SUSCRÍBETE

El enorme talento de Carmiña

«Toda su energía la canalizó en su creación literaria. Nada se le iba a poner por delante. Ni su matrimonio»

 

Vuelve a la cartelera del Teatro del Barrio, Carmiña, la última producción creada dentro del ciclo ‘Mujeres que se atreven’. Un ciclo en el que se han buscado escritoras famosas que, en formato de monólogo, hablen de sí mismas y que sorprendan al público sin la necesidad de que la documentación toque el territorio privado y presumiblemente intransferible. El ciclo que se inauguró con Emilia Pardo Bazán y a la que le prosiguió Gloria Fuertes, ahora se centra en la figura de Carmen Martín Gaite. Una adelantada a su tiempo, que se pone el mundo por montera, incluso bajo circunstancias tan adversas como una separación o la muerte de su hija. Capitanea el proyecto y repite como dramaturga Noelia Adánez, que, en esta ocasión, se acompaña en la dirección de Ximena Vera y en la interpretación de Nieve de Medina.

El Café Barbieri de Lavapiés es testigo mudo del encuentro que mantengo con estas tres mujeres y a mí no me cuesta nada fantasear con la idea de compartir el mismo espacio en el que quizás, Carmiña, nuestra protagonista, se reuniera con compañeras coetáneas y ante esa atmósfera me dejo llevar…

 

 

Carmen Martín Gaite vuelve a Teatro del Barrio

 

 

Por Ka Penichet/@KaPenichet

 

Inicialmente, ‘Mujeres que se atreven’ estaba pensado como trilogía, ¿va ser este el cierre de la misma?

Noelia Adánez: Eso quizás quien debería contestarlo es Ana, la programadora del Teatro. Yo creo que se concibió como trilogía pero es verdad que la sensación es que podría tener continuidad porque ya forma un poco parte de la personalidad del Teatro de Barrio.

 

Cuando hicimos la entrevista con motivo del estreno de Emilia se barajaban otros nombres como Teresa de León, ¿qué motivó el cambio?

Noelia Adánez: Creo que Carmen salió simplemente porque yo la estaba leyendo para otras cosas que estaba haciendo. Coincidió que en ese momento murió Rafael Sánchez Ferlosio, que había sido marido de Carmen Martín Gaite, y al poco tiempo falleció Ana Martín Gaite, su hermana. De pronto, me pareció que algo se te colocaba enfrente. En ese sentido, fue un poco azaroso.

 

¿Cuál es el punto de partida para trabajar la parte de documental? ¿Carmen Martín Gaite era alguien a quien ya conocías minuciosamente o tuviste que abordar un proceso más prolijo para documentarte sobre ella?

Noelia Adánez: Yo diría que en comparación con Emilia y con Gloria, a esta la conocía bastante más. Con ella vengo teniendo una relación literaria de más tiempo. Había estado leyendo en el orden de dos o tres años la práctica totalidad de su obra novelística porque estaba leyendo a escritoras contemporáneas de ella también para otras cosas que hago. En su caso no he tenido que concentrar tanto trabajo de documentación para producir el texto.

 

Y en el caso de ustedes dos, Nieve y Ximena, ¿tenían algún tipo de vínculo con la escritora?

Nieve de Medina: A mí me lo propuso Noelia y me pareció muy interesante porque era una autora a la que yo había llegado por medio de mi madre. Mi madre me hablaba de ella y, además, cuando ella falleció yo le leí un poema de Carmen Martín Gaite. Así que cuando Noelia me lo dijo me dio un chute y despertó en mí un sentimiento enorme.

Ximena Vera: En mi caso, el primer contacto que recuerdo de ella fue hace un año que desayuné en una terraza de Salamanca al lado de su estatua. A su obra llego gracias a Noelia porque no la había leído antes. Ha sido doblemente fascinante adentrarme en su obra y en este mundo que tenía también como personaje. Con Carmen hay mucho documento audiovisual. Hemos podido visionar muchos videos, escuchar su voz, encontrar su psicología… Carmen fue muy innovadora porque tenía como la reivindicación de lo provinciano en el tiempo. Decimos que era una precursora del Slow Living antes de que lo conociéramos como tal. Reivindicaba esa parte de provincias pero luego tenía una parte como bohemia, pero no era cosmopolita, era bohemia de provincias. El otro día Ana Laan que es cantoautora y nos está ayudando en el trabajo vocal porque la voz de Carmen era muy central, dijo una cosa que me pareció genial: “Ella era como diva de brasero”.

 

Noelia, recuerdo que con Emilia me contabas que era un personaje difícil de querer… ¿Qué es lo que más admiran de Carmiña y lo que más detestan?

