Dirigimos la mirada hacia la situación actual de las escuelas de formación en Artes Escénicas para conocer en boca de sus responsables sus problemas, preocupaciones y necesidades a raíz de la crisis por el COVID-19. Pertenecientes a dos de los sectores, educación y cultura, que más tarde recuperarán la actividad, hablamos de presente y futuro próximo, de las particularidades de su ámbito y de la importancia, muchas veces invisible, de su labor en nuestra sociedad.

 

Por David Hinarejos

Imagen destacada: Escuela de Teatro Cuarta Pared

 

Las necesarias medidas de confinamiento e inactividad para lograr salvar el mayor número de vidas de las manos del COVID-19 tienen y tendrán repercusiones sociales, políticas y económicas a todos los niveles que aún, lamentablemente, nadie puede prever. Sin embargo, poco a poco las distintas administraciones, instituciones y asociaciones van dando a conocer una cantidad ingente de datos sobre las pérdidas económicas que está suponiendo en toda clase de sectores la situación que estamos viviendo. Desde Godot, nuestra labor es intentar poner siempre el foco informativo en la Cultura, más concretamente en las Artes Escénicas. Pero, además, dentro de éstas últimas en nuestro ADN está prestar especial atención a los ámbitos habitualmente más olvidados.

En las últimas semanas estamos publicando una serie de artículos (Informe Off: «Sobrevivir juntas o ahogarnos juntas», El humor en los tiempos del Coronavirus, ¿Qué se celebra aquí?, 52 medidas de urgencia para las Artes Escénicas y la Música) centrados en diferentes colectivos, iniciativas y profesionales dentro de las Artes Escénicas y las consecuencias actuales y futuras de la crisis que estamos viviendo. Más allá de los datos, que también recabamos sobre algunos aspectos, la idea es escuchar, compartir y divulgar situaciones y preocupaciones, pero también estados de ánimo y propuestas de cara a los próximos meses.

En esta ocasión abrimos nuestras páginas virtuales para conocer la complicada situación en el ámbito de la formación artística, centrándonos en las escuelas y centros privados que imparten diferentes disciplinas del teatro y la danza. Una labor fundamental en el tejido cultural si tenemos en cuenta la completa ausencia de estos estudios en los diferentes niveles de la educación regular en nuestro país. Si bien podría decirse que Conservatorios, Escuelas Superiores de Arte Dramático o Escuelas Municipales de Arte cubren institucionalmente estas formaciones, es de recibo afirmar que resulta a todas luces insuficiente. Sólo hace falta comprobar cómo decenas de miles de alumnos se ven obligados a formarse de forma privada ante la ínfima oferta de plazas públicas para las Artes Escénicas. Ese valor se multiplica si tenemos en cuenta no sólo su capacidad de dar respuesta a la gran demanda sino también la de cubrir disciplinas, pedagogías o lenguajes escénicos diferentes.

Ante la convocatoria realizada, estamos muy agradecidos por la participación de una treintena de escuelas de Madrid que se han tomado la molestia y el tiempo de atendernos y responder a nuestras preguntas en pos de poder ofrecer una información de primera mano de su situación. Entendemos, como nos comentaban desde TAI Escuela Universitaria de Artes, que es un momento muy convulso y que hay gestiones prioritarias ahora mismo: “Estamos centrados en organizar una contingencia académica que pueda dar servicio a nuestros estudiantes. En esta situación de incertidumbre en la que estamos viviendo no podemos valorar todavía las consecuencias”. En todo caso, creemos que es una muestra lo suficientemente amplia y variada, con escuelas de todo tipo (ligadas a una sala, compañía o profesional reconocido hasta otros centros independientes), como para que sus voces sean representativas de las de muchas otras y poner sobre la mesa toda clase de opiniones. Eso sí, respecto a los datos que iremos aportando hay que dejar claro que sólo son relativos las escuelas que han participado.

 

¿Cuánto pueden aguantar las escuelas sin alumnos?

