Ante todo mucha calma es un monólgo en el que Corbacho se ríe de todo, pero, básicamente ¡de sí mismo!
Bueno, y también de su familia, de sus padres, de su mujer, de su hijo, de su perro, y… de sus principios. Principios que por cierto van cambiando en cada función en el Teatro Cofidis Alcázar de Madrid. Y puestos a reírse, se ríe hasta de los espectadores que van a verlo, pero sobre todo lo que pretende es que los que se rían más sean ellos. Porque está la cosa cómo para dejar de reírse.