Seguimos con la serie inspirada en la consigna ‘Coronavirus: ¿comedia o tragedia? con la publicación de este beckettiano texto de Carlos Zamarriego.

 

Por Carlos Zamarriego

Imagen: Television Head Dance, by Banksy

 

CUARENTENA

 

M1 , mujer mayor. H, hombre.
M2, mujer joven.

 

Un hombre (H) con dos mujeres (M1 y M2) a cada lado en un sofá de tres plazas. No se sabe dónde comienzan los personajes y dónde termina el sofá. Parece que, literalmente, el sofá se los ha tragado. Cada vez que hablan las mujeres, se ilumina la cara del hombre con una luz azul, como si estuviese viendo una pantalla. Cuando hable él, se iluminarán las caras de las mujeres con una luz más natural, de tal forma que sólo veremos escuchar.

 

M1.- Abrígate. ¿Estás comiendo bien? Cuídate de los idus de marzo. Nadie hace caso a las madres. Ni a las videntes. Todas las madres son videntes. Y después pasa lo que pasa.

H.- Cansado de cuchillos que despedazan en vez de cortar. Cortes limpios y sin esfuerzo. Acero inoxidable.

M2.- No te preocupes. No hay virus que atraviese lo que tienes por corazón. Demasiado calor en invierno, demasiado deshielo en el ártico. Hay cambios que nunca cambian.

M1.- Antes de ver, sabemos que estás. Antes de hablar, sabemos que vas a desobedecer. Antes de morir, sabemos que nos llorarás. Por eso antes de existir ya te lo hemos perdonado todo.

H.- Rozaduras, rayones y arañazos que nos salen muy caros. Repara, rellena y cubre. Fácil de usar. Superficies lisas. Prácticamente invisible.

M2.- Sé que harás por no verme. Fingirás que no me ves. Lo entiendo. No soy la única. Hay más peces sin oxigeno, agonizando en la orilla. El mal menor es ya un mar enorme.

M1.- Aún así, la chulería. Tra-Tra. La era del Kung-flu. Panda de ingenuos. Que yo sé latín. ¿Te acuerdas? Dar cera, pulir cera. Los imperios no se crean ni se destruyen, simplemente se transforman. Te vas a destrozar la espalda… ¡siéntete bien!

H.- Miles de vibraciones. Pies. Pantorrillas. Muslos. Glúteos. Zona lumbar. Movimiento constante sin moverte de tu sofá.

M2.- También sé que me buscaste. Sé que aún me buscas. En los telediarios. Entre las partículas de dióxido de carbono. No sigas construyendo bloques de cemento para no reconocerlo.

H.- Odias hacer ensaladas. Por eso, no las haces. Un golpe. Cinco segundos. Un dedo cualquiera. La cascara se desprende. (Pausa) No más llorar.

M1.- Las lágrimas. Tanto sufrimiento para nada. No nos escuchaste. Apresuraste el viaje. Quisiste llegar sin ser viejo, ser rico sin aprender nada. Y volviste a mí, pero de ti no quedaba ni rastro. Olvidaste que sin ella, jamás hubieses zarpado del puerto.

M2.- Volverás a abrazar, pero ya no serás capaz de contagiar nada. Ni alegría, ni compasión, ni amor. Volverás a besar, pero siempre tendrás miedo de compartir algo. Tus sentimientos. Tu tristeza.

H.- Yo quiero sentirme mejor. ¿El tamaño importa? No causa dolor. Máxima discreción. Más grande, más largo, más grueso.

M1.- Más solo.

M2.- Más de 8.500 millones de langostas. Quizás menos. Avanzando en grupos, arrasándolo todo. Pero no creas que por eso te voy a llamar. Ya sabes el dicho, una plaga quita otra plaga.

H.- Una oferta irrepetible. Llama ya. En metálico. O con tarjeta.

M1.- Aún no han acabado los idus de marzo, y cuando acaben será demasiado tarde.

 

En Benalmádena

20 de marzo de 2020