El parón obligado de todas las actividades dentro de las escuelas debido al COVID-19 ha supuesto la suspensión sólo en los centros entrevistados de más de 350 cursos regulares e intensivos, talleres, workshops o Master Class ya empezados o que tenían fechas de inicio durante abril o, incluso, mayo. La Escuela de Interpretación Cristina Rota es sólo un ejemplo de un mal que todos comparten: “Hemos tenido que suspender todos los cursos regulares de adultos, adolescentes y niños, así como los seminarios intensivos y las entrevistas de inscripción. Ha afectado a más de 230 alumnos (incluyendo nuestro alumnado de Rivas Vaciamadrid). Estamos a la espera de conocer la fecha de reanudación de actividad para poder valorar qué seminarios y entrevistas son recuperables o cuáles debemos dar por cancelados definitivamente. Confiamos que al tener una larguísima trayectoria y una fuerte implantación entre quienes sueñan con ser actores y actrices podamos soportar las sacudidas del Covid-19 y seguir siendo un espacio de formación y pensamiento”. Lo peor es la incertidumbre: “Cuando uno elige una actividad de este tipo sabe que la estabilidad no va a estar en su día a día, y con ello se cuenta. Pero esto va mucho más allá de la inestabilidad. Como ya he dicho, solo nos queda desear y esperar que, cuando todo vuelva más o menos a la normalidad, volvamos a tener la confianza del público que nos sigue, los colegios, las asociaciones… y que todo eso nos haga volver a levantarnos. Aunque somos conscientes de que los malos tiempos son para todos, y que la situación económica va a ser muy complicada a todos los niveles. De modo que, una vez más… incertidumbre”, reflexionan desde Teseo Teatro.

 

Escuelas de Artes Escénicas: en coma inducido en Madrid
Alumnos de la Escuela de Interpretación Cristina Rota.

 

Algunos, como la Fundación SGAE intentan reubicar en el calendario sus actividades para no perderlas: “El año pasado tuvimos 37 actividades entre los meses de marzo y mayo. Hasta ahora se ha aplazado la última reunión de mentoring para mujeres (34 participantes), las Master Class de Javier Catalá se van a retrasar como mínimo hasta finales de junio, el taller de desarrollo de proyectos de cortometraje (10 personas) se ha aplazado a julio y también la última sesión de Taller de Dramaturgia Joven (15 personas)”. Otros, como la Escuela de Teatro Lagrada, inevitablemente dan este curso lectivo por perdido: “Ya estamos pensando en el de 20/21. Pensábamos hacer un taller en Julio, pero no sé si tendremos que retrasarlo también”.

Este escenario de no poder empezar clases presenciales de ningún tipo hasta septiembre irremediablemente sobrevuela las mentes de todos los responsables. Por eso lo hemos preguntado directamente: ¿Cuál sería el impacto de ese cierre de casi 6 meses aún teniendo en cuenta que dos de ellos (en verano) solía haber ya de por sí poca o ninguna actividad? “Sería enorme – nos comentan desde Estudio Schinca-, hay que tener en cuenta que no sólo se pierde el pago de la última cuota de los cursos anuales, sino que hay que devolver incluso parte de la anterior”. “Es un agujero que con la incertidumbre no sabemos todavía a lo que puede llegar a alcanzar, -afirman desde Complot Escénico-, sin ayudas va a ser casi imposible la continuidad, aunque nosotros veremos la forma de seguir caiga quien caiga”. Desde Primera Toma Coach, Escuela Internacional del Gesto (EIG), Jarana Creación Social, Escuela de las Artes de la Comedia o la Escuela de Teatro Lagrada admiten que ahora mismo no pueden descartar el cierre si ese fuera el caso. Y es que en general todos calculan que las pérdidas económicas si se alargase la situación hasta septiembre estarían entre el 40% y el 60% de la facturación anual.

