8 de Marzo. Qué celebramos y qué reclamamos
CELEBRAR
Creo que lo que hay que celebrar es un “desocultamiento”, un florecer de la mujer y de todo lo que significa lo femenino. Estamos viviendo un momento de vital importancia para la reconstrucción de los derechos y las libertades del ser humano, especialmente de aquellos y aquellas que han sido históricamente oprimidos, y en ese grupo estamos las mujeres, además de otras muchas minorías aplastadas. Hoy todos y todas tenemos la posibilidad de alzar la voz en favor de la igualdad, que es el único camino posible para el desarrollo y la construcción del mundo que todos deseamos, o sea, un mundo justo. Y no sólo es un derecho, sino que se trata de una responsabilidad que hombres y mujeres debemos asumir. Y esto, este amanecer de un posible nuevo sistema de valores, vamos a celebrar el día 8.
DENUNCIAR / RECLAMAR
Por otro lado es importante no estetizar el movimiento, y caer entonces en propagandismo vacuo que en nada va a ayudarnos. Creo que distanciarnos de los hombres, y tomar el feminismo como una lucha contra lo masculino es un completo error. Muchos hombres también se plantean día a día si los valores en los que han sido educados son los que consideran justos, y tratan de modificar conductas, por amor y respeto a la mujer, a las diferencias y a ellos mismos. Y esto debería ser motivo de alegria y de unión entre nosotros. Declararse feminista a día de hoy debería ser tan obvio como declararse a favor de los derechos humanos, o de la paz. No debería haber alternativa al deseo profundo de igualdad. Pero creo que esto conlleva una serie de responsabilidades ineludibles, siempre que una pueda hacerse cargo de ellas, que tiene que ver con saber y conocer lo que una reivindica, para elevar la matriz del movimiento y que no quede en simple moda pasajera, porque flaco favor nos estaríamos haciendo al perder una oportunidad como la que la historia nos brinda en este momento para soñar una realidad mejor para todos.
FOTO: ©Vanessa Rabade
