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Leila Baida

Leila Baida y los referentes positivos

“Es importante normalizar este tipo de historias de amor visibilizándolas a través de la cultura”

 

Es la autora de Todos los días, una obra dirigida por Lita Echeverría en la que asistiremos al viaje de dos mujeres (interpretadas por Ana Merchant y Gaëlle Diego) que comienzan una historia de amor. Las veremos crecer y evolucionar con el paso del tiempo, viendo cómo los miedos y las inseguridades de ambas condiciona una relación que parecía ideal. Es una comedia interpretada por Ana Merchant y Gaëlle Diego que reivindica la idea de que el amor es amor y no entiende de géneros.

 

Todos los días, de Leila Baida, en el Teatro de las Aguas

 

Por Sergio Díaz

 

Empezamos por una fácil, ¿Cuál es la verdadera esencia del amor?

¿Eso es fácil? Jajaja. Para mí la esencia de la amor está relacionada con el empatía, saber ponerse en el lugar del otro, escucharse y tener confianza para poder mostrarte tal como eres sin ningún tipo de miedos. Ser comunicativo con la otra persona.

 

¿En tu texto intentas mostrarnos esa esencia?

En parte sí, en Todos los días los personajes aprenden a quererse como ellas creen que es quererse bien, pero hay muchos miedos e inseguridades que hacen que las cosas se perciban de diferente manera y que esto acabe afectando a la relación. En la obra se intenta hacer ver la importancia de la comunicación, de tener una escucha activa ante los demás e intentar no dejar que los lastres de relaciones pasadas afecten a las relaciones futuras.

 

Una de las grandes fallas del sistema humano son los miedos, las inseguridades propias… sensaciones que nos impiden desarrollarnos como adultos sanos y que salen a la luz cuando nos relacionamos con los demás. Tú eres psicóloga, además de dramaturga, ¿Cómo se consigue dotar a las niñas y niños de herramientas para luego saber quererse a una/o misma/o?

Creo que desde la infancia, tanto en el ambiente educativo como en el familiar, se les debe enseñar inteligencia emocional, que aprendan a identificar sus emociones, a que sean asertivos, empáticos. Yo soy muy partidaria del refuerzo positivo, creo que es importante cuando los/as niños/as, y no sólo ellos/as, hacen las cosas bien que se les refuerce y que haya un reconocimiento para que sigan por esa línea, y no destacar sólo lo malo. El refuerzo positivo ayuda a tener una mejor autoestima y ésta es fundamental para el aprendizaje social en los niños/as.

 

Por norma general, las relaciones entre padres e hijos/as han evolucionado mucho. Ahora se está más pendiente de la crianza, se da, o se expresa mejor dicho, más amor que en generaciones pasadas, me parece a mí. Pero el problema de no saber amar, de no saber querer a los demás sigue estando ahí en las nuevas generaciones. Es una de las cosas de las que habla tu texto. ¿A qué crees que es debido?

Creo que se debe al concepto de amor que tenemos o que se tiene en la sociedad. Es sorprendente ver la cantidad de historias tanto de televisión, cine, teatro como de literatura, que asocian el amor con la posesión, incluso, se ‘romantizan’ los celos, como que es bonito tener miedo a perder a una persona por inseguridad, y ese miedo o esos celos parecen justificar o validar el control hacia la otra persona.  Se permiten conductas tóxicas en nombre del amor y creo que esa idea es lo que hay que cambiar, el amor parece haberse vuelto egoísta en una sociedad que cada vez es más individualista y que no debería ser así, porque vivimos en una sociedad, somos animales sociales, necesitamos de lo demás y ellos necesitan de nosotros. Tener una red social es muy importante para el bienestar de uno mismo y eso se consigue cuidando a los demás, dándoles amor.

 

¿Por qué crees que sigue habiendo gente que, aún a día de hoy, sigue sin entender que el amor es algo más fuerte que la raza ó el género?

Creo que hoy día sigue habiendo muchísimos prejuicios y mucho miedo a los desconocido por culpa de la desinformación. Por eso considero que es importante normalizar este tipo de historias visibilizándolas a través de la cultura, porque la cultura tiene un poder de transformación. En el caso del teatro, tú estás contando una historia y puede o no remover conciencias pero ya lo estás mostrando y cuando se muestra ya estás abriendo la veda para que se hable, para que la gente salga del teatro y comente, porque si obviamos una realidad como es el amor entre personas del mismo sexo o de diferentes razas lo estás invisibilizando, y si no se ve, no existe.

