Tras su estreno mundial en el 67º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida 2021, Kassandra y los perros, tercera obra de Verónica Mey como directora de escena tras Première y Agustina y con texto original de Laura Aparicio, se podrá ver entre los estrenos destacados del Festival Surge Madrid en Otoño 2021. La propia Aparicio, Sergio Otegui, Rocío Agost y Ekaitz Casas protagonizan esta fábula contemporánea sobre el mito de Kassandra que se podrá ver en la Sala Nueve Norte los días 7 y 8 de Octubre a las 20:00h.
Un don que se convirtió en una maldición
Por Redacción
La actriz, productora y formadora de actores Verónica Mey estrena en la sala Nueve Norte este mes de octubre, dentro del Festival Surge Madrid, su tercera obra como directora, Kassandra y los perros. Producida por la compañía GOOD PLAYS (Nuevas dramaturgias con protagonistas femeninas) de la que es socia fundadora, la obra está escrita por Laura Aparicio, que también estará en el elenco del montaje junto a Rocío Agost, Ekaitz Casas y Sergio Otegui. El punto de partida es la historia de una mujer que según la mitología fue castigada por el Dios Apolo cuando se negó a entregarse a él, vilipendiada por sus dones para ver el futuro, violada por Ajax en la Guerra de Troya y entregada como concubina al rey Agamenón de Micenas, entre otras vejaciones según las distintas versiones que narran su vida. Para Mey «de todos los mitos femeninos, malditos por el tiempo que nos ha dejado la cultura clásica, ella ha sido quizás, la más denostada de todas. A modo de ‘Mata Hari’ posmoderna, vituperada y temida por su sorprendente habilidad de adivinar el futuro. Un don que yo traslado a gran parte de las féminas que pueblan el mundo: el tan aclamado ‘sexto sentido femenino’ es una prolongación de su maldición, del delito de nuestra maltratada protagonista».
Kassandra es ahora directora de una gran empresa
El texto nos contará como Héleno, quien durante años creyó muerta a su hermana gemela Kassandra, descubre que sigue viva y que se ha convertido en la directora general de una gran corporación farmacéutica. Iniciaremos así un viaje a través del pasado y del presente de los Príncipes de Troya. Dos tiempos fragmentados evolucionan con las edades de los protagonistas, separados por un muro que no pueden derribar. Este thriller interior, literal y figurado, camina hacia el rechazo de los ideales heroicos, donde el olor a nacionalismo intenta disfrazar el decadente aroma que emana, no solo en nuestro continente, sino a nivel mundial. Porque las guerras siempre se llevan a cabo sobre los cuerpos de las mujeres.
La introducción de un personaje como Héleno es para la autora Laura Aparicio «muy importante para que la palabra de Kassandra tome su lugar, poniendo luz sobre los hechos: la violación a un territorio, a un cuerpo y la impunidad de los agresores y encubridores». «Ella también fue víctima de la violencia -explica Mey-, como Nevenka, como las niñas de Alcácer, como las miles de mujeres raptadas y violadas en todos los conflictos armados del mundo; como la víctima de ‘La manada’, como Sandra Palo… La lista es interminable y lo que es peor, nunca terminará. La violencia sobre todas las Casandras seguirá, día tras día, noche tras noche, año tras año, lustro tras lustro… Porque son la parte más débil de la ecuación. Porque no tienen voz, ni palabra. Ni manos para defenderse».
El castigo y la culpa
El doble castigo a la víctima es un tema que aún hoy podemos contemplar en infinidad de casos: «El primero por parte del agresor/es y el segundo frente al tribunal social, que la juzga. Es la víctima quien debe demostrar el ultraje, el delito, el crimen y así, es de nuevo explorada, cuestionada, desmenuzada en pequeñas partículas, que se expanden por el aire, el aire que respiran nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestras amigas». Y del juicio surge la culpa, esa culpa que muchas mujeres arrastran injustamente y de la que tan difícil es deshacerse. «¿Dejaran algún día todas las ‘Casandras’ del mundo de sentirse culpables? Ojalá que sí, ojalá que esta obra, que comienza con una infancia dividida por un muro, nos tienda la mano hacia un cambio, el que esperamos. El que estamos necesitando para seguir vivas, para caminar solas, para bailar sin miedo. Sin sentirnos invadidas, observadas, masticadas, engullidas», concluye Mey.
Sobre Verónica Mey
Sobre Verónica MeyLicenciada en Historia del Arte y Diplomada en Artes Escénicas, se forma en la dirección escénica y en la dramaturgia con grandes nombres de nuestro teatro, como José Sanchis Sinisterra, José Carlos Plaza o Andrés Lima. Debutó como dramaturga y directora con Première que tuvo su estreno absoluto en Nave 73. Posteriormente estrenaría Agustina de Fernando Sansegundo en el Teatro de las Esquinas (Zaragoza), obra desarrollada dentro del programa de residencias artísticas de Espacio Guindalera (Madrid), y que también formó parte del II Certamen Nacional de Artes Escénicas de Teatros Luchana. Además, como ayudante de dirección, estrena Transformación de la autora y directora Paloma Pedrero, en el Centro Dramático Nacional en octubre de 2020.
Como directora audiovisual, rueda su cortometraje Sin Patria en 2021 como directora, guionista y productora, que comienza esta temporada su andadura por festivales nacionales e internacionales.
Es socia fundadora de la compañía GOOD PLAYS (Nuevas dramaturgias con protagonistas femeninas) y combina sus trabajos como actriz, productora y directora con su actividad como docente en su propia escuela VERÓNICA MEY ESTUDIO en Madrid. Un centro de creación y formación de Artes Escénicas y Audiovisuales, que apuesta por nuevos talentos de las tablas y la pantalla.
