15 años de la Sala Tarambana

 

Abrieron sus puertas como sala de teatro el 27 de octubre del año 2004. El primer espacio privado de Carabanchel en el que poder ver teatro. Y ahí siguen en su apuesta por ofrecer una alternativa de ocio de calidad. Y es justo reconocerles el trabajo que vienen desarrollando durante todos estos años.

 

Por Sergio Díaz

 

Fue circunstancial. Por motivos laborales. En nuestro anterior proyecto editorial, El Embrujo, yo llevaba la sección de teatro y me escribía con las salas -igual que ahora- para pedir la programación, los materiales,… Aún tengo archivado la cuenta de mail de Susana Rubio, la primera persona con la que me relacioné en esa sala recién abierta de nombre curioso: Sala Tarambana. Y luego se fueron sucediendo las primeras obras que vi allí, escribir sobre ellos, conocer a Nacho y a Eva (los fundadores) y ‘enamorarme’. Había una energía especial en ese espacio de Carabanchel. Era el año 2004 y yo empezaba a moverme por los circuitos teatrales y a conocer al interesante ecosistema que forma parte de él. Empecé a descubrir ese tejido artístico lleno de ilusión, trabajo, esfuerzo, talento que impregnaba todas esas salas madrileñas independientes llenas de gente interesante. Pero Tarambana era -y sigue siendo- un lugar especial para mí. Era un mágico caos, una lucha constante contra la adversidad, un activismo cultural de barrio siempre necesario (y que se echa en falta), una apuesta por las personas sin importar su lugar de procedencia ni su condición social. Y hoy, 15 años después, siguen igual en muchas cosas y esa esencia con la que nacieron permanece inalterable. Siguen apostando por la calidad en todas sus creaciones -lo que les ha llevado a ser un referente dentro del teatro infantil y familiar-, la música sigue siendo una de las señas de identidad de la sala, se bajan al barro trabajando con colectivos vulnerables y apostando por la plena inclusión en las artes escénicas, y su identificación con el barrio sigue siendo la misma -aunque también Carabanchel condicione muchas de sus acciones, pero pagan el precio con gusto-. En otros aspectos van avanzando y creciendo y el mágico caos inicial va dejando paso a un caos -siempre serán un caos- pero más ordenado y profesional, en este tiempo han sumado dos espacios más a la sala madre para poder alimentar el sueño de tener una buena escuela de formación (Centro Inclusivo de Artes Múltiples), han dotado a la sala de un equipamiento técnico como no se ve en muchos sitios y siguen intentando buscar un lenguaje propio dentro de la programación de adultos y aunque les cuesta lograrlo, siguen luchando cada día por demostrar que en la periferia de una gran ciudad como la nuestra existe el teatro de calidad (no siempre aciertan, claro, pero lo intentan).

Han crecido en muchos aspectos, han dado oportunidades a mucha gente para que crezca con ellos, no dejan a nadie en el camino, ayudan a todo el mundo que se lo pide, se muestran agradecidos con todo aquel que se pasa por su espacio, siguen innovando en cada una de sus acciones, pero sobre todo siguen siendo incansables en esa apuesta inicial que hicieron allá por 2004 tratando de que la gente descubra todo lo bueno que se esconde en la Sala Tarambana (15 años después, se dice pronto) y ofreciendo un espacio en el que todo el mundo es bienvenido. Sea de Carabanchel o de cualquier otro punto del mapa.

El domingo 27 de octubre tuve la suerte y el privilegio de compartir la fiesta de aniversario con ellos. Y pude escuchar a mucha gente mostrarse agradecida con ellos. Gente a la que le había cambiado el destino pasar por allí. Y me alegré muchísimo porque se lo merecen. Eva Bedmar y Nacho Bonacho -y todo el equipo que forma Tarambana- se lo merecen. Conocerlos es enamorarse, porque es imposible no enamorarse de las personas buenas y honestas. Ojalá hubiera mucha más gente como ellos dentro del tejido escénico de nuestra ciudad, que aporte tanto y pida tan poco. Ojalá hubiera mucha más gente como ellos en la vida. ¡Felicidades compañerxs!

 

Programación especial 15 años

Para celebrar estos 15 años de trayectoria vuelven a traer alguna de la producciones más exitosas que han pasado por Tarambana en todo este tiempo como ¡¡Ay amor, qué infierno!!, un trabajo excepcional y muy divertido, creado e interpretado por David Fernández ‘Fabu’ y Nerea Moreno, que podrá verse todos los sábados de noviembre. Pero también han querido mirar al futuro mostrando las que serán dos de sus nuevas producciones, la obra de teatro infantil Emoticolors, y una obra de teatro para adultos que aborda el tema de la homosexualidad en los años 80 y el acoso escolar llamada Here comes your man, de Jordi Cadellans, que se estrenará el 6 de diciembre y que será el gran colofón al aniversario.