8 de marzo. Qué celebramos y qué reclamamos

 

 

CELEBRAR

 

Hay que celebrar muchos años de reivindicación feminista, el despertar de las mujeres que exigimos nuestro lugar en el mundo, nuestros derechos, el respeto que nos merecemos.

 

Una celebración que sirva para unirnos y empoderarnos, darnos fuerzas para seguir y sentir que no estamos solas. ¡Es urgente recuperar la tribu!

 

DENUNCIAR / RECLAMAR

Reclamar y denunciar la paridad en las programaciones de los teatros. Cuando partimos de una situación desigual es muy difícil alcanzar la igualdad, por eso es necesario dar un empujón, avalar los trabajos protagonizados, escritos y dirigidos por mujeres permitiéndonos el acceso al mercado y al público para crear referentes y ampliar el imaginario colectivo. Las historias de mujeres son de una gran potencia a todos los niveles, solo necesitamos que ellos se hagan a un lado y abandonen la comodidad del privilegio para dejarnos pasar y enriquecer, diversificar el abanico cultural del que gozamos.

 

Y qué decir de cuando nos quedamos embarazadas… ¡Dejamos de existir! Queremos ver mujeres preñadas en escena, giras en las que se facilite el cuidado de bebés, donde los contratantes no se lleven las manos a la cabeza si pedimos una niñera durante el tiempo de la función. Nuestros cuerpos, señores, ¡diversifiquemos los cuerpos! Estamos hartas de ver en escena gente guapa. Queremos gente real, fofa, gorda, flaca, peluda… Que el escenario sea espejo de realidad para servirnos en positivo, no para mostrarnos una realidad esclava.

 

¡Ya está bien de festivales, encuentros, jornadas, ferias, etc, protagonizados y dirigidos por hombres! Las mujeres queremos estar y debemos estar. Queremos salir de la invisibilidad del hogar y ocupar el primer puesto. Y para eso, necesitamos la colaboración de todos y todas. 8 de marzo, ¡HUELGA general! Si nosotras paramos, se para el mundo. Hagamos que sea evidente.

 

 

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