La cancelación de los cursos presenciales afecta inexorablemente a los profesores y trabajadores de diversa índole de las escuelas: para hacernos una idea, alrededor de 220 puestos de trabajo directos (es complicado valorar los indirectos) sólo sumando los datos de las 19 escuelas que nos los han facilitado. La aplicación de un ERTE para la mayoría del personal ha sido la solución más recurrente, quedándose básicamente los responsables de las escuelas encargados de la actividad que continua online, en unos casos más que otros, porque como mínimo hay que seguir en contacto con los alumnos y ofrecerles soporte para ciertas gestiones: “Mantenemos contacto mediante plataformas de internet. Pero hemos suspendido los pagos. La existencia de esta plataforma virtual está destinada a sostener la moral de la gente que ha confiado en nosotras”, nos explican desde la Escuela Interpretación de Plot Point. En la misma línea se manifiestan en la Escuela de Cristina Rota: “Estamos manteniendo contacto telemático con los alumnos, dándoles actividad, proponiéndoles lecturas, trabajos de investigación, sugiriendo prácticas, pero en ningún caso sustituyen al curso regular. Digamos que es una forma de mantener el vínculo con nuestras alumnas y alumnos”.

 

Cero Ingresos, pero gastos fijos e ineludibles

Sin duda, el gasto en salarios es uno de los más importantes de cualquier empresa y la facilitación de los ERTEs por parte del gobierno ha paliado en gran parte esa presión económica. Sin embargo, para las escuelas es el mantenimiento del local sin tener clases presenciales, y por tanto pocos o ningún ingreso, uno de los grandes problemas actualmente. El 90% de las entrevistadas se encuentran en régimen de alquiler y el resto pagando una hipoteca. Hasta que se hagan efectivas las opciones en este apartado de la administración destinadas a empresas, asociaciones o autónomos muchos de los espacios se muestran preocupados. “Pagamos alquiler -constatan desde El Umbral de Primavera– y es nuestra mayor preocupación. Sin espacio no hay actividad. Estamos a la espera de medidas urgentes al sector por parte de las administraciones, no puede quedar a la buena voluntad del arrendador. En Barcelona ya se contemplan medias y en el resto de Europa también”. “Estamos de alquiler tanto en el local como en nuestra oficina. Pagar dos alquileres hoy en día en el centro de Madrid y sobre todo si no hay actividad es un esfuerzo enorme para una empresa como la nuestra”, nos cuentan desde Microteatro. Lo mismo le ocurre a Estudio3 que con “dos espacios arrendados a dos dueños distintos el alquiler es uno de nuestros mayores gastos” o a Acción Escena que también admite que les perjudicará. Muchos, con mayor o menor suerte, iniciaron enseguida negociaciones con sus arrendatarios para llegar a un acuerdo ante la situación. Desde la Escuela Nave73 de Artes Escénicas nos contaban que “en el local de la escuela, al ser un alquiler más reciente, estamos en estos momentos en conversaciones con la casera para tratar de llegar a un acuerdo”. La Escuela de Teatro de Devorador.es, a parte de confirmar que “hemos solicitado a los propietarios que nos perdonen el mes de abril (ya que marzo ya lo habíamos abonado) para contener gastos, y es muy probable que nos lo concedan, dependerá de su situación económica y voluntad”, también ponen sobre la mesa que hay otros gastos fijos como “suministros, seguros, gestoría… que se deben afrontar sin ingresos”.

 

Escuelas de Artes Escénicas: en coma inducido en Madrid
Alumnos de la Escuela Nave73 de Artes Escénicas.

 

¿Qué medidas resultarían adecuadas desde la administración?

