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NoTime Teatro: «¿Cómo no se puede ser feminista, si el feminismo lucha por la igualdad de sexos?»

La compañía madrileña vuelve a Tarambana con ‘Degeneró en violencia’. [entradilla]

 

 

Por Sergio Díaz

 

 

Emiliano Calcagno, Santiago Claramonte y Mateo Galaverna son los protagonistas de ‘Degeneró en violencia’, una obra en la que tres hombres feministas hablan con sinceridad, y a través del humor, sobre esta sociedad machista, sexista y llena de desigualdades en la que nos movemos. Los tres forman parte de NoTime Teatro, la compañía que ha puesto en pie este montaje que podrá verse los días 20 y 27 de enero en la Sala Tarambana. Hablamos con ellos sobre su creación

 

 

¿Vuestro montaje es un grito contra la violencia machista?

Bueno… podríamos decir que sí, pero también podríamos decir que no. Por un lado sentimos que ha nacido de eso, de un grito, de la necesidad de mover las conciencias; de sacudir el árbol en el que descansan tan pesadamente los ideales del patriarcado y que nos han llevado a la situación en la que se encuentra la sociedad; pero por otro lado, al ser nuestro lenguaje teatral diferente al tradicional (digamos la corriente Stanislavsky), no se detecta en escena como un grito, sino como una voz firme, pero blanca, desprovista de malicia ni de agresividad.

 

¿Cómo se aborda un texto así desde la perspectiva de un hombre?

Estudiando e investigando mucho. Es un tema muy delicado, y muy complicado, ya que se compone de muchas capas y subcapas. Digamos que la violencia machista es la punta del iceberg, pero por debajo hay mucho más: micromachismos, educación, cultura… Tuvimos que abordarlo con mucho cuidado, hablando mucho con gente más formada, contrastando opiniones con mujeres amigas nuestras, feministas como nosotros, y con otras personas más desconocidas. Nosotros, los hombres, somos los causantes de los asesinatos y los maltratos a las mujeres. Nos parece lógico que también, y podría decir sobre todo, nosotros seamos parte activa de la lucha por la erradicación del machismo.

 

Hay sectores de la sociedad que levantan la voz cuando se tocan y cambian determinadas obras y se hacen ‘feministas’ (lo hemos visto en Italia con la Ópera Carmen, aquí con Esta no es la Casa de Bernarda Alba…) ¿Por qué hay tanto miedo a utilizar la palabra feminismo?

Por falta de educación y de cultura. Todavía se le tiene miedo a la palabra, y se la identifica como lo contrario al machismo, pero es una cuestión de información. Nosotros mismos, a la hora de comenzar con la creación, tuvimos varios conflictos y discusiones. Una de las más fuertes fue en relación a si usar el término feminismo, o intentar encontrar otro término que no supusiera enfrentamiento, como ‘igualismo’. Pero leyendo e investigando, nos dimos cuenta que feminismo es la palabra y el movimiento necesario, y no es justo pretender cambiarlo, ni infravalorar el esfuerzo y la lucha de todas las mujeres valientes que se enfrentaron y se enfrentan al patriarcado. Lo que hay que cambiar es la mentalidad, y no una palabra. Esta manera de polarizar a la sociedad (una costumbre muy tóxica, y desgraciadamente muy común), convirtiendo al feminismo en una amenaza para el hombre, no es buena para nadie. A lo largo de nuestro trabajo nos hemos encontrado con varias mujeres (y muchos más hombres) que nos han dicho: “yo no soy feminista”. A lo que siempre respondemos: “¿cómo puedes no serlo, si el feminismo lucha por la igualdad de los sexos?”

 

¿Tenéis alguna explicación sobre por qué existe la violencia machista, y sobre por qué es algo tan extendido?

La mayor parte de las respuestas se encuentran siempre en el mismo sitio: en la educación, en la cultura. Si tú educas a los niños y a las niñas diciéndoles cómo deben comportarse en base a su sexo, ellos actuarán de esa manera. Y si luego la música, los anuncios de televisión, las vallas publicitarias, las películas, la pornografía, etc., enseñan y tratan a las mujeres como objetos sexuales, a los que hay que someter y dominar, pues entonces ya lo tienes: la maté porque era mía, o porque no me quería, o porque… cualquier excusa valdrá, ya que nos han enseñado que eso está bien, y que es así.

 

No sé si trabajáis con chavales jóvenes, pero ¿consideráis que las nuevas generaciones están retrocediendo en este aspecto?

La verdad es que no trabajamos mucho con ellos directamente, pero sí tenemos sobrinos, primos, e incluso uno de nosotros trabaja realizando talleres en institutos (pero no relacionados con la violencia machista), y la verdad es que no sabríamos decir si se está retrocediendo. De lo que sí estamos seguros, es que no les estamos dando buenos ejemplos. Y además, podríamos sumarle el problema de las nuevas tecnologías. Si bien nos han servido y nos sirven para muchas cosas, como difundir este problema por las redes y que llegue a más gente, es cierto que no se utiliza de la manera más correcta. Los jóvenes están haciendo más uso de informaciones tóxicas, como por ejemplo la pornografía. Ahora la tienen a un click, y casi el 100% está dedicada a la sumisión y al sometimiento de la mujer. Es normal pensar que luego ellos quieran ejercer ese poder con las mujeres. Además, la cultura del ‘selfie’, del postureo, del perfectismo y los cuerpos macizos, también están afectando mucho al comportamiento de las chicas, ya que sus modelos de referencia, véase cantantes de pop, o presentadoras de televisión, por ejemplo, les están mandando el mensaje de que sin un cuerpo esbelto, no triunfas, y si lo tienes, hay que enseñarlo, porque es lo que a ellos les gusta. Con esto no queremos decir a ninguna mujer cómo debe vestir, por favor, no. Pero los modelos femeninos que enseñamos como sociedad deberían basarse en otro tipo de valores, que ayuden a liberarlas, y no enjaularlas en un corsé y un escote. Y todo esto, empezando desde casa, claro.

 

¿Qué tipo de teatro os interesa como compañía, como creadores?

El teatro social, pero tratado con un lenguaje blanco, sin escupir a la cara del público (en sentido figurado, claro), y siempre desde la perspectiva y la mirada que aporta el humor, la comedia. Pensamos que la información entra mejor con una carcajada, una risa que se congela al descubrir de lo que te estás riendo, y de esa manera la reflexión se convierte en algo más profundo, llegando más lejos.

 

Yo, como hombre, como trabajador en un medio de comunicación, expongo abiertamente mis ideas feministas en mi revista, pero me siento inseguro y pequeño al hacerlo, primero por ser miembro de la parte masculina del mundo y culpable de lo que sucede, y segundo por no sentirme del todo legitimado a hacerlo, ya que no soy mujer y no lo sufro… ¿habéis sentido esa sensación al abordar esta obra?

Al principio tuvimos las mismas dudas que tú: ¿tres hombres hablando de feminismo? Pero al exponer nuestro trabajo, el público nos ha hecho sentir todo lo contrario. Se ha recibido de muy buen grado. Incluso nos han dicho que tenía mucho valor que tres hombres estuvieran tratando este tema, ya que hace falta mucha más implicación en esta lucha por parte de la sociedad masculina. Así que animamos a todos y a todas a que vengan a vernos, y se unan a una de las luchas más importantes que afrontamos como sociedad en éste siglo XXI: erradiquemos el machismo, y avancemos hacia una sociedad más justa e igualitaria.

 

 

 

DEGENERÓ EN VIOLENCIA

Sala Tarambana

20 y 27 de enero a las 21h

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