Disección de la amistad masculina
Por Sergio Díaz
Cádiz… sus playas, sus chiringuitos, su ‘pescaito’… la vida relajada, sin responsabilidades ni horarios. Un sueño eterno en el que permanecer sumido toda la vida. Pero todo tiene su tiempo y su espacio. Las cosas no son inmutables. Hay que crecer y avanzar. Hay que ser adulto y tratar con los problemas del día a día. Hay que responsabilizarse de las cosas aunque nos pese. No se puede esconder eternamente la cabeza bajo la toalla de la playa.
Este texto de Fran Nortes parte de la observación de la estupidez masculina. El propio Nortes junto a Bart Santana y Nacho López dan vida a tres amigos de toda la vida que ya son casi como hermanos. Estos tres amigos son Eugenio, Adrián y Miguel. Se conocen desde niños, como sucede con esa selección tan poco natural que es la amistad. Un mismo portal, una misma clase o una misma actividad extraescolar sirven para crear vínculos eternos cuando aún no estamos hechos como personas. Ahí caemos y ahí nos quedamos. Pero el tiempo pasa, cada uno va formando su propia personalidad, empezamos a ver las cosas de forma distinta y dejamos de tener cosas en común con nuestros amigos, pero a pesar de todo, seguimos juntos.
Eugenio piensa en futuro, Adrián en presente y Miguel vive en pasado… y con 40 años ninguno de los tres ha crecido lo suficiente para entender que los amigos no son los que ven las cosas de la misma manera, sino aquellos que se aceptan por muy diferente que sea su visión del mundo. Gabriel Olivares dirige esta comedia que trata de reflejar los problemas actuales a los que se enfrentan los hombres como la redefinición de la masculinidad, la empatía entre iguales o el tan extendido síndrome de Peter Pan (que muchos sufrimos). Una amable disección de género para, a través de la risa, llegar a darnos cuenta de nuestros defectos e intentar cambiar nuestras actitudes masculinas tóxicas.
- Dramaturgia
- Fran Nortes
- Dirección
- Gabriel Olivares
- Compañía
- La Candela
- Interpretación
- Bart Santana, Fran Nortes, Nacho López
Hemos visto la obra mi mujer y yo y nos encantó.
Aunque representa circunstancias que te pueden pasar en la vida, nos sirvió, paradojicamente, para evadirnos de la realidad.
Muy recomendable y, que el autor de la obra participe en la misma, mejor.
Si queréis pasar un buen rato, no lo dudéis: Cádiz es vuestra obra.