Para entrar de lleno en este punto nos quedamos con la reflexión que realizan desde Escuela Internacional de Teatro Arturo Bernal: “En primer lugar es necesario el reconocimiento de que la enseñanza en Artes Escénicas es un bien común no solo para las personas que se dedican al Teatro, también para la sociedad en general teniendo en cuenta que el Arte es uno de los más importantes generadores del pensamiento crítico, además de un motor económico. Nuestra formación es especializada e imposible de encontrar en las escuelas públicas o en los grados oficiales. Para garantizar la especialización de los futuros profesionales de las Artes Escénicas es imprescindible un apoyo institucional, no solo a nivel económico, sino también a nivel estructural. Considerar el Arte como bien de primera necesidad”. La mayoría de las escuelas coinciden en señalar como medidas de ayuda imprescindibles muchas de las ya puestas en marcha por el gobierno, comunes a todos los sectores como las mencionadas de los ERTEs, alquileres o hipotecas u otras como la facilidad para acceder en buenas condiciones a los préstamos ICO. Para poder mantener un mínimo funcionamiento, AM Estudios y Acción Escena también destacan la necesidad de poder acceder de forma ágil a subvenciones orientadas específicamente a implementar la formación online.

Llama la atención sin embargo que muchas respuestas a este punto se centren sobre todo en medidas que deberían llegar una vez todo esto pase. Escuelas como la del Teatro de la Abadía ponen el acento en que el resultado de la inactividad de estos meses mermará considerablemente el poder adquisitivo de los profesionales para continuar formándose y es imprescindible que “puedan acceder a ayudas para seguir haciéndolo”. Un hecho que padecerán por igual los alumnos más jóvenes que querían comenzar sus estudios en Artes Escénicas. Tanto sus ingresos como el de sus familias, colaboradoras casi siempre necesarias en estos casos, pueden haberse visto muy afectados y si no se les facilita la financiación tomarán otro camino. Jarana Creación Social, por su parte, propone “mentorías semifinanciadas o eventos culturales pro-visibilidad” y la Escuela Internacional del Gesto que “alguna institución como la RESAD ayude a las pequeñas escuelas fomentando actividades y dándoles cierta promoción, que se organicen encuentros de escuelas o se facilite la impartición de talleres y actividades”.

 

Escuelas de Artes Escénicas: en coma inducido en Madrid
Imagen de la Escuela Internacional del Gesto.

 

La Fundación SGAE amplia sus propuestas al ámbito de la cultura en general donde “una vez pase la crisis, es fundamental seguir trabajando en la reducción de la precariedad laboral del sector, desarrollando el estatuto del artista y creador, pero también hacer políticas de estado para mejorar la internacionalización de nuestra cultura y profundizar en el desarrollo de audiencias y democratización del acceso a la cultura, siendo activos también en políticas de demanda y no solo de oferta”. En esta línea más general también se pronuncia AZarte sobre la necesidad de subvenciones: “No creo que la sociedad no reconozca al sector como debería, creo que hay personas que dicen no estar interesadas en la cultura, aunque la consuman, lo cual es una contradicción importante. La cultura es un bien valorado universalmente y es un sector vulnerable y necesario para todas las sociedades históricamente y por eso está subvencionada, aunque estas ayudas no representan un porcentaje tan alto como se cree y la mayor parte del sector no recibe ninguna. Los proyectos culturales salen adelante en su mayoría gracias al empeño y esfuerzo de quienes los ponen en pie arriesgando todo lo que tienen, pidiendo préstamos y auto explotándose para cumplir con unas normativas que están pensadas para todo tipo de empresas y no para el sector cultural en particular como sucede en otros países”.

 

Los otros grandes afectados: el alumnado

La actual situación de las escuelas de Artes Escénicas afecta directamente a todos los alumnos que estaban cursando, o ya estaban inscritos para hacerlo próximamente, cualquiera de los estudios cancelados o suspendidos temporalmente. Sólo en las 30 escuelas entrevistadas la cifra supera los 4500, así que no es aventurado afirmar que serán decenas de miles sólo en Madrid, casi nada…

