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El 20 de noviembre de 2006, Bastian Bosse, un alemán de 18 años, entró con una escopeta en el instituto de Emsdetten (Alemania) y disparó contra cinco compañeros de su instituto. Después se suicidó. Unos meses antes, la austriaca Natascha Kampusch, de la misma edad, escapaba de la casa donde había vivido diez años secuestrada.
A partir del blog personal de Bosse y de las entrevistas que Kampusch concedió, el belga Fabrice Murgia escribió este texto, su ópera prima concebida allá por 2009. Ahora, que el director belga es uno de los referentes del panorama teatral contemporáneo podremos ver el estreno absoluto de este montaje en español, que cuenta con la adaptación de Borja Ortiz de Gondra y la interpretación de Andrea de San Juan, Nacho Sánchez, Olivia Delcán.
Fabrice Murgia escribió este texto tras haber sido padre, hecho que a cualquier persona le cambia la perspectiva de la vida. Esta obra trata sobre la pérdida de la infancia. Pretende ser un ejercicio de reflexión sobre las personas que fuimos en esa etapa tan complicada de la vida en la que perdemos la inocencia (o nos la roban en algunos casos) y nos adentramos en un mundo adulto desconcertante en el que tratamos de ser visibles e importantes sin conseguirlo.
Es un montaje que pretende que echamos la vista atrás para que reconozcamos a esos seres extraños, que tan ajenos nos parecen ahora, pero que caminan junto a nosotros, como si de nuestra propia sombra se tratase, porque muchos de los miedos y complejos que adquirimos en esa época de la vida aún no nos han abandonado. Simplemente los hemos escondido y asumido sin hacer pagar a los demás (posibles causantes de los mismos) bajo el fuego de las balas. Sergio Díaz
