Art Spiegelman es un referente ineludible del universo gráfico de las últimas décadas. Una magnífica introducción para sumergirse en su obra lo constituye el catálogo-estudio Co-mix: Una retrospectiva de cómics, dibujos y bocetos, que bucea en sus creaciones, desde sus primeros cómics underground autopublicados, pasando por su gran obra mundialmente conocida, sin olvidar sus trabajos para Topps Chewing Gum, para quienes ideó La Pandilla Basura, pegatinas irreverentes que hicieron furor en mi juventud para desvelo de nuestros padres, o sus ilustraciones para The New Yorker.

 

De su primera etapa como dibujante da testimonio Breakdowns, que recoge diversas tiras, ya cargadas de sus críticos toques autobiográficos característicos, y donde explora estructuras y apela a referencias que desarrollará en trabajos posteriores.

 

Su obra más conocida, que le valió el Premio Pulitzer, es Maus, donde se atreve a reconstruir la gesta de su padre Vladek Spiegelman, judío que vio como los nazis invadían su Polonia natal, malvivió en los guetos donde fue hacinado con su familia y sobrevivió a la pesadilla del campo de exterminio de Auschwitz. La grandeza de esta novela gráfica, escrita en dos partes, reside en ser capaz de combinar un relato, sin tapujos ni maniqueísmos, del proceso inhumano de aniquilación y degradación, con el reflejo de la propia elaboración de Maus, a través de charlas que mantuvieron padre e hijo. Así nos muestra la relación conflictiva de ambos, la omnipresencia de una madre ausente, quien se suicidó años después de sobrevivir al horror, y las propias dudas del autor a la hora de plasmar en viñetas los avatares biográficos de su progenitor.

 

Esta novela gráfica se disfruta aún más tras la lectura de MetaMaus, que, a partir de una exhaustiva entrevista que realizó Hillary Chute a Art Spiegelman, recoge todos los entresijos del proceso de confección de Maus y la transcripción de los encuentros que el autor tuvo con su padre, entre otros documentos de interés.

 

Si los bocetos que se incluyen en MetaMaus despiertan aún más vuestra curiosidad sobre el proceso creativo desarrollado por Spiegelman, sin duda debéis consultar Be A Nose!, que, en edición facsímil, reproduce tres de sus libretas de bocetos, de diferentes períodos, que nos sirven para apreciar su evolución como creador.

 

Para completar esta panorámica de Spiegelman no se puede dejar de citar La fiesta salvaje, poema narrativo de Joseph Moncure March, ilustrado por él, o Sin la sombra de las torres, donde, rindiendo homenaje a las inolvidables tiras gráficas de los periódicos norteamericanos de los albores del pasado siglo, como El Pequeño Nemo en el País de los Sueños o Krazy Kat, relata la dura experiencia que vivió, con su mujer e hijos, el 11 de septiembre de 2001 en Manhattan, y critica la posterior deriva de la política exterior estadounidense que desembocó en la invasión de Irak.

 

Por ser capaz de retratar el espanto sin caer en lo lacrimógeno, valerse del material autobiográfico sin sucumbir a la autocomplacencia de diván y seguir manteniendo un espíritu crítico a pesar del merecido reconocimiento, Art Spiegelman es una cita ineludible para cualquier amante del cómic.

 

Por Pablo Iglesias Simón / @piglesiassimon