Llega a Naves del Español -del 8 al 10 de octubre- la nueva experiencia escénica de la compañía alemana Rimini Protokoll, una especie de propuesta performativa que lleva por título Conferencia de los ausentes, en la que el público, como viene siendo habitual en el lenguaje de la compañía, es parte decisiva en el desarrollo del espectáculo.

La propuesta quiere ser una mezcla entre experimento social y reflexión sobre la crisis medioambiental que está viviendo el planeta, que la compañía extrapola al universo de las Artes Escénicas para plantear una serie de preguntas como: ¿El teatro puede ser nocivo para el medioambiente? ¿Reducimos las emisiones de CO2 sacando a los intérpretes de escena? ¿Qué hace el público ante un escenario vacío?

 

¿Qué roles estamos dispuestos a asumir?

 

 

Por José Antonio Alba

Foto portada: Sebastian Hoppe

 

Estamos viviendo una crisis medioambiental a nivel global brutal. El mundo se resquebraja, se va haciendo añicos, el medioambiente se resiente, el clima cambia, y el entorno cada vez es más hostil. Nada nuevo bajo el sol y con todo por hacer… ¿Cómo se puede combatir esta crisis desde el teatro? Se nos presupone que la opción es contarlo desde la dramatización de los hechos, pero si vamos un paso más allá, ¿de qué manera podemos entrar en acción y contribuir a reducir el desgaste medioambiental desde los propios escenarios?

Esto que suena tan raro de primeras, esta especie de concepto de ‘Teatro sostenible’, es lo que está queriendo explorar la compañía alemana Rimini Protokoll a través de su nueva propuesta: Conferencia de los ausentes que dentro de su gira europea llega a Naves del Español.

 

Explorando posibilidades

“Hace dos años comenzamos a pensar que girábamos mucho con nuestras obras. Eso conllevaba mover elencos, escenografías… Esto, con respecto al cambio climático, es problemático porque producimos mucho CO2”, nos dice Stefan Kaegi, que junto a Helgard Haug y Daniel Wetzel conforman el núcleo duro de la compañía. Con esta idea pusieron la maquinaria en marcha y comenzaron a explorar posibilidades para producir espectáculos que contribuyeran a reducir todas esas emisiones nocivas logrando, a la vez, mantener la experiencia de vivir el teatro en directo. ¿Cómo? Poniendo la materia prima al servicio de quien acude a sus espectáculos, haciendo dueño de las palabras al espectador y promoviendo la opción de que sea este el que suba al escenario, siguiendo ciertas pautas teledirigidas, y le dé vida y forma. Así nace esta idea de experiencia performativa que a su vez genera un espacio de reflexión, provocado por la compañía, pero moldeado por los propios asistentes, como ya hicieron con 100% o Remote Madrid. Hay aquí una parte dentro del ritual de reunirse y algo de lo que quizás vaya a ser nuestro futuro”, dicen desde la compañía.

 

Conferencia_de_los_ausentes_Rimini_Protokoll_Godot_02
El público será protagonista en ‘Conferencia de los ausentes’.

Un público que suple la ausencia

El tema de la ausencia no solo tiene que ver con la no presencia de la propia compañía en el escenario. Realmente esa es la excusa para abordar los diferentes tipos de ausencias que nos atañen algo que en estos momentos ocupa una gran parte de nuestro cotidiano, agudizado con la irrupción de la pandemia en nuestras vidas. Esto va a resonar de otra forma por cómo hemos vivido la ausencia en estos tiempos”, señala Natalia Menéndez, directora artística del Teatro Español y las Naves del Español. La ausencia se agudiza con la falta de actores, “estamos en las manos del público -dice Stefan Kaegi-. Ninguno ha ensayado, descubrirán quién es diciendo el texto que le ha tocado escuchándolo por un auricular o leyéndolo de una carta. Es un proceso interesante de observar y a vivir por quien se decida a subir”. Pero que nadie se asuste, el carácter participativo de la propuesta no obliga. Habrá opción de ser espectador/oyente o espectador/ponente.

Un tipo que habla sobre el miembro fantasma amputado, un judío superviviente de la Segunda Guerra Mundial, abogados, miembros del servicio de inteligencia… nueve personajes que “se reúnen ante la pregunta de cómo estar sin estar” son los roles que asumirán aquellos espectadores que decidan tomar partido y, como dice Natalia Menéndez, ser los portavoces que hablarán “sobre nuestros propios ecos”. Esto hace de La conferencia de los ausentes algo tan personal y exclusivo que cada función se convertirá en una experiencia única, llevando lo efímero de la experiencia teatral al extremo.

 

 

¿Un experimento social?

El equipo de Rimini Protokoll pone en marcha esta idea con las miras puestas en lograr llevarlo un paso más allá, buscando la manera de ver cómo aprovechar este sistema de instrucciones que permiten a uno incorporarlo en otros lugares de la sociedad civil”, y desarrollarlo en ámbitos que trasciendan los límites del propio espacio teatral. “Este sistema que desarrollamos con la telepresencia performativa podría ser aprovechado en lugares fuera del teatro, en universidades, en organizaciones mundiales, en ONG’S o para cosas educativas…”, nos dice Stefan sobre la posibilidad estar caminando hacia una nueva manera de unir a la población desde algo tan paradójico como es la ausencia. “Quizás vamos a tener que inventar mas sistemas que, por un lado nos hacen ser más locales, pero sin perder la conexión con los discursos, las temáticas, las personas, las emociones que están al otro lado del mundo porque compartimos este planeta y económicamente estamos super conectados”, concluye.

La conferencia de los ausentes es un particular reflejo de nuestra sociedad actual, una reflexión activa sobre qué roles estamos dispuestos a adoptar ante ciertas situaciones. ¿Estamos dispuestos a tomar partido y colaborar entre todos o preferimos seguir como meros observadores?

 

Toda la cartelera de obras de teatro de Madrid aquí