Los días 15, 16 y 17 de marzo tuvo lugar en Madrid, en Naves Matadero, el estreno de Díptico por la identidad (Dios tiene vagina + Jura de bandera). Ante los ataques recibidos y la polémica suscitada por ciertos grupos católicos decidimos no hacer ninguna declaración durante ese fin de semana. Hoy, ante la insistencia de los medios de comunicación y la falta de precisión en la información, y una vez realizado nuestro trabajo en Naves Matadero, lanzamos este comunicado. En esencia, defendemos la necesidad de proteger y fomentar la libertad de acción de artistas y direcciones artísticas en instituciones públicas.

Nos sorprende que expresiones artísticas hechas desde el amor y el respeto, y con una profunda reflexión crítica sobre aquellos temas que nos ocupan, sigan levantando ampollas en ciertos sectores políticos y religiosos de nuestro territorio. Más allá, nos preocupa profundamente que estos grupos organizados puedan influir en nuestra vida socio-política cotidiana, coartando libertades fundamentales e imponiendo maneras de pensar no plurales.

Es importante aclarar un par de cosas sobre la información difundida por los medios de comunicación. Existe el derecho a ofenderse, por supuesto, pero queremos dejar bien claro que no está entre nuestros objetivos faltar al respeto a nadie ni generar ningún enfrentamiento. Para nosotras, Dios tiene vagina no representa en absoluto mofa o escarnio hacia ningún colectivo o sentimiento religioso. Por otra parte, rechazamos ser partícipes de la polarización o instrumentalización de nuestro trabajo artístico para fines políticos. Por último, aclarar que Dios tiene vagina es una co-producción del Festival TNT de Terrassa y fue íntegramente creada en Cataluña en 2017, habiendo girado hasta este momento por Terrassa, Barcelona, Valencia, Francia, México o Madrid.

Dios tiene vagina plantea una festividad despojada de tótems, una deidad permeable, abierta, y con un respetuoso sentido del humor. Para ello, nos servimos de elementos de nuestra tradición andaluza, elementos que nos pertenecen y que conocemos bien. Podrían ser otros, pero elegimos estos. Y como en toda obra artística, los utilizamos para dar forma a una idea. En este caso, permeabilizar la idea de Dios y la pertenencia de ciertos símbolos, y animar a toda persona que desee abrazarlos, a que los abrace. En nuestra opinión, es necesario a día de hoy romper ciertas inercias en relación a símbolos nacionales e identitarios, y generar vínculos de fraternidad y conocimiento a través del arte.

Con este comunicado reivindicamos la libertad de expresión, los procesos honestos y transparentes, los trabajos singulares, el reparto equitativo de los recursos públicos, y condenamos todo atisbo de censura. Celebramos la valentía de las gentes de la cultura (artistas e instituciones) ahora más que nunca, y defendemos que desde las prácticas artísticas absolutamente todo es criticable y susceptible de ser puesto en tela de juicio.

Por último, gracias a todas las personas que esta semana han mostrado su apoyo por teléfono, mail o redes sociales, y gracias a todas las instituciones y estructuras que han confiado y respaldado nuestro trabajo desde el principio y durante estos últimos meses; toda nuestra gratitud, por defender a ultranza el quehacer de los artistas.

¡Por la construcción de nuevos caminos más libres y honestos dentro de la esfera pública!

 

EN NUESTRO BAILE, RITMOS FLORIDOS

Vértebro

Madrid, 26 de marzo de 2019

 

“(…) Seguimos rebelándonos contra la violencia de la hipocresía moral en tiempos de puritanismo. Hemos perdido en el arte la fuerza de la naturaleza salvaje para siempre. La cobardía y la mojigatería son más agresivas que nunca. Antes era la religión. Ahora la ideología. Hoy se pretende que la ideología y la ley sean una misma cosa, y se exige al arte que sea ideología, y por tanto que sea la misma cosa que la ley. (…) Genet sin Genet, Nietzsche sin Nietzsche, Sade sin Sade, Nabokov sin Nabokov, Tiziano sin Tiziano, Caravaggio sin Caravaggio, Laura sin Petrarca, Nápoles sin Nápoles, Pasolini sin los treintaitres juicios de Pasolini, es decir, Pasolini sin Pasolini, Arthur Miller sin trópico de cáncer ni trópico de capricornio, Boccaccio sin Boccaccio, qué haríamos sin Boccaccio, nostalgia de la peste, el teatro como la peste, la Sorbona sin Artaud (…).”
Angélica Liddell – fragmento