Aunque todos los centros se han apresurado a dar respuesta a todas las dudas y consultas que han recibido, lo cierto es que como al resto de la sociedad esto les ha pillado por sorpresa y hacen lo que pueden para a contrarreloj realizar diferentes gestiones, en muchos casos la devolución del dinero, o montar alternativas para continuar de alguna forma, sobre todo los cursos regulares comenzados en septiembre u octubre. Uno de los problemas es que de primeras era difícil prever cuánto se alargaría el confinamiento y la inactividad, lo que comentábamos antes de la incertidumbre, y las soluciones que podrían plantearse no se sabía muy bien si tendrían que ser para un mes, dos o hasta septiembre. El otro es que el 90% no tiene una infraestructura suficiente ni técnica ni humana, porque para eso también tendrían que mantener los puestos de trabajo, para hacer frente a una formación online. “Dar clases vía online -comentan en Devorador.es- supone gastos de sueldo. Intentar contener gastos y realizarlos a la vez me parece dar palos de ciego. Ni siquiera organizarlas, con el barullo que puede suponer, nos asegura que tengan buenos resultados. ¿Qué pasa si el estado de alarma se acaba en mayo? ¿Y si se alarga? Las decisiones son todas muy difíciles de tomar”. “Aún no teníamos formación online, estábamos con el proyecto, pero lo hemos tenido que parar. Además, por otros compañeros que tienen cursos de ese tipo sabemos que muchos alumnos han dejado de hacerlos porque no pueden asumir ese gasto en estos momentos”, nos explica la Escuela de Artes de la Comedia.

Lógica Escénica, se desmarca en este punto del resto sacando una lectura positiva de esta imposición de la realidad: “A raíz de esto, hemos puesto en marcha las Master Class presenciales de forma online y esto nos ha abierto varias perspectivas. Por un lado, pueden asistir muchas más personas (100), por otro lado, pueden conectarse actores y actrices de diferentes ciudades y países, por lo que se genera un encuentro muy potente que sobrepasa fronteras y esta situación que estamos viviendo de forma global. Esto ha hecho que la técnica salga de Madrid y que haya mucha gente en diferentes lugares queriendo que vayamos a su ciudad a dar formación. También llegar a esos estudiantes de otras ciudades que van a acabar sus estudios en su ciudad y quieren venirse a Madrid a estudiar y tienen la oportunidad de poder ver y escuchar nuestra forma de trabajar para poder valorar dónde se quieren formar. A nivel internacional, también ha surgido un grupo de interesados en Argentina y Colombia, para el que estamos desarrollando un formato online de formación, que servirá como punto de partida a la formación presencial que daremos allí”.

Más como herramienta temporal la están poniendo en marcha, por ejemplo, en Nave73 donde han conseguido “adaptar todo lo referente a nuestra Formación Anual y al Máster de Dirección Escénica a las nuevas tecnologías y estamos actualmente impartiendo las clases online, haciendo uso de diversas herramientas como video llamadas, teleconferencias, redes sociales, etc.”; en la Escuela Internacional de Teatro Arturo Bernal “poniendo en marcha clases diarias con el alumnado de los 2 cursos regulares de primero y segundo”; en Estudio Schinca donde dan “un apoyo online con un Foro específico para contestar a dudas y tener una comunicación fluida, se realizan trabajos reflexivos teóricos y análisis de vídeos propios y de espectáculos y se tienen tutorías por Skype y algunos trabajos prácticos por vídeo”; o en el Centro de Investigación Teatral La Manada que “en estos momentos hay clases online, en el caso de las teóricas manteniendo el programa y en las que deben de ser presenciales, como interpretación, el tiempo se invierte en lecturas, análisis y debates sobre nuestro medio”.

Hay muchas, sin embargo, que no se lo plantean por el momento como Microteatro “porque ofrecemos un trato muy personal y adaptado a cada creador, algo que no estamos seguros de poder conseguir a través de una pantalla”, Teatro de la Abadía, Escuela de Teatro David Amitin, Jarana Creación Social, Estudio3 o el Umbral de Primavera que es tajante: “No contamos con esta opción, ni está en nuestras necesidades”.

