué querrían ser recordados?

M. E.: Manteniendo la coherencia con el discurso de mi entrevista, sin que suene mal, si ya me da igual lo que digan de mí estando aquí…(risas).

Pero ¿no te gustaría dejar huella por algo?

M. E.: Itxaso siempre se enfada conmigo, pero sinceramente me gustaría que dijeran que se curraba muy bien conmigo.

Eres un poco hater…

M. E.: Sí, pero de mí mismo. Realmente me da igual lo que puedan decir de mí mismo porque llevamos un rato hablando de que lo que han contado de Ulises puede ser o no, entonces me da un poco igual.

Y tú Itxaso…

I. L.: Es una pregunta difícil porque la respuesta también va a ser recordada. A mí me gustaría que mi esfuerzo y mi vida sirviera para inspirar a gente a luchar por lo que quiere. A mí me gustaría que mi vida hubiera servido para eso.

 

SE BUSCA

Nave 73

Miércoles de enero