Desde su creación, el Estudio Corazza para la Actuación, escuela de interpretación fundada en 1990 por Juan Carlos Corazza, ofrece formación regular, entrenamiento para profesionales, jóvenes, talleres, master class y ensayos abiertos al público.
La formación regular tiene cuatro niveles de formación, brindando las bases y herramientas para que florezca la peculiaridad artística de cada estudiante, su capacidad de trabajar con los demás y de realizar su vocación con respeto, confianza y creatividad.
El equipo pedagógico revisa y renueva constantemente las propuestas ajustándolas a las características de cada curso, incorporando nuevos retos artísticos, fomentando la autonomía y la colaboración solidaria en grupo.
El Estudio Corazza es un referente nacional e internacional en el entrenamiento para profesionales, al que acuden actrices y actores de diversos países del mundo. Tiene una amplia experiencia en el coaching artístico, sistema de preparación individual propio, con el que ha colaborado en numerosas interpretaciones para cine y televisión.
Como nos recuerda Shakespeare, el teatro pone un espejo ante el mundo, impulsando la transformación individual y social. Así, el Estudio, combina técnicas y enfoques creativos muy prácticos, junto a propuestas que ayudan al desarrollo del criterio artístico, la conciencia individual y colectiva, el respeto y la colaboración solidaria en la profesión.
Desde hace décadas, el Estudio Corazza para la Actuación realiza Ensayos Abiertos al público en diferentes espacios escénicos. Una puesta en escena que incluye intervenciones del director durante las representaciones.
Un lenguaje artístico que potencia el encuentro, el sentido poético, lúdico, social y sagrado del teatro. Alumnas y alumnos participan haciendo prácticas de dramaturgia, vestuario, música, producción y demás aspectos del teatro. Una experiencia única, vital y emocionante en la que el espectador se acerca a los procesos de la creación escénica.
Para ingresar al Estudio se realiza un breve curso de ingreso, en el que se observan las aptitudes artísticas, la disponibilidad para el aprendizaje y la vocación de posibles alumnos y alumnas.
El acceso a los diferentes niveles de la formación se evalúa en el claustro pedagógico, y depende de la calidad del proceso de cada estudiante.