Una actitud que responde a un hecho en el que todos, tengan o no cursos online actualmente, coinciden y es que no se puede enseñar la gran mayoría de disciplinas de teatro o danza sin presencia física del alumno. Así lo manifiestan desde la escuela de Bululu2120 Escuela de Actores: “Impartimos algunas asignaturas online, pero honestamente, una escuela de teatro necesita que los estudiantes converjan en un espacio físico e interactúen entre sí. Todo lo demás, puede que sea otra cosa, pero no será teatro”. En la Escuela de Cristina Rota van un poco más allá ya que en su filosofía pedagógica “la formación teórica no puede separarse de la práctica y debe ser llevada a cabo a través de la dinámica grupal. No solo necesitamos de la práctica, sino que necesitamos del grupo para ser fieles a nuestra forma de enseñar. Por encima de los aprietos económicos está nuestra integridad y compromiso con una pedagogía contrastada por más de 30 años de historia”. Plot Point aporta su granito de arena también en la misma dirección: “Hay cosas que no se pueden hacer online. El teatro es una ceremonia ficcional alterable como debería ser la misa que en algún momento conmovía a los asistentes. El teatro o los conciertos de rock son ‘las misas de hoy’ y necesitan conmoción. Sin conmoción el teatro es un gesto vacío u otra cosa que nada tiene que ver con el cine que es un arte independiente y que nada le debe al teatro”. AZarte, compartiendo esencialmente las ideas anteriores, piensa que “esta manera de trabajar va a cambiarnos a todxs y va a abrir horizontes, no para un tipo de trabajo como ensayos o clases más corporales evidentemente, pero sí para enseñarnos maneras de colaborar, investigar y relacionarnos en la distancia”.

 

Escuelas de Artes Escénicas: en coma inducido en Madrid
Alumnos de Bululu2120 Escuela de Actores.

 

Futuro inmediato: Intensivos de verano y Curso 2020/21

Según van pasando las semanas y viendo que el panorama pinta desalentador para reanudar las clases presenciales a corto plazo, nos interesaba conocer la opinión de los responsables de las escuelas respecto a cómo podría afectar por un lado a las matrículas y reservas de cara a los estudios intensivos, muchos de ellos para niños y jóvenes también, que suelen organizarse de cara a verano y la repercusión en los tiempos y cantidad de preinscripciones para la gran base económica que son los cursos regulares anuales. En general, las convocatorias para ambos casos solían lanzarse entre marzo y junio, salvo alguna excepción que apuraba a septiembre. Sólo el retraso de estos plazos conllevará según Primera Toma Coach que no se pueda “hacer una buena previsión, planificación de los cursos, contratación de los profesores… Además de la pérdida que vamos a tener en los cursos de verano, que también son una línea de actividad importante para las escuelas”. Para Estudio Schinca, que no tiene local propio, supone un gran inconveniente no saber a qué atenerse ya que “en marzo ya reservábamos las salas para el curso siguiente”. Además, complicará ciertas acciones y actividades que se llevaban a cabo en muchas escuelas de cara a atraer y seleccionar futuros alumnos como jornadas de puertas abiertas, clases gratis, pruebas para procesos de admisión o simplemente promoción en redes o medios. Aunque estos inconvenientes se plantean como cuestiones menores frente a otros condicionantes más importantes: “La perdida de alumnos -exponen desde Devorador.es- va a ser cuantiosa por diversas razones: desmotivación al alargarse el estado de alarma en el tiempo, por falta de salud si les ha tocado vivir la enfermedad y por las consecuencias económicas por pérdida de empleo”.