Noelia Adánez: Emilia nos costó porque era una señora bastante insufrible. Precisamente ahí es donde un poco radicaba el encanto de ella. Gloria era una mujer que despertaba una gran simpatía y una enorme compasión. Y en el caso de Carmiña yo creo que lo que más estamos admirando es lo que ahora llamamos la resiliencia. Creo que estamos muy enamoradas de su capacidad de salir adelante y de que, en circunstancias a veces muy difíciles y muy adversas, encontrara siempre la motivación, la energía y el impulso necesario para seguir viva y, además, seguir viva creando. A veces, nos ha resultado un poco difícil entender determinados aspectos de la relación con su hija que es un poco lo que centra el nudo dramático del monólogo. Y a veces, nos ha costado un poco entender también con qué instrumentos pudo encajar la muerte de su hija Marta porque la forma en la que lo hizo, fue un poco teatral. Pero que nos cueste entender no quiere decir que seamos críticas con eso. Es un poco un enigma y como enigma lo vamos a querer trasladar así al público.

Nieve de Medina: En mi caso, tampoco me ayuda mucho juzgarla. No estoy para juzgarla, estoy para que me traspase y a ver si soy capaz de ser un espejo de ella. Yo compro todo lo que ha dicho Noelia. Lo que más me impactó, porque yo tengo una hija, es cómo se rearma desde el dolor y sigue hacia delante. No solo porque continúe escribiendo, sino porque hace cosas importantes después de la muerte de Marta. Para mí es admirable, no se resistió y decidió pasárselo bien el tiempo que le quedaba.

Ximena Vera: Además de lo que comentan Nieve y Noelia, para mí lo más loable para ser una mujer de su época fue la capacidad que tuvo de coger espacio y tiempo y proponerse crear poniéndolo en el centro de su vida. Era una mujer muy inteligente, toda esa energía mental la canalizó en su creación literaria y no se le iba a poner nada por delante, ni su matrimonio. Se separó para sobrevivir en lo creativo. También tuvo mucho que ver la educación que tuvo en casa, la clase social…

Nieve de Medina: Yo recuerdo que mi madre me decía lo buena escritora que era Carmen Martín Gaite, y me pasaba libros que no le daba tiempo a leerse y que no se leería nunca porque éramos muchos hermanos. Yo siempre me dije estas eran las mujeres que mi madre admiraba en silencio. Mi madre era una señora que barría, fregaba y te hacía el cocido y ya está. No tenía estudios y vivía en Madrid. Carmen era una señora de provincias que hizo esa vida soñada para mi madre y para muchas. Hoy en día muchas chicas tienen como referente a una señora que se llama Beyoncé, pues mi madre tenía como referentes a otras mujeres que me parecen a mi que eran mucho más inspiradoras.

 

El enorme talento de Carmiña en Madrid
Noelia Adánez, Ximena Vera y Nieve de Medina. Foto: Roberto del Castar

 

Se separa en 1970, 11 años antes de que la Ley del divorcio se aprobara en las Cortes…

Noelia Adánez: Claramente detrás hay una personalidad muy fuerte. Ella impone determinadas decisiones que no son las habituales. Pero también me gustaría insistir en que detrás hay una clase social media y recibe una educación extremadamente liberal.

 

He llegado incluso a leer que tenía profesores particulares en casa para evitar que asistiera a colegios de formación religiosa

Noelia Adánez: El padre evitó ese tipo de contaminación educativa.

Ximena Vera: Tuvo una educación donde se toleraba mucho la incertidumbre, la exploración…

Nieve de Medina: Yo creo que la educación de Carmen responde también a una época en la que en España la cultura era importante porque hemos caído en una cosa muy banal.

 

¿Cómo abordas la dirección, Ximena?

Ximena Vera: Para encarnar la esencia de Carmen, por un lado me leí el texto de Noelia pero por otro también me leí sus novelas para tener un poco de idea en qué atmósferas se movía o creaba. Otra cosa que considero interesante en Carmiña es cómo maneja los espacios temporales en sus novelas que tiene mucho que ver con su propio proceso creativo. Utiliza mucho los recuerdos, la imaginación, los sueños…de esta forma intento entramar todo eso.

 

¿Cómo afrontas la interpretación del personaje, Nieve?

Nieve de Medina: ¡Madre mía! Con más miedo que vergüenza, mucho respeto y con ganas de pasármelo muy bien. He trabajado mucho el documentarme por no quedarme solo con la idea un poco idílica de esa mujer que inspiró a mi madre. Es muy evocador todo lo que ella escribe partiendo desde si misma. Trabajo mucho el personaje desde su propia voz. Todos hablamos de una manera y yo creo que la voz traspasa a las células, las impregna, salen y en ese traspasar viene mucha información. Cuando yo me pongo a hablar como Carmen, me pasan cosas. Una voz es el resonar de un cuerpo. Por suerte, en el caso de Carmen hay mucho material audiovisual con el que también he trabajado para prepararme el personaje. Hay una frase de ella que me gusta mucho que decía algo así como: “Yo nunca seré vieja. Yo nunca dejaré de sonreírle a la vida”. Una frase de una señora que había perdido a su hija, que se había separado y que le habían pasado un montón de cosas.

 

Nieve de Medina
Nieve de Medina

 

Comparte este post