Las compañías que participan en Surge Madrid 2018 valoran su experiencia en esta Muestra de Creación Escénica organizada por la Comunidad de Madrid y las Salas Alternativas madrileñas

 

 

 1. ¿Es la primera vez que estáis en Surge?

Hemos estado en Surge en cuatro de sus cinco ediciones. En el primer Surge, en 2014, estrenamos #sobrejulieta, y el Festival fue un estupendo trampolín para este espectáculo que luego nos llevó al ACT de Bilbao, al BE Festival de Birmingham y de allí a realizar una gira por Reino Unido. En 2015 estrenamos John Wayne al pie del monte Urgull, pieza con la cerramos la trilogía sobre la identidad de Grumelot de la que ya formaban parte #sobrejulieta y Mi pasado en B. Tanto en 2016 como en este 2018 presentamos en Surge los espectáculos que desarrollamos junto con los jóvenes creadores que formamos en la Escuela Nave 73 y que suponen su entrada en el mundo profesional: 9 maneras de hacer política y How to disappear completely. En todos los casos la experiencia ha sido positiva, sobre todo porque el equipo de gestión trabaja a destajo para tratar de facilitar la labor de las compañías y porque el festival nos ha dado la posibilidad de armar producciones con un cierto empujón y visibilidad, sin perder nada de libertad creativa.

 

2. ¿Qué os aporta Surge como compañía?

Surge dota a los proyectos de entidad y presencia en la inmensidad de la cartelera y, sobre todo, ofrece a las compañías madrileñas una oportunidad de producir con unos medios que son mejores a los que estamos acostumbrados en la escena Off y crecen poco a poco en cada edición, aunque aún siguen siendo muy precarios -no podemos dejar de recordar que es prácticamente imposible que, con los presupuestos que se manejan, los artistas cobren por su trabajo-. Además, cada vez más, Surge supone un punto de encuentro, un barómetro anual del trabajo que se está haciendo en las salas alternativas y es interesante entenderse como parte de ese ecosistema tan diverso.

 

3. ¿En qué creéis que puede mejorar?

Creemos firmemente que Surge podría mejorar las condiciones de las producciones que apoya, para lo que sería necesario que se renovara año a año la confianza de la Administración en el Festival y se diera más margen a los presupuestos. En ese sentido, estamos de acuerdo en la tendencia de las últimas ediciones a reducir el número de propuestas, siempre sin perder de vista la pluralidad que caracteriza al Festival y que está garantizada por el hecho de que son las salas -en contacto directo con la realidad de las compañías- las que hacen la selección de los proyectos. Tal vez sigue habiendo esfuerzos por hacer en el apoyo a la visibilidad de los espectáculos en prensa, redes, en cartelería en la ciudad, etc. Y en ese ámbito, sí nos parece un error que, desde el punto de vista de la comunicación, se trate de ‘homogeneizar’ espectáculos y compañías en función de proyectar una imagen única del Festival. Quizá el punto más fuerte de Surge es, precisamente, que proporciona un paraguas al tremendamente heterogéneo conjunto de la producción off madrileña, y creemos que sería importante que cada compañía, cada espectáculo, pudiera reivindicar su poética y su estética para llamar la atención del público desde ahí: desde su singularidad. De esa manera quizás pudiera generarse más movilidad en los públicos de una sala a otra, de una compañía a otra; porque otro de los ámbitos de trabajo sería, por supuesto, la creación de nuevos públicos, más allá de los círculos habituales de cada sala o compañía, que pudieran interesarse, al menos una vez al año, por lo que se hace en las salas alternativas de Madrid.

 

4. ¿Cómo veis la escena Off madrileña?

La escena Off madrileña está llena de colectivos y mentes maravillosas. Es tremendamente diversa y ese es, desde nuestro punto de vista, su principal valor. El Off es el espacio donde pueden desarrollarse las nuevas ideas y la investigación, la búsqueda de nuevos lenguajes, de nuevas formas, de nuevos contactos con el espectador. Por eso, no nos gusta la idea, a veces extendida, de que el Off no puede ser más que un paso hacia otra cosa, que el camino natural de todo creador deba ser ineludiblemente ‘dar el salto’ de una sala Off a una sala de mayor aforo o presupuesto… Creemos que el Off es un lugar en sí mismo, con una naturaleza propia, y no un peldaño.

 

Lamentablemente, en ocasiones se perpetúa esa sensación de estar ‘de camino’, porque el denominador común de la escena alternativa es siempre y casi sin excepción la precariedad, la falta de recursos económicos y de tiempo para desarrollar proyectos, y eso hace que haya muchísimas cosas que no se puedan hacer, muchísimas ideas que no se puedan probar en el off y sí en otros ámbitos con más medios.

 

 

 

HOW TO DISAPPEAR COMPLETELY

Nave 73

10, 17, 24 y 31 de mayo

 

 

 

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