El tema económico es una preocupación omnipresente porque como argumenta la Escuela de Teatro Lagrada “la gente va a tener menos poder adquisitivo y va a tener que destinar sus energías a solventar problemas más básicos, no es que no tengan poco interés es que lo van a tener muy complicado”. En Estudio3 tienen claro también que “la pérdida de futuros alumnos seguramente estará ligada a la crisis económica mundial que conllevará una gran pérdida de ingresos a nivel individual”, a lo que se suma según Método Madrid que la situación “sólo da intranquilidad a la hora de invertir en formación”. “Sin duda -sentencian en la Escuela de Teatro Cuarta Pared-, todo esto hará que la gente se lo piense a la hora de apuntarse”. En el caso de Madrid y de otras grandes ciudades como Barcelona o Valencia (por poner algún ejemplo) que albergan escuelas de renombre a nivel nacional e internacional hay que tener en cuenta también cómo esa falta de recursos y las limitaciones para viajar repercutirán en el importante número de matriculaciones de alumnos que llegan de otras provincias o países. En TAI Escuela Universitaria de Arte “un alto porcentaje de estudiantes son de Latinoamérica, así que todo depende del alcance de la pandemia y el tiempo que esté paralizado el país y el mundo”. La Escuela Internacional de Teatro Arturo Bernal expresa su preocupación porque puede ser muy “negativo en las matriculaciones para la próxima temporada. Nuestro alumnado es en su mayoría de fuera de Madrid, por lo que posiblemente, si la movilidad no está del todo normalizada, nos perjudicará en gran medida”.

 

Escuelas de Artes Escénicas: en coma inducido en Madrid
Los jóvenes alumnos de Primera Toma Coach.

 

Mención a parte merece el tema de la inquietud que reina alrededor de la educación reglada. Parece claro que hasta que no se supere este curso lectivo, sea volviendo o no a las aulas, es improbable que las familias de los más pequeños o los jóvenes que deben decidir su futuro o que desean compaginar sus estudios con otro tipo de formación se planteen absolutamente nada. Más radical, y con más repercusión para las escuelas, es el caso de los chicos y chicas que esperan a terminar el Bachillerato, coincidiendo normalmente con la mayoría de edad, para empezar a dar forma a su futuro dentro de las Artes Escénicas. “De cara al año que viene, hemos abierto una Diplomatura en Interpretación, una formación integral de más carga horaria, para personas que se quieren formar de forma completa, sobre todo estudiantes que han acabado la ESO o Bachillerato. Al ser nuestra primera experiencia no sabemos cómo nos va a afectar pero sí creemos que lo hará porque los interesados están pensando en finalizar sus estudios y cómo y cuándo será esto, en vez de pensar en la próxima formación que van a hacer”, nos comenta Lógica Escénica. Para AM Estudios está claro que “toda formación complementaria depende de los tiempos de la formación reglada. Así que seguro que la nuestra se verá condicionada”. Sin duda, muchos no decidirán hasta que realicen los exámenes de EVAU que por ahora ya han retrasado su realización hasta julio: “Hay que ver -dicen en la Escuela de Cristina Rota- qué plazos al final se plantean y cómo influye eso a las decisiones vitales de muchos jóvenes. En momentos de crisis muchos optarán por sintetizar y destilar sus prioridades”. En Nave73 lanzan habitualmente “dos convocatorias de selección: una en el mes de junio y otra en septiembre” pero admiten que ahora mismo “estamos atentos a cualquier alteración que pueda haber en el ámbito educativo en este sentido, y aunque confiamos en que los alumnos que estén interesados en acceder a nuestra formación puedan presentarse a alguna de estas pruebas, llegado el caso podríamos retrasar la prueba de septiembre lo máximo posible, tratando de no alterar el inicio de las clases que se daría, como es habitual, en el mes de octubre”.

 

