Producido por Tarambana Espectáculos, ‘¡Arrea! El musical’ podrá verse en el Teatro Sanpol todos los sábados de octubre. [entradilla]

 

Tarambana Espectáculos se embarca en la producción de ¡Arrea! el musical, un obra teatral punk-rock que cuenta con textos de Erik Gatby, la dirección de Nacho Bonacho y Juan Expósito, el buen hacer sobre los escenarios de Teatraco a las 12, y la música del combo irreverente Mamá Ladilla, famoso por facturar humor absurdo con toneladas de rock macarra. El musical, que vuelve a Madrid, al Teatro Sanpol esta vez, sirve además para realzar la trayectoria del grupo madrileño, que lleva cerca de 25 años de actividad . Un motivo más que suficiente para charlar con Juan Abarca, compositor que ha hecho del ‘caca, culo, pedo, pis’ un noble arte.

 

Por Rubén González / @rubenembrujo

 

ACTO I. EL HUMOR

 

No es para menos, hoy en día el humor está en primera línea de combate, y gente como Ignatius, Joaquín Reyes o Ernesto Sevilla gozan del éxito y el crédito gracias a un humor absurdo que sigue la estela de Faemino y Cansado o Pedro Reyes. En la música, quizás por la falta de la relevancia que da la influencia catódica, ha costado poner de relieve su importancia. Outsiders como Un pingüino en mi ascensor, Los Petersellers, Mamá Ladilla o El Chivi remaron a contracorriente, la mayor parte de las veces en solitario. Afortunadamente ese páramo ha cambiado hoy notablemente gracias a iniciativas como el Festival Mundo Idiota que sirve para unir las fuerzas de prácticamente todos los referentes actuales del rock con humor: Gigatrón, Lendakaris Muertos o El Reno Renardo. “No creo que fuera tan páramo”, explica el propio Juan, “estaban No me pises que llevo chanclas, Mojinos Escozíos… creo que había bastantes cosas, pero ahora hay más, está claro, y también más ganas de ir más allá de los límites del humor, y llegar a lo inimaginable. Toda la gama pantone de decir burradas está cubierta, y es difícil encontrar un nicho para uno. Éramos outsiders y lo seguimos siendo, pero también ya tenemos algo a lo que pertenecer. Sin embargo, creo que el humor está en peligro con la ola que hay de corrección política. Yo tengo ganas de hacer muchas canciones sobre eso, sobre matar gatitos en una trituradora, lo que más toque los cojones en Facebook o similar”.

 

Decir burradas. Buena definición para Mamá Ladilla, un grupo que siempre se ha esforzado en que aparezcan en sus letras palíndromos, lipogramas con solo una sola vocal (mítica El vergel del Edén)… además de sus constantes ataques a la estulticia colectiva (Lee burro lee, Analfabada…). “Siempre me ha hecho gracia ese humor que usa un lenguaje de lo más culto posible para decir barbaridades lo más gordas posibles, como si lo dijera un tipo del siglo XIX con traje en un club de caballeros fumadores. Hay quien me pregunta si me creo tan listo o si es pedantería -y seguramente tendrán algo de razón-, de si escribo con un diccionario en la mano, y la respuesta es que sí, para comprobar cosas. A veces se me acercan por la calle y me dicen que somos unos incomprendidos”, sonríe.

 

ACTO II. EL GRUPO

 

El trío madrileño vive un excelente estado de forma: “Con la nueva formación estamos cogiendo mucho ritmo, va a salir en breve un nuevo disco, esta vez en directo. Estamos muy centrados en tirar para adelante, invertir dinero y esfuerzo y lo que haga falta en lo que venga, disco, mil ensayos, ir a otros países…”, comenta Juan Abarca mientras hace un repaso reflexivo a su manera de trabajar anteriormente. “Lo de ir siempre a parte nos lo hemos buscado. En concreto brota de mí, de alguna manera las canciones de Mamá Ladilla siempre han estado blindadas para que si el caso fuera, nunca pudieran llegar a la radiofórmula o a las masas, poniéndonos la zancadilla para que eso no ocurriera, incluso a pesar de llegar a firmar en su día con una multinacional”.

 

ACTO III. EL MUSICAL

 

Esta pieza teatral viene a sumarse a las de la nueva generación que ha adquirido su madurez a partir del 15-M, que cuestiona la CT (Cultura de la Transición), y que ahonda en numerosos textos políticos. Se enclava en los años pre-crisis cuando la competitividad era brutal y los muchos chanchullos alcanzaron cotas épicas enseñándonos una vez más las cloacas del Estado.

Sorprende ver a Mamá Ladilla tan posicionados políticamente, pues siempre han hecho gala de reírse de todo: “No me ha gustado hacer crítica política por varias razones, y una ha sido porque formar mi propia opinión me parece un proceso muy costoso y me tendría que documentar de la ostia para al final dar un puñetazo en la mesa. Pienso que es comerle el tarro a la gente, además de muy repetitivo. En este musical lo bueno es que el texto no es mío, es de Erik Gatby y lo hiló muy bien con las canciones de Mamá Ladilla. Puedo estar ahí y no estar atado 100% a lo que se diga, aunque sí que es verdad que se me ve un poco el plumero, cosa que siempre se ha notado, ya que nos metemos con la casa real, los políticos, la iglesia…”

Aunque reconoce bastante lejanía e inexperiencia con el mundo teatral, está excitado con ¡Arrea! el musical: “La amistad con Erik, la idea en sí misma… aunque es una cosa que transcurre en paralela al grupo, y nuestra vida sigue con sus bolos y sus discos, esto nos abre el campo a llegar a más público, probar nuevas experiencias… siempre me ha atraído el teatro, he sido el típico tímido al que le hubiera venido muy bien haber entrado en algún grupo amateur o de barrio, me habría ayudado mucho. Lo poquito que estoy actuando me ayuda mucho como persona. Acercarme al teatro me viene bien”, confiesa.

 

 

¡Arrea! el musical

Textos: Erik Gatby

Dirección: Nacho Bonacho

Intérpretes: Lourdes Martínez, Diego Pizarro, Juan Abarca (Mamá Ladilla), Abel del Fresno (Mamá Ladilla), Sergio González Fernández (Mamá Ladilla) y Erik Gatby.

Teatro Sanpol. Sábados de octubre