Solo han pasado cinco años desde la última vez que pudimos ver una puesta en escena de Norma en el Teatro Real, pero la exigencia a nivel vocal de este clásico del bel canto siempre es un buen reclamo para los amantes de Bellini. Esta nueva producción, que cuenta con Justin Way en la dirección escénica y con Yolanda Auyanet y Hibla Gerzmava alternándose el rol que da nombre al título, podrá verse del 3 al 19 de marzo.

 

 

Entre el bel canto y el romanticismo musical

 

 

Por Miguel Pérez Valiente

Foto portada cortesía del Teatro Real

 

La última vez que el Teatro Real programó una versión escenificada de Norma de Vincenzo Bellini (2016) habían pasado 102 años que el título se representase en el coliseo madrileño. Esto fue debido en gran parte, no a que la ópera hubiera caído en el olvido, como les ocurrió a tantos otros títulos bel cantistas, sino a la dificultad para encontrar unos cantantes capaces de alcanzar los altos niveles de exigencia vocal que demanda.

Sin embargo, el revival del año 2016, dejó tan buen sabor de boca que el Teatro Real tan solo 5 años después nos propone un nuevo montaje, está vez con una producción propia creada por Justin Way el director de escena australiano que actualmente ejerce como director de producción del Teatro, cargo que compagina con su actividad docente en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y con sus innumerables compromisos escénicos en teatros de ópera de todo el mundo.

La propuesta metateatral de Way traslada la acción al interior de un viejo teatro italiano en el que una compañía está precisamente ensayando la ópera Norma. “En el exterior, el siglo XIX, que ha comenzado marcado por el Congreso de Viena tras la derrota de Napoleón, mantiene el norte de Italia bajo la dominación austriaca, cuyo gobierno reaccionario provoca el nacimiento de los primeros movimientos nacionalistas. Entre ambos mundos, los dos intérpretes principales de la función mantienen una relación secreta sometida a tensiones personales y sociales, inmersa en un conflicto que no saben gestionar».

 

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Un ensayo con Yolanda Auyanet como Norma y Michael Spyres interpretando a Pollione. Foto cortesía del Teatro Real.

 

Norma, la ópera que Vincenzo Bellini compuso en 1831 a los 30 años de edad es considerada por los expertos como una obra cumbre del bel canto tardío. De hecho, Bellini consigue un brillante equilibrio entre las convenciones estilísticas del bel canto y una serie de novedades compositivas con las que apunta decididamente hacia lo que serán las características del nuevo estilo, el romanticismo musical. En virtud a esta evolución, la ópera resulta dramáticamente coherente, creíble y argumentalmente sólida, pero, además, la exigencia vocal sigue siendo extraordinaria.

 

Estreno en España en mitad de una pandemia (de cólera)

El estreno en España tuvo lugar en Madrid en el Teatro del Príncipe el 16 de enero de 1834, tuvo 13 funciones y se recaudó la considerable cifra de 9.000 reales a pesar de que se había aumentado el precio de algunas localidades. Trascurridos mes y medio se la pudo escuchar también en el Teatro de la Cruz de la capital con los mismos cantantes, allí sigo disfrutando del favor de un público que sufría las consecuencias de la epidemia de cólera que asolaba la ciudad. La ópera arraigó profundamente en el repertorio madrileño. Firmaba por entonces Mariano José de Larra sus críticas teatrales bajo el seudónimo Figaro. Con motivo de la reposición de la obra el 1 de julio de 1834, escribe en La Revista Española el 3 de julio de 1834, un artículo en el que dedica palabras inflamadas de admiración hacia la soprano Giuditta Grisi (hermana de aquella Giulia Grisi que interpretó a Adalgisa en el estreno absoluto milanés): «Por lo que a nosotros toca, venga el cólera en buena hora si nos ha de encontrar oyendo a la señora Grisi».