 

Todos los dias 5
Gaëlle Diego y Ana Merchante, protagonistas de ‘Todos los días’

 

Desde muy joven te interesan las historias de malos tratos, otro gravísimo problema en las relaciones. Con los datos en la mano, aunque este año el Covid se lleve toda la cuota de información, sigue siendo alarmante el índice de mujeres asesinadas a manos de hombres (40 hasta ahora) y las denuncias, los abusos… ¿Cómo es posible que sigamos en esta situación? ¿Cómo crees que se puede atajar el problema?

Volvemos un poco a lo mismo, es ese concepto de amor posesivo «la mate porque era mía», a esa inteligencia emocional que se tiene que  impartir en una temprana edad en el ámbito educativo pero también en las familiar, acabar con los prejuicios sobre las mujeres y lo hombres. Para mí la violencia de género no es un problema solo de las mujeres, es un problema de la sociedad donde el hombre tiene un papel activo, creo que  el movimiento feminista es una clave importante para acabar con esas ideas preconcebidas que se tiene sobre las diferencias de género y que están tan enraizadas en la cultura.

 

¿Qué la historia de Todos los días suceda en una biblioteca es una declaración de intenciones en los tiempos que corren? Donde las bibliotecas parecen algo de otra época…

Las bibliotecas no son solo un lugar para estudiar o para ‘prestar’ libros,  las bibliotecas tienen su propia vida, tienes a los trabajadores que acuden todos los días, pero también las personas que van a estudiar cada día, que es el caso de las protagonistas de la obra, es un sitio de reencuentros.  Cuando estudiaba psicología, me pasé meses en la biblioteca con mis amigas estudiando, recuerdo que Libreros, que es una de las bibliotecas de la Universidad de Salamanca, en época de exámenes abría las 24 horas y pasábamos las noches ahí con más estudiantes. Al final acababas creando tus propias rutinas, manías y conocías a la gente de ahí. Se creaba una especie de micromundo y eso me parece fascinante. Y espero que no se pierda.

 

La obra es una comedia. ¿En qué momento de la escritura decides que sea así y no girar hacia otro lado más oscuro? Ya que los temas que tratas te podían llevar ahí. ¿Es algo consciente y buscado?

Desde el principio decidí escribir una comedia, yo tiendo mucho al drama y es una género en el que me siento muy cómoda a la hora de escribir, pero me apetecía escribir una comedia y más contando una historia de amor LGTBI, porque, por raro que parezca, hay muy pocas comedias románticas de lesbianas. Hace varios años se formó un movimiento internacional llamado LGTBFansDeseverBetter que critica esto; critica la falta de referentes lésbicos y bisexuales positivos. La mayoría de las historias de lesbianas acaban mal. Aquí, en España, hay varias historias que han sido referentes y son tragedias ¿Qué tipo de mensajes mandas con estas historias? Cuando uno no tiene un referente en su entorno, lo suele buscar en la ficción, por eso es importante que haya historias de este tipo en la cultura. Aprovecho también para reivindicar que la cantidad no es lo mismo que calidad. A día de hoy, hay más personajes lésbicos y/o bisexuales en las ficciones que hace 5-6 años, pero eso no implica que el mensaje sea positivo. No sirve de nada tener un personajes LGTBI en una de las ficciones más vistas si todo lo que rodea a este personaje son falsos mitos y con él se manda un mensaje negativo o erróneo.

 

Has trabajado ya varias veces con Lita Echeverría. ¿Qué nos puedes decir de ella como directora?

Cuando estudié guión recuerdo que uno de mis profesores nos dijo que en el momento en que encontráramos un director/a que nos tuviese en cuenta, que respetara nuestro texto y que tuviese una forma parecida de ‘ver’ la historia que no lo dejaremos escapar. Y eso es Lita. Lita tiene una forma de trabajar muy de equipo, tiende a generar muy buen ambiente en los ensayos, está abierta a cualquier propuesta, tiene una escucha activa, le da matices a la historia y a los personaje que hacen éstos crezcan más y siempre piensa en pro de la obra.

 

Tú escribes, ella dirige, pero ¿Cómo abordáis el trabajo? ¿Cada una está en su parcela estanca o hay algún tipo de sinergia en el proceso?