La supervivencia de la vocación artística

Como hemos analizado, la situación es muy preocupante, no estará falta de dificultades y podría invitar fácilmente al pesimismo. Sin embargo, son muchas las escuelas que comparten la opinión de que el arte y los creadores siempre se abren camino sea cual sea la circunstancia. “Es muy posible que tras esta crisis muchas personas apuesten por formarse con el objetivo de trabajar en sectores tecnológicos, o incluso en otros que se están demostrando básicos para el bienestar social. Pero partiendo de la base de que un artista nace de una vocación y una necesidad de expresar y compartir con el mundo su visión, su voz, y que el arte representa una sociedad evolucionada, siempre habrá artistas que busquen el camino para poder expresarse. El Teatro siempre permanecerá”, una reflexión de la Escuela Internacional de Teatro Arturo Bernal muy parecida a la que hacen en la Fundación Sgae: “Este sector tiene un componente vocacional muy elevado. Tanto lxs artistas como lxs profesionales a su alrededor (gestores culturales, periodistas especializados, profesiones técnicas, etc.) presentan unas motivaciones personales muy fuertes en las que la racionalidad sobre la toma de decisiones profesionales queda un tanto diluida”. Y siguiendo en esa línea, el Teatro de la Abadía afirma que “quien quiera dedicarse a esto, seguirá apostando por la formación. Nuestro oficio es parte fundamental de la cultura y la cultura del avance de la sociedad”; en Complot Escénico aseguran que “es difícil sustituir las artes escénicas en los realmente apasionados»; y el Centro de Investigación Teatral La Manada argumenta también en base a la importancia del sector porque “cumplimos una función en la sociedad y a pesar de los momentos de crisis (la formación) no desaparecerá, pues siempre habrá gente con vocación artística”.

Obviamente, no todas las personas que se matriculan año tras año en los diferentes cursos experimentan de una manera tan clara esa vocación o no la han descubierto todavía, por eso desde Método Madrid son menos optimistas ya que “exceptuando los casos en los que existe esa verdadera vocación y/o una determinación férrea por estudiar artes escénicas, muy seguramente (la crisis) les condicionará”. Para Escena Studio Escuela de Danza, Canto, Música y Teatro el problema de base es “vernos como algo adicional a otros estudios” y en el caso de Primera Toma Coach son conscientes de que “nuestra formación no entra dentro de las ‘necesarias’, ni está estrechamente ligada con la búsqueda de empleo, como el inglés o el manejo tecnológico”.

 

Escuelas de Artes Escénicas: en coma inducido en Madrid
Alumnos del Centro de Investigación Teatral La Manada.

 

Otros argumentos invitan por igual a cierto optimismo: “Por un lado -comentan desde Estudio3-, (la crisis) puede llevar a muchos a querer desarrollarse en actividades que tengan salida informática y/o virtual, pero por otro lado también la gente está viendo lo importante del contacto físico y de no estar aislados en la tecnología. Esta situación puede fomentar las ganas de trabajar en comunidad y en contacto real con la gente. Las prácticas artísticas hoy en día son muy necesarias para combatir la depresión y la ansiedad, eso puede fomentar un gran desarrollo de profesiones ligadas a las Artes Escénicas”. La Escuela Internacional del Gesto habla de otras virtudes del teatro como “abordar los aspectos mas humanos, analizar nuestra realidad y su importancia en la educación para alimentar en el alumno la creatividad, el pensamiento crítico, el juego, la observación… que permiten a la gente crecer emocional y humanamente”. Mientras que Estudio Schinca confía en el valor de su formación en expresión corporal y movimiento “ya que es un campo específico y tiene muy buena acogida, así que tenemos la esperanza de que siga habiendo alumnos interesados en el futuro”.

 

Para finalizar, no queremos para la oportunidad de insistir en que no conviene no tomarse a la ligera el importante rol que juegan en nuestro futuro los centros de formación artística. Son los campos de cultivo donde se desarrolla el arte, sembrados de la ilusión y vocación de muchas personas que necesitan el buen hacer de profesionales para ver crecer su talento. Es responsabilidad de cualquier sociedad que esas tierras no terminen abandonadas a su suerte por no haber facilitado las condiciones adecuadas para su mantenimiento y no habernos ocupado de que sus responsables reciban un precio justo que compense su trabajo y dedicación. Al fin y al cabo, los frutos de ese esfuerzo, creadores y artistas que han podido obtener una formación adecuada, se distribuyen y enriquecen nuestra cultura y todos, como sociedad y como individuos, nos alimentamos cada día de la imaginación, la crítica, la reflexión, el entretenimiento, la risa, la tragedia, la belleza… que  son capaces de expresar. Ojo, que ya se va a perder la cosecha de primavera, veremos qué pasa con el resto de estaciones.