La Escuela de interpretación Work in Progress, que dirige y creó (hace seis años) el dramaturgo Darío Facal, ha puesto en marcha para esta cuarentena Live in progress, una programación cultural ininterrumpida que se desarrolla desde la cuenta de Zoom del centro los siete días a la semana. Una butaca virtual para quitarse el síndrome de abstinencia cultural que nos ha provocado el parón obligado por el Covid-19 y es posible gracias a la alianza con creadores y artistas, con los que se quiere, desde aquí, fomentar el encuentro.

 

Si durante marzo y abril pasaron por esta pantalla, para charlar con el público, Juan Cavestany, La tristura, Max Lemcke, Blanca Oteyza o Marina Seresesky, en mayo esperamos a la compañía de danza Mucha Muchacha (2 de mayo, 20h); la cineasta Nayra Sanz (4 de mayo, 17h); la música Travis Birds (5 de mayo, 19h); el dramaturgo Pablo Gisbert, de la compañía El Conde de Torrefiel (6 de mayo, 17h); el guionista Daniel de Castro (6 de mayo, 19h); o el dramaturgo Pablo Remón (8 de mayo a las 18h).

La programación completa y la forma de acceso del público se irá anunciando en el Instagram de la escuela, aquí: @estudioworkin

 

Además, la formación continúa para los alumnos de la Escuela Work in Progress. El itinerario educativo se han mantenido a distancia, de manera muy similar a como se vivían en el aula antes de que estallase la crisis sanitaria y social. Los estudiantes reciben materiales, contenidos y se mantienen conectados entre sí y con la escuela, y se han reforzado prácticas como los monólogos que se graban los alumnos y luego se evalúan en clase, o el trabajo del #Selftape, una herramienta de uso en auge en castings y agencias de representación basada en la grabación del intérprete de sus propios papeles, que requiere un mínimo dominio de las cámaras y los programas de edición, así como saber conquistar al objetivo.