Por Álvaro Vicente/@AlvaroMajer

 

Vivirlo para contarlo

 

El colectivo alemán Rimini Protokoll, fundado en los años noventa del pasado siglo por Helgard Haug, Stefan Kaegi y Daniel Wetzel, es experto en estirar los límites de lo teatral. En esta ocasión nos proponen un juego a través de un laberinto en el que se entra de forma individual en pases de 20 espectadores cada uno, para hacernos reflexionar sobre la guerra y el comercio de armas.

 

La guerra es uno de los temas que cruzan de forma transversal toda la programación de esta temporada en los Teatros del Canal. Campo minado, de Lola Arias, nos dejó muy buen sabor de boca; no tanto Barro, de La joven compañía, que no está a la altura de otros montajes suyos, pero que seguramente encontrará adeptos sobre todo entre los jóvenes, que son sus destinatarios principales. En enero llega otro plato fuerte de la mano de los alemanes Rimini Protokoll, Situation Rooms, una video pieza para múltiples jugadores, como ellos mismos la han definido. El mayor atractivo a priori está en el formato de la pieza, que tiene un poco de teatro documento, un poco de verbatim theatre (teatro que vuelca textos de la realidad sin filtro ni retoque a la escena, por ejemplo, sumarios de un caso judicial o respuestas de entrevistas), un poco de teatro inmersivo, mucha itinerancia y mucha tecnología. Los Rimini Protokoll llevan tres décadas a vueltas con la relación entre realidad y ficción, intentando quebrar el complejo entramado de nuestra realidad y mostrarlo en sus distintas facetas para poder cuestionarlo.

De 20 en 20

Como decimos, la guerra es el tema principal aquí, el detonante. La guerra y su principal herramienta, las armas. La pieza es como un videojuego (la gamificación llegó al teatro para quedarse, aunque todavía está por explotar al máximo) que se vive de forma individual, pero la relación con el resto de los espectadores es crucial. El público accede en grupos de 20 personas (hay cuatro pases diarios: 12h, 16h, 18h y 20h), y cada persona recibe unos auriculares y una tablet. Cada uno vivirá la experiencia de otras 10 personas a través de los vídeos previamente grabados que se ven en las tablets, biografías de distintos lugares del mundo relacionadas de una u otra forma con las guerras. Cada espectador vive la historia de ‘sus’ personajes, interactuando en un espacio laberíntico con los otros actores/ personajes, solapándose distintos planos de realidad y ficción en una vivencia absorbente que te saca completamente de tu vida durante más de una hora. El espectador es actor en la medida en la que, sin él, no hay pieza. Hay que ir consciente y dispuesto a ser parte de la obra.

Actividades paralelas

Una obra como esta es mucho más que ir al teatro a pasar el rato. Se trata de generar todo un artefacto reflexivo que pasa también por pensar la forma y pensar el fondo. Para eso se han programado dos actividades paralelas que tendrán lugar a lo largo de los días en los que Situation Rooms esté en cartel. En concreto, el 19 de enero se ha planteado una charla con el investigador escénico del CSIC Óscar Cornago, que lleva por tíulo ¿Dónde están los actores? Ejecutantes, intérpretes y mediadores, la construcción pública del actor, que parte de la idea de asumir la actuación como una figura clave en la construcción de lo público, lo cual implica replantear algunas cuestiones básicas que sostienen la figura del actor. Por otro lado, uno de los Rimini Protokoll, Stefan Kaegi, ofrecerá el 22 de enero una masterclass titulada Sobre performers descontextualizados y espectadores manejados por control remoto, que parte de la siguiente pregunta: ¿Cómo poner en escena un ready-made viviente? Apasionante.

 

SITUATIONS ROOMS. A MULTIPLAYER VIDEO PIECE

Teatros del Canal

Del 19 de enero al 1 de febrero