Fernando Delgado-Hierro es el autor e intérprete, junto a Pablo Chaves, de este original espectáculo dirigido por Juan Ceacero. Fue la primera creación de La_Compañía exlímite, un trabajo divertido y profundo sobre la identidad, la amistad y el sentido de la vida que llega al CDN.

 

Los Remedios llegan al CDN

 

Por Sergio Díaz

Foto de portada: Luz Soria

 

Siento que no pertenezco a ningún lugar. Nací y crecí en un barrio obrero de una de las ciudades dormitorio que pueblan la periferia de Madrid. Un bloque de cinco plantas por cuyas escaleras corríamos cada día un buen puñado de chiquillas y chiquillos fruto del penúltimo baby boom del siglo XX. Cuando estaba entrando en la adolescencia, en esa época en la que se forjan las amistades para siempre, me mudé. Bueno, mi familia decidió mudarse. Y yo con ellos, claro. Me mudé a la ciudad de al lado. Sólo unos pocos kilómetros me separaban de los lugares de esparcimiento en los que había crecido, pero esa pequeña distancia era todo un continente cuando se es pequeño. Una tarde de verano pasé de jugar al fútbol con mis amigos -los únicos que había tenido hasta ese momento- a estar la mañana siguiente solo pateando un balón contra una pared cuyo solitario eco retumbaba en mi nuevo barrio. Un barrio vacío.

Nunca volví atrás. Nunca volví allí. Nunca volví a verles y nada queda de ese barrio ya en mí. Ni de ellos. Por no quedar no quedan ni sus nombres, que a duras penas ya recuerdo.

De Sevilla al mundo

Fernando Delgado-Hierro y Pablo Chaves son amigos desde pequeños. Crecieron en el sevillano barrio de Los Remedios y la pasión por ser actores les unió. Y esa pasión no ha sido capaz de separarles aún. Juntos han creado este montaje en el que hacen referencia a su barrio natal ya desde el título. No se trata de un homenaje al uso, ni siquiera póstumo -como podría ser en mi caso-. Tampoco es una elegía. Es una mirada al pasado sí, al lugar de donde vienen, pero es más una carta de presentación al mundo, como queriendo decir: Esto es lo que somos. En Los Remedios de Sevilla habita nuestra memoria personal y colectiva, pero nosotros éramos otra cosa, queríamos ser otra cosa.

Viajando a la infancia y a la adolescencia de estos dos amigos se va construyendo, con ironía y delicadeza, una pieza en la que vamos descubriendo cómo llegan a ser ellos mismos y cómo nace su vocación artística. A través de los personajes que les han acompañado en este viaje (madres, abuelos, maestras, amigos, gente del barrio…) se van conformando sus identidades, ese traje que todos llevamos encima y que es la férrea armadura que nos hace enfrentarnos al destino. Un destino inevitable en muchos casos pero al cual se puede hacer frente si se tiene la determinación necesaria. Y es que el barrio, las tradiciones del barrio, les empujaba por un camino, pero ellos optaron por seguir el suyo propio.

 

De exlímite al CDN

Este montaje fue la primera creación de exlímite, un grupo de creadores que tiene compañía propia y sala propia. exlímite es un proyecto que nace del encuentro de Gérard Imbert y Juan Ceacero y surge en el mismo lugar en el que estuvo Kubik Fabrik, en el barrio de Usera, así que a la propia identidad de sus impulsores se suma esa identidad intrínseca de un barrio tan característico de la ciudad de Madrid. El propio Ceacero es el director de esta pieza, divertida y profunda, que se apoya en lenguajes como el audiovisual, la música y el propiamente textual para conformar este espectáculo que se presentó en el propio espacio exlímite hace dos temporadas y que ahora llega al Teatro María Guerrero.

Dicen que tú puedes irte del barrio pero que el barrio nunca sale de ti. Eso es si tienes barrio. A veces lo tienes pero no te identificas con él. A veces un amigo es más importante que un barrio entero. A veces no es fácil encontrar un buen lugar en el que echar raíces. Como me pasa a mí. Como quizás les pase a ellos. Quizás el teatro sea ese lugar.