Por Yayo Cáceres

Foto: David Ruiz

 

El proyecto Ay Teatro, integrado por el director y músico Yayo Cáceres, el actor, poeta y dramaturgo Álvaro Tato, y la productora y distribuidora Emilia Yagüe, vive el estreno absoluto en el mes de febrero de Todas hieren y una mata, obra de Tato ‘a la manière’ de la comedia nueva de Lope. Cáceres nos regala este texto sobre lo que para él es el teatro.

 

Se trata de confiar en el espectador.

Se trata de confiar en el actor.

Se trata de confiar en el autor.

Se trata de confiar en la sinécdoque.

Se trata de volver al origen del teatro.

Suena pretencioso, ¡y lo es!

 

En estos tiempos de pantallas, juegos virtuales, cine en 3D y redes sociales, el mayor desafío es volver a la raíz del teatro. Al juego en su más pura definición. Volver a la inmersión del espectador en la ficción. Para esto, es imprescindible confiar en el espectador. Hacerle partícipe necesario. Debe ser inevitable hacerles completar el juego. No darles tiempo, sorprenderlos, agitarles el alma como quien remueve la tierra para plantar una semilla. Ellos son nuestros aliados y destinatarios.

 

Quiero citar a un escritor y filósofo y al creador del método definitivo del teatro: Samuel Coleridge y Constantin Stanislavski. Coleridge sostenía que, “la suspensión de la incredulidad constituye la fe poética” y Stanislavski hablaba del “sí mágico”, que era imprescindible para creer y asumir las circunstancias dadas del personaje. En estos dos elementos tenemos la solución de nuestro problema para enfrentar un montaje. Generar la mayor atmósfera mágica posible y dejar que el espectador se zambulla como si pudiera sumergirse en un océano sin más equipo y oxígeno que su fe poética y su imaginación al servicio.

 

Nuestro “sí mágico” es hacer teatro en el mayor de los sentidos de la palabra. Volver al origen. Crear la misma ficción inmersiva de un juego virtual, porque eso es el teatro en definitiva, un juego virtual en el cual creer durante el tiempo que dure y esté viva esa representación. Cual es la ventaja eterna y definitiva del teatro por sobre lo demás, que nace y muere cada función. Que lo de hoy, mañana ya no existe, y el desafío consiste precisamente en eso, en hacer que cada día los actores y el público, a través del texto y la puesta en escena, puedan salir a jugar y hacer vivir un hecho único e irrepetible que se llama función teatral.

 

El teatro es juego.

 

En AY Teatro, apuntamos con Todas hieren y una mata a una especie de borrón y cuenta nueva. A despojar el espacio de todo lo que no sea cinco actores haciendo vivir un texto en una hora y media de un cómplice juego entre ellos y los espectadores; fe poética y sí mágico mediante.

 


 

Para Álvaro Tato esta obra es un sueño cumplido, llevaba años preguntándose si sería posible escribir una obra barroca, en verso, observando las reglas del arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega, pero escrita en el siglo XXI. Y aquí está. Una comedia de magia y de capa y espada con una mujer como protagonista, Aurora, interpretada por Alba Banegas, cuyo objetivo en la vida no es casarse, es una dama ilustrada a la que le prohíben leer, así que roba libros y los entierra en el jardín de su casa.

 

¿Qué es el teatro para Yayo Cáceres? en Madrid
© David Ruiz