Siempre que hemos trabajado juntas lo hemos hecho en equipo. Yo soy la dramaturga, pero también ejerzo como ayudante de dirección, voy a los ensayos, hago tareas de comunicación, producción etc. y ella siempre me tiene muy en cuenta en la toma de decisiones, por supuesto, Lita tiene la última palabra pero solemos consensuarlo todo. Además tengo la confianza suficiente para poder hacer propuestas y ver si funcionan o no. En el momento en el que se monta una obra y las actrices empiezan a dar voz y movimiento a los personajes que has escrito el texto evoluciona porque está vivo, los personajes van creciendo a medida que se va ensayando y con ellos la historia y por ende, el texto.  Todas, tanto las directora como las actrices como la dramaturga, en este caso yo, formamos parte de esa proceso creativo.

 

¿Y quién elige a las/los intérpretes para ejecutar ese trabajo que habéis ideado? ¿En base a qué tomáis la decisión?

En esta ocasión, las hemos elegido entre las dos, yo le di a Lita varias propuestas y ella a mí otras, estuvimos varios días barajando, viendo opciones etc. Al final las escogimos a ellas porque tanto Lita como yo ya habíamos trabajado con Gaëlle y sabíamos su forma de hacer las cosas  y de todo lo que puede dar en el escenario, y en el caso de Ana, yo tuve la oportunidad de dirigirla en varios microteatros y me apetecía hacer algo más largo con ella.

 

Todos los dias 1
‘Todos los días’

 

¿Qué nos puedes decir de Gaëlle Diego y Ana Merchante? ¿Qué les habéis pedido para abordar el texto?

Son dos grandes actrices que intenta que todo el arco de transformación de sus personajes sea lo más orgánico posible y hacen bastantes propuestas para con sus personajes y la historia. Lo que les pedimos realmente es que haya una implicación y que disfruten tanto del proceso creativo como de las funciones. Hoy día hacer teatro es una labor muy costosa en la que no hay apenas una remuneración económica, por eso es importante cuando nos comprometemos con algo disfrutarlo lo máximo posible y hacer de esto un viaje bonito que nos permita crecer como profesionales y como personas aunque económicamente no nos de para pagar el piso jajaja. Confío en que esto en algún momento cambiará.

 

Has escrito muchas obras de teatro, sobre todo de microteatro, que aunque sean textos cortos no algo nada fácil de hacer, ¿Pero ya te encuentras en ese momento como creadora de abordar textos más largos y complejos?

Siempre escribiré microteatro porque me parece un formato muy interesante que te permite experimentar mucho, ya no sólo a nivel narrativo si no también  a nivel de dirección.  Sin embargo, Todos los días no es mi primera obra larga escrita aunque sí la primera que estreno. La primera que escribí fue Nayat y cuenta la historia de un homosexual en Irán que se ve obligado por su cultura a realizarse una reasignación de género. Acostumbrada a escribir microteatros, el formato largo me resulta un reto, y la verdad es que tenía muchas ganas de lanzarme a esa piscina, aunque a veces los miedos pueden más que las ganas. El confinamiento tuvo algo bueno y es que me dio el ‘espacio’ y el tiempo para escribir Todos los días, y para animarme a crear este equipo, hablar con Susana Garrote de Teatro de las Aguas y dar ese paso que era estrenarla.

 

Tus textos se han podido ver en distintas ciudades del planeta como Los Ángeles, Lima… ¿Cómo te hace sentir eso?

Me cuesta creerlo. Cuando pienso en todos los lugares que han visitado mis historias me enorgullezco, es bonito pensar que las historias van más allá de las fronteras y que pueden viajar a través del tiempo y del espacio. A mí, personalmente, cuando se ponen en contacto conmigo porque quieren montar mi texto en otras ciudades me hace muchísima ilusión, y tiendo a poner facilidades porque considero que es una oportunidad muy bonita, aunque admito que siempre tengo un poco de miedo por lo que puedan hacer con el texto a la hora de dirigirlo jajaja.

 

¿Qué tipo de teatro es el que le interesa a Leila Baida?

Ahora mismo me interesa todo el teatro. Soy una persona muy clásica a la hora de escribir, me rijo mucho por la estructura clásica de guion y estoy en un momento que necesito romper con esa estructura. Intento ir mucho al teatro y ver que es lo que hacen mis compañeros/as y a la gente a la que admiro. Últimamente he visto mucho teatro documental , que me parece un género maravilloso, y teatro de lo social. En su momento vi Fiesta, fiesta, fiesta de Lucia Miranda que utilizó la técnica del verbatim para escribir la obra y me resultó fascinante. Y este año he podido ver Jauría y Prostitución y me gustó mucho ver lo que hacían a nivel narrativo y de dirección  para contar esa realidad social.

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